Imagen de los asistentes al Mobile World Congress (MWC) de Barcelona. La otra cara del MWC: la guerra de patentes / CG

Imagen de los asistentes al Mobile World Congress (MWC) de Barcelona. La otra cara del MWC: la guerra de patentes / CG

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La otra cara del Mobile World Congress: la guerra de patentes

Las compañías chinas copan las demandas en los juzgados mercantiles de Barcelona, en un dispositivo especial para la feria del móvil

28 febrero, 2018 00:00

El debate sobre la innovación y el futuro de la tecnología móvil, con el consiguiente impacto en todas las parcelas vitales, es la máxima de la edición actual del Mobile World Congress (MWC) de Barcelona. Pero más allá de anuncios relacionados con el 5G y el Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés), la feria resulta un campo de batalla entre las tecnológicas para defender su valor más preciado, las patentes y los derechos de propiedad intelectual.

La organización del congreso, la todopoderosa GSMA, es consciente del nivel de conflictividad que existe en el sector y pide celeridad en la tramitación de las demandas que se generen entre expositores. Cuenta para ello con la colaboración de los juzgados mercantiles de la capital catalana, dotados de un protocolo que marca un servicio de guardia para evacuar las cuestiones lo antes posible.

Especialización de salas

Fuentes jurídicas destacan que la partida catalana cuenta con una ventaja competitiva respecto a otros tribunales: la especialización de ciertas salas en pugnas empresariales al entorno de la propiedad intelectual. Los juzgados mercantiles barceloneses incluso están bregados en cuestiones que afectan a multinacionales. Han intervenido, por ejemplo, en la guerra de Nestlé para preservar la exclusiva de sus cápsulas monodosis, resuelta finalmente en la oficina de patentes de la Unión Europea, y en la batalla de Thermomix contra Taurus por sus robots de cocina.

En los dos primeros días del MWC son las tecnológicas chinas las que copan las demandas mercantiles. Una tendencia que se inició en la semana previa a la apertura de puertas del recinto Gran Vía de Fira Barcelona. El 20 de febrero, el titular del Juzgado Mercantil 4, Alfonso Merino Rebollo, dictó una fianza de 200.000 euros al fabricante Xiaomi para evitar que se le retuvieran los dispositivos móviles Redmi Note 5ª, MI A1 y MI MIX 2 tras una demanda interpuesta por Tot Power Control.

Fue una medida cautelar que se interpuso de forma especialmente veloz, indican los mismos interlocutores. La parte actora había interpuesto la demanda en la misma fecha en que el magistrado resolvió.

Empresas chinas

Desde que empezó oficialmente el MWC se han sucedido las pugnas judiciales. Este martes se ejecutaron otras dos medidas cautelares sobre compañías de la misma nacionalidad, el grupo Shenzhen Boway Electronics y la firma Shanghai Niuyu Network Technology, cuyo nombre comercial es Vernee.

Fractus SA, tecnológica radicada en Sant Cugat del Vallès, ha conseguido que la sala número 5 de lo Mercantil retirara del MWC varios dispositivos móviles de la primera al considerar probado que infringió una patente propiedad de la empresa catalana. Se requisaron y pusieron en los depósitos varios modelos que se encontraban en los estands de los fabricantes chinos.

Acuerdos entre las partes

El Mercantil 1, especializado en patentes, también se pronunció sobre otra firma del mismo país, Shanghai Doke Electronic. En este caso, decidió dejar sin efecto las decisiones tomadas en la jornada anterior a raíz de un acuerdo entre el demandante y la empresa denunciada.

Los juristas consultados explican que los pactos en este sentido son habituales. Recuerdan que este tipo de batallas por patentes tecnológicas se saldan con un ajuste económico. Asimismo, ratifican que los grupos chinos suelen estar en el ojo del huracán de este tipo de pugnas enmarcado en la fama y la tradición industrial del país. Esperan que hayan nuevas rencillas en lo que queda de MWC. Cuestiones que se mantendrán vivas en los tribunales de Barcelona en los próximos meses.