El virus noquea a Chema Cosculluela, el 'rey de los asilos'
Vitalia Home y su fundador se enfrentan a la pesadilla de más de 100 mayores fallecidos y centenares de contagios en residencias mal preparadas
9 abril, 2020 00:00A José María Chema Cosculluela le gusta el trial. Ahora, no obstante, se enfrenta a un montículo tan prominente que su motocicleta TRS no podrá sortear. El fundador y consejero delegado de Vitalia Home lidia con una auténtica catástrofe: decenas de contagios con el virus SARS-CoV-2 en residencias y al menos 100 ancianos muertos en sus geriátricos de Madrid y Barcelona por Covid-19, la infección que causa este virulento patógeno.
En la capital, Vitalia ha mordido el polvo y ha batido récords negativos al sumar hasta 80 defunciones de ancianos desde el pasado 8 de marzo en el equipamiento de Leganés, 76 desde el día 15. La gerencia rebaja la cifra a 67, 61 de ellos decesos con coronavirus. En Barcelona, el grupo aragonés de asilos ha encajado al menos 21 muertes reconocidas por la empresa (17 en la residencia Vitalia Sants y cuatro en el hospital), más positivos en los centros de Sant Just y Tordera, datos reconocidos por su director de operaciones, Antonio Morales, a este medio. Los familiares elevan la cifra a 29 óbitos solo en la capital catalana. En Madrid, la Fiscalia Superior investiga si hubo abandono de residentes. En Cataluña, el Govern entró ayer con fuerza y se llevó a decenas de usuarios a hospitales de la Ciudad Condal.
Brote letal en la residencia Vitalia de Sants (Barcelona) / CG
Auge del 'rey de los asilos'
El coronavirus ha noqueado a Chema Cosculluela. El directivo, formado en la escuela de negocios IESE de la Universidad de Navarra, es cofundador en Teca Consultores. Esta firma entró en contacto con un gran grupo de geriátricos para realizar encargos a principios de los años 90. Y Chema vio hueco. Se alió con Dragados para gestionar una residencia en un pueblo de Córdoba, tal y como admitió él mismo a Alimarket. Dragados buscaba un socio tecnológico y ellos, uno industrial. Nació así Vitalia Assde, una pequeña operación para mayores en Andalucía que arrojó una facturación de 2,5 millones y un ebitda (resultado bruto de explotación) de 650.000 euros en 2018, úlitmo ejercicio disponible en el Registro Mercantil.
Nadie en aquel momento pensaba que el rey de los asilos llegaría tan alto. Cierto es que Dragados se desvinculó de un plan de inversiones para inyectar 150 millones de euros en el sector de las residencias cuando se fusionó con ACS en 2003. No menos cierto es que Cosculluela encontró otros socios. En Andalucía buscó músculo financiero en Cajasur y El Monte. En Aragón, también la banca. En Cataluña, las constructoras Tau --ya extinguida--y Altiare, sucesora de Proinosa y también estrellada. El ladrillo es un sector que conoce Cosculluela, pues el empresario participó en Hormigones del Pirineo, un fabricante de hormigón radicado en Monzón (Huesca). En materia de residencias, la política del directivo fue la de ir a buscar aliados sobre el terreno para sostener el crecimiento orgánico. Lo consiguió. Entró en varios mercados y los fondos se fijaron en su negocio.
Explosión
El auténtico despegue de Vitalia Homes y su fundador llegó en 2015. Nueve años después de romper con Dragados y aventurarse en solitario, Cosculluela, el antiguo consultor, dio el pelotazo. Se fijó en su negocio Portobello Capital, un gestor de inversiones con un amplio portafolio en el middle market nacional. La firma liderada por Íñigo Sánchez-Asiaín, Juan Luis Ramírez, Luis Peñarrocha, Ramón Cerdeiras y Carlos Dolz, un referente en el sector, tomó una participación minoritaria en el grupo geriátrico. A los tres meses, el fondo subió participación hasta la mayoría. Coscullela conservó un 10% y el rol de consejero delegado.
El envejecimiento de la población española se había convertido en un caramelo para los fondos. "Cobras 3.000 euros por una plaza y das servicio por 1.200 para una plaza. Una residencia privada es buen negocio", insisten fuentes del sector. Los vehículos de capital riesgo olieron sangre, Portobello entró en 2015 y puso a la venta en 2016, tal y como consignó entonces El Confidencial. Entrar, facturar y salir. La firma de Sanchez-Asiaín se quedó un 10%; Cosculluela, otro 10%, y entró en 2017 otro fondo británico, que compró su posición por 300 millones de euros. En aquel momento, Vitalia Home era ya uno de los big five de los geriátricos en España con una facturación superior a los 90 millones de euros.
Coronavirus: "Gestión nefasta"
En enero de 2019, el grupo se plantó con 44 activos y 6.461 camas geriátricas en España. Pero aspiraba a más. Vitalia Home movilizó 50 millones de euros y pidió otros 50 millones al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para comprar viejos asilos y transformarlos, amén de para lanzar nuevas líneas de negocio, como las casas tuteladas. El acuerdo se cerró a finales del año pasado: el grupo zaragozano, ya convertido en un referente nacional, recibió 57,5 millones de préstamo del llamado Plan Juncker para sumar otros 19 geriátricos en Madrid, Cataluña, Castilla y León, Murcia y Comunidad Valenciana. Poco sospechaba Cosculluela que un microorganismo que aquel mismo mes estaba infectando una megalópolis y hub ferroviario en China, Wuhan, daría al traste con sus planes.
Ocurrió. El SARS-CoV-2 golpeó y dejó ko a China, pero el gigante asiático se encerró en sí mismo y logró zafarse de la pandemia. El virulento agente pandémico se trasladó a Europa. ¿Cómo afrontaba Vitalia la crisis? "Mal. Con grandes centros y diseños diáfanos. Con poco personal. Cuando falla una enfermera o gerocultor se nota enseguida. Son aparcamientos de ancianos, no lugares medicalizados preparados frenar una pandemia", explican fuentes del sector. Dicho y hecho. El virus entró por el personal, que empezó a caer enfermo por falta de material de protección. El patógeno pasó a los residentes y desarrolló neumonías en muchos de ellos. Mortales en un número desgarrador. Las medidas de profilaxis urgentes, los rescates de Gobiernos e incluso la ayuda del Ejército no son suficientes. El virus ha noqueado al rey de los asilos. Éste ha pedido ayuda a los gobiernos autonómicos de Ayuso en Madrid y Torra en Cataluña, dos territorios donde se ha anotado la cifra de 100 muertos en sus centros. Olvida Cosculluela presentar credenciales: 91 millones facturados en 2018; ingresos de 101 millones y un beneficio bruto de 19,80 millones. Vitalia ha pasado de presentar proyectos de crecimiento a lo largo y ancho de España a pedir rescates con dinero público.