Miguel Cardoso (i), economista en jefe para España de BBVA Research y Christian Terribas (d), director territorial de BBVA / BBVA

Miguel Cardoso (i), economista en jefe para España de BBVA Research y Christian Terribas (d), director territorial de BBVA / BBVA

Business

El ‘procés’ y los atentados lastran el avance del PIB catalán hasta el 2,1%

BBVA Research señala que la economía catalana se desacelerará desde el avance del 3% registrado al cierre de 2017

12 febrero, 2018 13:10

La economía catalana crecerá en el ejercicio en curso el 2,1%, cifra que implica una desaceleración si se tiene en cuenta que el avance del PIB de 2017 llegó al 3%. Así lo indican las previsiones de BBVA Research, un estudio que se ha presentado este lunes en Barcelona en el que se justifica el parón por la incertidumbre del proceso independentista catalán y el doble atentado terrorista en las Ramblas y Cambrils del verano.

Según el economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, este panorama ha llevado a un estancamiento de la demanda interna y del turismo. Los dos motores principales de la recuperación económica en todo el país, especialmente en la capital catalana y sus alrededores, foco de visitantes de todo el mundo.

Atentados y 'procés'

En el caso de los atentados, el estudio concluye que el efecto sobre el gasto privado de los catalanes se corrigió a las pocas semanas. El problema es que las visitas de turistas extranjeros pueden ser hasta el 2% inferiores sin los ataques terroristas. 

Sobre el clima de incertidumbre política que aún se vive en Cataluña por la falta de un Gobierno de la Generalitat, BBVA Research indica que tiene efectos negativos sobre los atracción de visitantes y el consumo privado, aunque considera que este último efecto es a corto plazo. Peor son los indicadores de inversión que se analizan desde la entidad. Muestran varios trimestres de letanía por esta cuestión. 

Empleo e impacto en otras comunidades

Calcula que el clima menos favorable para la actividad empresarial se puede traducir en una reducción del crecimiento económico de hasta siete décimas en 2018 y hasta medio punto porcentual en 2019. El efecto más palpable sería una reducción en 35.000 los empleos creados en un entorno sin esta incertidumbre política. 

Un impacto que también perjudicaría la actividad de otras Comunidades Autónomas. La cifra final dependerá de la intensidad de las relaciones comerciales que se mantengan. Hecho que, de entrada, suponen malas noticias para Aragón y la Comunidad Valenciana. Por una cuestión de proximidad son las que compran y venden más productos y servicios en Cataluña. 

Crecimiento del 2% en 2019

Por todo ello, el informe de BBVA indica que el PIB mantendrá su letanía en 2019, cuando el crecimiento llegará al 2%. Cifras por debajo del avance del año que acaba de terminar pero que son igualmente positivas, tal y como se pone de manifiesto tanto Cardoso como el director territorial de la entidad, Christian Terribas.

Supone encadenar seis años de expansión en Cataluña si finalmente se cumplen con las expectativas económicas del servicio de estudios de la entidad. Con efectos también sobre el empleo, la lacra que aún se arrastra de la crisis.

Paro al 9,6%

Se prevé que en los próximos dos ejercicios se crearán 136.000 puestos de trabajo y que la tasa de paro se reducirá hasta el 9,6% a finales del año que viene frente al 12,5% con el que se cerró 2017. Cifra que está por debajo del 15,7% que se registró en el resto del Estado.

BBVA Research destaca que la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), con el mantenimiento de los tipos bajos que impulsan la inversión y el consumo; la inercia que ya llevaba la economía catalana; y el escenario de recuperación global, compensan en parte los efectos de la desaceleración del crecimiento del PIB respecto a la generación de ocupación. 

Los responsables del banco no descartan mejorar sus perspectivas económicas para Cataluña. Aunque, de nuevo, pide estabilidad. Que se implementen "políticas que reduzcan el actual nivel de incertidumbre, mejoren la percepción de la solvencia de las cuentas públicas y que permiten continuar con el avance en productividad", concluyen los responsables del informe.