La startup de seguros Gocleer quiebra sin activos y con una deuda de tres millones

La compañía barcelonesa Yukar Digital, impulsora de la startup Gocleer, está tocada y hundida tres años después de su lanzamiento.

El Juzgado Mercantil número 1 la ha declarado en concurso de acreedores de carácter terminal. El balance presentado es ruinoso, pues no ha quedado ningún bien en pie. Arroja un activo de cero euros y un pasivo exigible de algo más de 3 millones.

A un paso de la extinción

Dado el estado comatoso de la firma, el juzgado está a la espera de que algún acreedor solicite el nombramiento del correspondiente administrador concursal. Si ello no ocurre, dictará la disolución.

Yukar Digital se constituyó en 2019. El lanzamiento de su aplicación se demoró hasta comienzos de 2021.

Ahorros

Se trata de una original plataforma dedicada a la intermediación de seguros de movilidad. Aplicaba descuentos de hasta el 30% a los conductores que menos utilizan sus vehículos y los bonificaba si eran respetuosos con el medio ambiente. El producto estaba destinado a los clientes más jóvenes. Gocleer ofrecía pólizas de Arag, Asegrup, Axa, Munich Re y Reale.

Inversores

Yukar Digital-Gocleer nació cuando se hallaba en vigor el confinamiento por la pandemia. Fue impulsada por Antonio Gonzalo Morales Ortega y Danae Vara Borrell.

En 2020, ambos socios cedieron una parte del capital a varios fondos especulativos especializados en firmas digitales incipientes. Se trata de Antai Venture Builder, Ebisu Business Angels y Yumot Capital Partners.

Dinero fundido

Sus representantes respectivos son Miguel Vicente Verdoy, Gerard Olivé Fernández y Eduardo Salvo Altolaguirre.

Los recursos aportados por los socios se consumieron en el desarrollo de la empresa, mientras que los ingresos generados han sido meramente testimoniales. El saldo acumulado de las operaciones arroja unas pérdidas de 2,1 millones y unos ingresos ínfimos, de solo unas pocas decenas de millares de euros.

Éxitos y leñazos

La mentada Antai invirtió en varias decenas de firmas digitales en el curso de los últimos años. La mayoría de ellas se desenvolvieron con éxito y proporcionaron saneadas plusvalías. Pero también hubo algún que otro tropiezo, que acabó en un descalabro.

Es el caso de Time Digital Factory, propietaria de la marca de relojes Havet, que se hundió en bancarrota en 2019.

Supermercados y seguros

En 2022 pasaron por el mismo trance el supermercado virtual Deliberry; las corredurías de seguros en internet Singular Cover y Elma Digital Networks; y la web para propietarios de mascotas Mascoteros.

Para rematar la faena, el año pasado quebraron el portal inmobiliario Prontopiso y la tienda de cosméticos Bepretty.