Donald Trump ha puesto fecha a la prohibición de TikTok en Estados Unidos, el 15 de septiembre. Y no sólo eso, reclama a las empresas del país que dejen de tener trato con la compañía propietaria de la aplicación, ByteDance. Asegura que la compañía ofrece los datos personales de sus usuarios para dárselos al Gobierno chino. Pero ¿qué hay de cierto?
Los expertos reconocen que la app seguramente tiene algunos fallos de privacidad como todas. “Las redes sociales capturan datos de los usuarios sí, pero de ahí a que los datos que obtiene TikTok acaben en manos del Gobierno chino y lo usen para el espionaje, no hay evidencias”, defiende el profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC Ferran Lalueza.
Visión europea
Más cautos se muestran desde la Comisión Europea. Ellos no entran a valorar, todavía, qué hay de cierto en las acusaciones sobre espionaje que hay detrás de la famosa aplicación. De hecho, subrayan que la compañía se ha añadido al código de buenas prácticas sobre la privacidad de datos de Europa.
El mismo CEO de la empresa china, Kevin Mayer, en un gesto para demostrar su voluntad de colaboración y transparencia, se reunió con el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, para discutir y adherirse a la lucha contra la desinformación que se está llevando a nivel europeo. “Aun así, no podemos decir nada sobre el supuesto espionaje chino”, sostienen fuentes de la CE.
Geopolítica
Lo cierto es que más allá de la adscripción al código de buenas prácticas y comprometerse a controlar la difusión de las noticias falsas, los Países Bajos tienen abierta una investigación sobre la política de protección de datos de la citada compañía.
Para otros, la batalla legal contra TikTok, especialmente en Estados Unidos, es un asunto de geopolítica. Desde la llegada de Donald Trump las relaciones del país norteamericano con China han sido muy tensas. Un claro ejemplo es la relación que mantiene con Huawei y el 5G. Ahora parece el turno de la app de ByteDance.
Salto cualitativo
Lalueza también pone el foco en el giro que ha dado la aplicación en los últimos años. “Hasta hace poco la veíamos como una aplicación más bien frívola”, señala. Lo cierto es que muchos consideran que está destinada al público joven que cuelga allí vídeos más o menos graciosos. Pero en los últimos meses, “ha dado un salto cualitativo”, destaca Miquel Pellicer, profesor colaborador de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC
“Sigue siendo una aplicación relativamente joven en la que prima el buenrollismo, pero ha alcanzado una masa crítica de usuarios que dificulta esa uniformidad fundacional”, prosigue Pellicer. Advierte de que con este salto ha pasado de ser “una red adolescente e infantil a convertirse en una red que incluye nuevos públicos y donde se han vertido estrategias políticas o de propaganda política”.
'Troleo' a Trump
Precisamente, Trump, antes de iniciar su batalla, fue testigo y sufrió en sus propias carnes el cambio de rumbo del público de TikTok. El 20 de julio, el líder republicano ofreció un mitin en Tulsa (Oklahoma), donde estaba previsto que se diera un baño de masas y arrancar con fuerza su carrera hacia las próximas elecciones de Estados Unidos. Al acto sólo acudieron 6.200 personas, un tercio del aforo. Los usuarios de la red social troleron al presidente estadounidense y le hicieron creer que tenía gran parte de la entrada cubierta y no fue así.
Los rivales políticos de Trump, como la congresista del Partido Demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, se mofaron de Trump por caer en una trampa creada por adolescentes y jóvenes. “Os hicieron creer que un millón de personas querían ver vuestro show de supremacismo blanco y llenar un estadio durante el Covid. Lo cierto es que os la han jugado”, lanzaba la neoyorkina en Twitter.
Politización
Este fue uno de los principales detonantes que hizo estallar el odio del presidente estadounidense contra la nueva red social. El boicot sufrido encendió una campaña de desprestigio y acusaciones contra la red social que “no parecen estar fundadas”, señala Lalueza. “El pecado original es que es una empresa China”, sentencia, “se trata de un caso de xenofobia”.
Aun así, los profesores de la UOC también insisten en que TikTok se está convirtiendo en un espacio de expresión política y activismo. En la red, proliferan cada vez más las etiquetas de #MAGA y BLM, siglas de “Make America Great Again” (Hagamos América grande, de nuevo), lema de Trump, y Black Lives Matter, el movimiento de lucha contra la discriminación racial.
Éxito
La app ya es la más descargada de 2020 (5,7 millones) y en el mundo supera los 500 millones de usuarios. Los políticos están empezando a ver en ella una amenaza a la vez que una oportunidad. En Hong Kong, India, Bangladesh e Indonesia ya está prohibida, en España partidos como PSOE, Podemos o Barcelona en Comú, ya se han abierto una cuenta, viendo el potencial que tiene. “Para prevenir que la extrema derecha monopolice las redes”, sostienen desde el partido de Colau.
Eso no quita que sigan las sospechas, este miércoles el The Wall Street Journal informaba que la aplicación aprovechó un fallo de seguridad en móviles Android para recopilar, durante 15 meses y hasta noviembre de 2019, datos personales de los usuarios entre los que se encuentra la dirección MAC, que permite identificar los dispositivos móviles, una práctica prohibida por Google.
Soluciones
Los responsables de TikTok no se han pronunciado sobre esta noticia. Sí lo han hecho en cambio sobre las acusaciones de Trump. Sostienen que “durante casi un año, hemos tratado de colaborar de buena fe con el gobierno de Estados Unidos para ofrecer una solución constructiva a las preocupaciones que han manifestado”. Pese a todo, lamentan que no se haya llegado a un acuerdo.
La propia compañía es la primera interesada en vender el 100% de su negocio en el país norteamericano defiende. Laluza confirma que “había interés desde hace tiempo por parte de Microsoft en comprarlo”, pero ahora Trump se ha impacientado y “y trató de involucrarse en las negociaciones llevadas a cabo entre empresas privadas”, aseguran los responsables de la empresa china.
Gobierno chino
ByteDance subraya que las acusaciones vertidas sobre el posible traspaso o venta de datos del gobierno de Xi Jinping también son falsos. La empresa almacena todos sus datos fuera de China, por lo que es imposible que puedan acceder a la información de los usuarios para usarlos como espionaje. Pese a querer mantener distancias con el Ejecutivo del gigante asiático, Pekín ha salido en defensa de la compañía.
Donald Trump firmó este 6 de agosto una orden ejecutiva con la que prohíbe cualquier transacción o negocio con ByteDance, el desarrollador chino de TikTok, durante 45 días, lo que se acerca a la fecha que dijo, el 15 de septiembre. Microsoft ya ha dicho que, pese a la normativa, seguirá negociando para hacerse con el pastel de TikTok y Twitter también se ha mostrado interesado y, pese a su situación, no descarta proponer su oferta
Amenazas
Fuentes de la empresa han asegurado a Crónica Global que, si el Gobierno de Trump impide los negocios de TikTok en territorio estadounidense, presentarán una demanda en su contra. Unas declaraciones en la línea de lo que declaraba el Ejecutivo chino la pasada semana cuando saltó la noticia del vetó.
"Estados Unidos probará en última instancia el amargo fruto de elegir el interés propio sobre los principios de mercado y las reglas internacionales, lo que solo conducirá a un declinar de su moralidad, su imagen nacional y su confianza internacional”, asevera el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Wang Wenbin. Trump debe "asumir las consecuencias de sus acciones", sentencia.