La histórica papelera gerundense LC Paper siguió en pérdidas en 2022

La producción de papel encierra dos componentes fundamentales, los precios de la celulosa y de la energía, que suponen el 60% de los costes. Pues bien, la celulosa experimentó el año pasado una subida del 60% y el gas natural, de nada menos que el 271%.

Resultados

Ambos factores ocasionaron un desbarajuste considerable. LC trasladó a sus precios de venta los costes sufridos. Gracias a ello, el importe de los ingresos se disparó un 70% y llegó a rozar los 64 millones. Pero ni siquiera así se pudieron evitar los números rojos. El ejercicio concluyó con un déficit antes de impuestos de 2,7 millones, contra los 4,1 millones, asimismo negativos, del periodo anterior.

Iniciativas

Los administradores Joan Vila Simón y Pau Vila García aseveran en la memoria anual que para conjurar los problemas, se ha puesto en marcha una serie de medidas que ya este mismo año se espera afloren efectos benéficos. Una de ellas consiste en contratar una asesoría externa para la adquisición de energía en los mercados de futuros. Tal decisión acarreó una sensible rebaja del dispendio por dicho concepto.

Del gas al biometano

Asimismo, se aceleró la implantación de un parque fotovoltaico de 4 MW de potencia en el predio contiguo a su factoría de Besalú. Por último, se acordó prescindir en la medida de lo posible del gas natural y sustituirlo por la biomasa y el biometano. Este último procede de las deyecciones de explotaciones ganaderas sitas en Cataluña.

Al margen de las vicisitudes transcritas, LC también hubo de afrontar en 2021 una sanción de 629.000 euros de la Comisión de la Competencia, por haber constituido un cártel con otros grupos del sector.

Instalaciones

LC Paper posee sendas plantas de producción en los municipios norteños de Beuda, Besalú y Fornells de la Selva, con un centenar de empleados. En dichos centros manufactura papeles para embalaje, hostelería y alimentación, tissú y papeles especiales.

LC es una casa muy antigua. Su nacimiento se remonta a 1881, cuando el ciudadano francés Jean Grelon se asocia con el comerciante catalán Sebastián Rosal para abrir una fábrica papelera en Besalú. La familia Vila, actual propietaria, entró en el accionariado a mediados del pasado siglo.

Otros accionistas

En el capital figuran dos socias minoritarias. Son las entidades Fabricel, de Casarrubios del Monte (Toledo), y la madrileña García de Pou, titulares cada una del 12%.

El balance de LC Paper comprende unos activos de 43 millones, un patrimonio de 7,6 y una deuda financiera de 13,5.