'Eternas', de María Reig, ahonda en la biografía de nueve reinas legendarias
Maria Reig, escritora: "Lo maravilloso de estas nueve reinas es que han conseguido conquistar la eternidad"
La escritora catalana arroja luz sobre la vida de monarcas extraordinarias que marcaron el rumbo de la historia: desde Cleopatra hasta María Antonieta, Isabel de Castilla, Catalina la Grande o Isabel de Baviera, entre otras
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María Reig (Barcelona, 1992) debutó en el panorama literario con Papel y Tinta, una novela ambientada en el Madrid de las primeras décadas del siglo XX. Lo que comenzó siendo un proyecto de crowdfunding acabó abriéndole las puertas del mundo editorial. Desde entonces, ha publicado otras tres novelas históricas: Una promesa de juventud, Los mil nombres de la libertad y Sonó un violín en París.
Cuando su editora, Bárbara Burani, le propuso la idea de este libro se encontraba en Japón de luna de miel. “Desde el minuto uno me pareció un proyecto muy interesante, me motivaba muchísimo. Nunca había hecho ensayo y asumí el reto”, explica a Mujeres en Crónica. Así empezó a gestarse Eternas (Editorial Lunwerg), su primera obra de no ficción y un homenaje a nueve soberanas que desafiaron su tiempo enfrentándose a no poco obstáculos, desde Cleopatra hasta María Antonieta, Isabel de Castilla, Catalina la Grande o Isabel de Baviera. Un libro que desmonta mitos y reconstruye de manera concisa pero reveladora la vida de estas mujeres fascinantes que forjaron su propio destino.
- ¿Cuál fue el criterio de selección de las protagonistas?
- Partí de dos criterios. Por un lado, quería que estuvieran repartidas a lo largo de la cronología, no tener, de repente, muchas reinas medievales y ninguna de la Edad Moderna, más contemporáneas. Quería que fuera un viaje en el tiempo para los lectores. El otro fue centrarlo en Europa, en el Mediterráneo, porque abarcar todo el mundo era imposible. Tenemos el caso de Cleopatra, que fue la última reina helenística, pero que forma parte de la historia occidental europea. Tampoco quería centrarme en un territorio determinado sino ir escogiendo de aquí y de allá para conocer la realidad de diferentes territorios europeos.
- Imagino que muchas han quedado fuera, quizá para una segunda parte
- Sí, absolutamente. Me encantaría seguir explorando más reinas. Ya lo hemos comentado con Bárbara Burani y la verdad es que me encanta la idea de ampliar, de seguir descubriendo a estas grandes mujeres en algún momento.
María Reig, autora de Eternas
- Los bulos y la propaganda misógina, que el cine y la literatura se han encargado de perpetuar, continúan muy presentes en el imaginario popular. A Cleopatra se la tacha de manipuladora y libertina; a Catalina la Grande de coleccionista de amantes y a María Antonieta de frívola, caprichosa, derrochadora, incluso en el juicio se la acusó de incesto con su propio hijo ¿Eternas es un intento de subsanar todas estas falsedades históricas?
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Sí, absolutamente. Una de mis prioridades fue consultar fuentes académicas fiables lo más actualizadas posibles. Que remitieran a lo que se sabe de sus vidas más allá de la propaganda y de los prejuicios que han llegado hasta nuestros días.
Gran parte del problema que existe con estas figuras es que alcanzaron posiciones de poder que resultaron incómodas para un sector que muchas veces pertenecía a las propias élites. Como consecuencia se activan campañas de propaganda brutales que hemos heredado. Por ejemplo, en el caso de Cleopatra, gran parte de lo que sabemos de ella hasta finales del siglo XX se ha nutrido de fuentes latinas. Fuentes condicionadas por la propaganda de Octavio en un momento de conflicto con Marco Antonio pero evidentemente redirigido a Cleopatra porque era mucho más fácil. Siempre es más sencillo vender una guerra contra un enemigo extranjero que contra un romano de noble familia. Todos esos bulos que circulan sobre Cleopatra como responsable de todos los males, de hechizar a Marco Antonio, al final es lo que ha llegado hasta nuestros días. Afortunadamente su figura se estudia cada vez más a partir de fuentes egipcias y desde una perspectiva arqueológica.
Evidentemente estas mujeres no eran perfectas, cometieron errores, fueron figuras controvertidas que tomaron decisiones que beneficiaron a algunos y perjudicaron a otros. Pero hay que mirar más allá de toda esta propaganda que además, y esto es una constante, pone el foco en su vida sexual ya sea por exceso o por defecto. Como también es una constante la importancia que se le da a su apariencia física. A mí no me interesa si eran guapas o no, fueron personajes con una gran cantidad de matices y cuyas aportaciones a la historia explican de alguna manera dónde estamos hoy en día.
- ¿Cree que estos sesgos de género, de poner el foco en la sexualidad, en la belleza, siguen vigentes a día de hoy?
- Creo que la mujer prácticamente en todas todas las esferas, desde las cotas más altas hasta las más bajas en la pirámide del poder, lleva consigo una exigencia de imagen que no tienen los hombres. Yo lo percibo en cualquier ámbito. Muchas veces se le exige proyectar una determinada imagen y se la analiza. En el caso de los hombres ni siquiera se cuestiona el físico, en cambio con las mujeres sí, se sigue haciendo. Siempre hay una opinión o un comentario acerca de si es más o menos guapa o atractiva. Y esto ocurre sobre todo con mujeres que están expuestas al público ya sea en la política o en cualquier otro ámbito.
- El libro tiene una parte de no ficción que se sitúa en un instante determinante de sus biografías. Por ejemplo, a Sisi segundos después de ser apuñalada por Luigi Lucheni o a María Antonieta ante del tribunal poco antes de ser ajusticiada ¿Por qué escogió estos episodios en concreto?
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El planteamiento de introducir una parte de ficción surgió de las conversaciones con Bárbara. Era una forma de poner mi granito de novelista histórica sin perjudicar la no ficción porque quería transmitir la vida de estas mujeres en un tono divulgativo, basado en fuentes fiables y sin hacer elucubraciones. Planteamos entonces esta fórmula de introducir al inicio de cada capítulo un párrafo, una escena que aludiera a un momento clave de sus vidas, que de alguna manera ayudara a humanizarlas y, de paso, que sirviera de aperitivo de lo que el lector se iba a encontrar. Es decir, qué nivel de presión o qué experiencias o vivencias pudo vivir cada una de estas reinas.
Y, aunque estos episodios encabezan cada uno de los capítulos, era lo último que hacía dentro del proceso de trabajo de cada personaje. Primero me centraba en todo el trabajo de documentación, leerme biografías, investigar la época en la que se desarrolló sus respectivas vidas... y después, cuando ya había escrito la parte de no ficción, terminaba con algún momento que me hubiera impactado especialmente y que pensaba que podía encapsular bien.
- Es una manera de empatizar con ellas...
- De ponerme en sus zapatos. Además, todos los párrafos están escritos en primera persona. Imaginarlas en esas situaciones tensas, muy emocionales, a las que se ven abocadas, unas veces por decisiones propias, otras por decisiones ajenas me sirvió para conectar con ellas, para comprenderlas mejor. Fue un ejercicio realmente interesante.
- Las historias tienen un hilo conductor, una conexión en el tiempo que nos pone en contexto. ¿Por qué ha introducido este elemento?
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Porque creo que a menudo, cuando miramos hacia atrás, nos cuesta entender la historia. Perdemos el hilo o no entendemos muy bien la conexión que hay entre diferentes épocas. Quería dar una imagen de continuidad entre unas mujeres que, aunque dispersas en el tiempo y en el espacio, forman parte de una historia que se entrelaza. Buscaba además ayudar al lector a que no se perdiera en el viaje y que tuviera referencias en todo momento. Quería también hacer entender que cada una de ellas es hija de su tiempo. Y para ello es necesario conocer en qué época, en qué contexto vivieron. De este modo se entenderá mejor lo que les ocurrió.
Probablemente si María Antonieta hubiera nacido en otro momento, no hubiera tenido el final fatal que tuvo. Ella no llevaba una vida ni tenía una frivolidad diferente de la que podían tener otros miembros de la aristocracia y de la realeza europea durante siglos.
- Durante el proceso de documentación, ¿ha descubierto algo que le haya impactado especialmente?
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Muchas cosas. Por ejemplo, lo que comentábamos antes de María Antonieta sobre esa acusación terrible en el juicio, totalmente gratuita, de abusar de su propio hijo por la que, incluso, las mujeres que estaban presentes en la sala reaccionaron en contra, en un momento en el que sí tenías una voz discordante te jugabas la cabeza.
También llamó mucho mi atención las muchísimas habilidades de Cleopatra que no conocemos. Su capacidad de aprender idiomas o cómo se las ingenió, a veces con estrategias no muy lícitas, para acumular poder, para gobernar Egipto. Me sorprendió que las reinas helenísticas comandaran embarcaciones porque se tiende a infantilizar, a reducir a la mínima expresión, a las mujeres del pasado cuando en realidad eran capaces de muchas cosas.
Otro hecho que me impactó fue la reclusión durante quince años, por orden de su segundo esposo, de Leonor de Aquitania. Una mujer en cuya vida caben muchas vidas. Y un personaje que me ha parecido fascinante, quizá del que menos sabía, es Cristina de Suecia. Una mujer que decide ir contra todo lo que se le ha impuesto por nacimiento, que consiguió poner de los nervios a toda Europa y terminó convirtiéndose en la “reina sin corona de Roma”.
- De todas las mujeres del libro, ¿a quién se ha tratado más injustamente y con quién se ha sido más benévola?
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Creo que a quienes se ha tratado más injustamente, quizá por ser las más mediáticas, son sin duda Cleopatra y María Antonieta. Pienso que no ha habido ningún interés por entenderlas.
En el caso de Cleopatra su figura está muy sexualizada, incluso las representaciones pictóricas del siglo XIX sobre su muerte están cargadas de erotismo. Un episodio del que por cierto tenemos muchas incógnitas y muy pocas certezas sobre cómo ocurrió. Al final ha sido reducida a una caricatura de femme fatale. Creo que es totalmente injusto teniendo en cuenta la importancia que tuvo en un momento clave de la historia. Aparte, muchas personas creen que Cleopatra pertenece al Egipto faraónico, no la ubican correctamente en el contexto del nacimiento del Imperio Romano, con esa presión abrumadora de Roma en las aguas del Mediterráneo.
Con María Antonieta pasa algo similar. Es verdad que movió sus fichas de tal forma que ella misma fue en gran medida responsable de los enemigos que hizo. Pero es muy curioso ver cómo gran parte de la propaganda contra de ella fue financiada desde Versalles. Los instigadores fueron aquellos que no pertenecían a su círculo de favoritos. Ellos fueron los primeros que hicieron circular los peores rumores, muchos de ellos referentes a su vida sexual.
Al contrario, creo que con quien se ha sido más benévolo es con Sisi, su figura está absolutamente romantizada. En eso han tenido mucho que ver las películas que todos conocemos de Sisi Emperatriz. El retrato que nos ha llegado se ajusta brevemente a su biografía durante los primeros años, pero desde el momento que se casa con Francisco José se aleja bastante de la realidad. Era una persona con tendencia a la melancolía y con una absoluta dejación de funciones. Decimos Sisi emperatriz, pero realmente como tal ejerció poco. Se retiró de la corte para dedicarse a viajar. Aún así es una figura fascinante desde el punto de vista de la salud mental y del plano psicológico, pero es verdad que la miramos con una luz que no tuvo.
- Eternas nos descubre mujeres mucho menos conocidas como Julia Domna, Teodora o Leonor de Aquitania...
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He disfrutado mucho con ellas porque apenas las conocía y me apetecía incluir reinas menos famosas. Teodora, en concreto, creo que es una de las grandes desconocidas y su historia me llamó mucho la atención. La descubrí estudiando historia del arte medieval en la carrera de historia. Es muy interesante observar su ascenso social, ver cómo una persona proscrita, totalmente ajena a la sociedad de Constantinopla, logra compartir el poder con el propio Justiniano, su marido. Ese mosaico en Rávena, en el que aparecen los dos representados, es una de las representaciones pictóricas más llamativas de la Edad Media. La sospecha de que quizá contribuyera a mejorar la situación de las mujeres en Constantinopla me pareció realmente interesante.
María Reig es una de las voces más estimulantes de la novela histórica contemporánea
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¿Por qué cree que a las mujeres poderosas se las percibe como una amenaza?
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Algo que he apreciado y que ocurre con la mayoría de las reinas es que son mujeres muy cercanas a la figura de referencia de poder en un momento determinado de la historia. Tenemos casos en los que consiguen ejercer el poder de forma individual, en los que logran alcanzar mayor independencia de una figura masculina, como es el caso de Catalina la Grande, Cristina de Suecia o Isabel la Católica que, aunque acompañada por Fernando, consiguió tener altas cotas de poder en Castilla.
Pero existen siempre luchas y enfrentamientos directos con otros pretendientes interesados en influir sobre un rey o un emperador, y es precisamente eso lo que activa estas campañas de propaganda que han pervivido. Sería el caso de Julia Domna con Septimio Severo, su proximidad al emperador la convierte en un objetivo a abatir. En el caso de Sisi, su relación con su suegra también se mide en términos de influencia sobre Francisco José. Se ve claramente en la mayoría de los casos cómo su posición influyente, cercana al poder, provoca que la competencia tergiverse y emponzoñe su imagen para conseguir una parte del pastel.
- ¿Por qué Eternas?
- Queríamos algo que recogiera la esencia de todas ellas. Creo que el título lo propuso Bárbara y enseguida estuvimos de acuerdo porque condensa esta idea de que a pesar de la propaganda, a pesar de sus propios errores porque aún poderosas también son mujeres tremendamente imperfectas, pese a todo, lo maravilloso de estas nueve reinas es que han conseguido conquistar la eternidad, siglos después seguimos hablando de ellas. Y hay una deuda con ellas, les debemos reconstruir su existencia de manera fidedigna. Eternas nos habla de la victoria sobre esas medias verdades que han contaminado la idea que tenemos de las mujeres del pasado.