Mills, ex 'navy seal': “En Bosnia ayudamos a niños que vieron morir a sus padres, fue muy duro”
El excomandante de las fuerzas especiales de Estados Unidos logró superar las limitaciones que la sociedad le había impuesto y ahora enseña la importancia de la persistencia para alcanzar el éxito
10 abril, 2022 00:00Alden Mills creció en Southbridge (Massachusetts, Estados Unidos). Cuando tan solo era un preadolescente fue diagnosticado con asma. Era un chico deportista y repleto de sueños, por lo que fue un duro golpe. Sin embargo, la filosofía de vida de su madre y su lucha en positivo le permitieron sortear este agrio reto fisiológico, con el que paso a paso logró convertirse en comandante de pelotón de los navy seal, la fuerza de operaciones especiales de la armada estadounidense.
Después de 12 años en las fuerzas especiales se retiró y creó su propia compañía, Perfect Fitness. Sus éxitos y fracasos, con una mentalidad positiva que marcó su infancia y la operación militar de “pacificación” en Bosnia y Herzegovina, le llevaron a cultivar su propia filosofía. Salir de la zona de confort para alcanzar tus sueños y comprender el porqué.
Mills se ha convertido en uno de los conferenciantes empresariales más reconocidos de Estados Unidos. Este fue el último paso que dio tras la publicación de su primer libro Sé imparable (Diëresis, 2018). Alden Mills, tras su conferencia este lunes en la Universitat Abat Oliba CEU de Barcelona, habla con Crónica Global sobre la importancia de la persistencia para alcanzar el éxito y sus experiencias.
--Pregunta: Usted fue comandante de pelotón de los navy seal en la guerra de Bosnia.
--Respuesta: Sí, bueno, más hacia el final, en 1997. Éramos parte de las fuerzas de pacificación. Buscábamos a los responsables de haber matado decenas de miles de musulmanes, croatas y serbios. Nuestra función era proteger a esa gente.
--P: ¿Cómo vivió esa misión?
--R: Fue muy duro, realmente duro. Antes de entrar directamente en la misión, nuestro coronel nos llevó en los vehículos de la armada a través de un barrio donde había, en concreto, un criminal de guerra. Lo cazamos. Había exterminado a mucha gente.
--¿Qué vio en ese barrio?
--Fue la primera vez que vi a niños con Desorden de Estrés Postraumático. Los niños tenían el pelo blanco y les faltaban mechones, con partes de la cabeza sin apenas pelo. Ayudamos a estos niños, que habían visto morir a sus padres. Fue realmente muy duro presenciar eso.
--¿Cuánto tiempo estuvieron con ellos?
--En un principio íbamos a estar solo cuatro días allí, pero al final nos quedamos 12. Queríamos protegerlos.
--¿Cuánto tiempo estuvo en los navy seal?
--Siete años de forma activa e hice otros cinco más de lo que se le llama el estado de reserva. En total fueron 12.
--Usted fue diagnosticado de asma.
--A los 12 años. Me gustaban mucho los deportes, era un niño de exterior y el doctor, en el momento que me diagnosticó, me sugirió que jugara al ajedrez.
--¿Cómo se sintió entonces?
--Inmediatamente pensé: “¿Cómo voy a aprender a jugar al ajedrez?”. Me puse a llorar y mi madre me dijo: “¿Qué te pasa?”. Y le respondí: “¿Ajedrez? Mamá, soy horrible al ajedrez, como voy a aprender a jugar?”. Ella me cogió del brazo y me dijo: “Nadie define lo que puedes o no puedes hacer, solo tu, tienes que ir y probar”.
--Y probó.
--Salí de allí y comencé a jugar a basket y anoté para el equipo contrario. Mi madre me dijo “ve e inténtalo otra vez” y yo hice lo mismo pero esta vez anoté para mi equipo. Luego probé el fútbol, más tarde el hockey y luego encontré el remo, era bueno en eso. Todos los días trataba de presionar y poner al límite mi cuerpo un poco más. Al final, fui a la academia naval, y esto me llevó al equipo de navy seals. Pero ya había tenido tres experiencias diferentes antes de conseguir entrar en las fuerzas especiales.
--Logró vencer las limitaciones físicas que le diagnosticaron.
--Exacto. Paso a paso. Aunque eso no quiere decir que no debas mirar hacia el futuro. Tienes que ir escalando, pero no concentrarte en el sueño del futuro más lejano todo el tiempo. Hay que dedicar tiempo para pensar y dar el siguiente paso.
--Esto me recuerda un poco a la famosa conferencia del almirante McRaven en la Universidad de Texas, con la frase “if you want to change the world, start off by making your bed” (Si quieres cambiar el mundo empieza por hacer tu cama).
--El almirante McRaven formaba parte del seal team en la misma época que yo. Cuando él dice que hay que levantarte cada mañana y hacer la cama, se refiere a tomar una acción y con la primera acción del día completada comienzas a sentir que has acabado algo. Pero mi acción no es hacer la cama, sino la de quererte a ti mismo primero, porque cuando empiezas a darte esa gratitud, vas a tener una mentalidad positiva para hacer tu cama o para salir y dar un pequeño paso más hacia tu meta.
--Usted se ha convertido en uno de los más conocidos conferenciantes en eventos empresariales en su país y habla de ser positivos siempre, pero a veces resulta imposible.
--Ser positivo requiere práctica, no es algo que se lleve en el ADN. Tienes que probar siempre. Tenemos la actitud y la aptitud. El diferenciador entre una persona u otra es la actitud. ¿Son lo suficiente ambiciosos? ¿Están dispuestos a sacrificar cosas y mantenerse positivos cuando la lucha se vuelva dura para ellos?
--Esta mentalidad se cataloga en Europa de filosofía americana, de caer y levantarse. Muchas veces, la actitud frente al fracaso aquí significa que una vez que caes estás acabado…
--También existe esa mentalidad en Estados Unidos. Lo comprendo y por eso creo que es tan importante que la gente entienda esto: el fracaso es sólo un fracaso si decides que es así. Si, por el contrario, dices oh, mira, aprendí una nueva forma de no aprobar el examen, un nuevo modo de no crear un producto o una nueva manera de no escribir el libro. Entonces aprendiste algo y eso no es un fracaso.
--¿Cómo debemos construir estos nuevos aprendizajes?
--Pablo Picasso dijo: “Aprende las reglas como un profesional, para que puedas romperlas como un artista”. Se refería al fracaso. De eso se trata: aprende las reglas para después romperlas y, entonces, mira qué pasa.
--Esta es una de las acciones que empuja a realizar a los lectores en su libro Sé Imparable. Pero, ¿cuál es su meta con esta filosofía?
--Inspirar a la gente para que tengan el coraje de ir tras sus sueños. Necesitamos muchas personas que vayan detrás de sus sueños. Por eso escribí el libro, con el que siento una gran alegría cada vez que puedo ayudar a otros a ser imparables.
--¿Qué recomendaría a la gente que ha fracasado pero no sabe porqué?
--Ahí está el problema. Deben entender porqué han fallado. La mejor manera es buscar a personas en las que confíes y que sean brutalmente honestas y preguntarles. Porque de eso trata el aprendizaje. Si no sabes porqué fracasaste, entonces no aprendes. Descubre el porqué y cómo hacerlo mejor. Esto es lo importante para volver a intentarlo. En ese momento eliges si vivir sin probarlo y tener una vida segura y cómoda o ir tras tus sueños, caer, fracasar... y aprender de tus errores. Creo que la vida así es mucho más interesante.
--¿Pero qué debemos hacer para ser imparables?
--Primero, debes ir tras ese sueño que te llega en medio de la noche, que te despierta cada mañana y preguntarte: ¿Qué haría si supiera que puedo ser imparable? Piénsalo y pruébalo. Darás pequeños pasos de bebé, pero cada uno de ellos te generará más confianza para intentarlo la próxima vez y encontrar el camino hacia tus sueños.