Los Lara García liquidan el grueso de su deuda con Planeta antes de salir del grupo
Una de las tres ramas familiares que se reparten el capital del gigante editorial y de medios de comunicación afronta una complicada operación de venta dado el carácter minoritario de la participación y su elevado precio, que podría reportar plusvalías en torno a 800 millones
23 noviembre, 2023 00:00Noticias relacionadas
La familia Lara García ha querido dejar lo más despejada posible su situación en el Grupo Planeta antes de iniciar un proceso de salida que no será sencillo y que supondrá un hito histórico en los tres cuartos de siglo de vida del gigante editorial. La familia que pondrá en el mercado su 33% de la compañía amortizó buena parte de la deuda que mantenía con Planeta a través de préstamos antes de encargar la venta de sus acciones en la firma. Para ello, recurrió incluso a reservas de libre disposición.
Sobol 1998 es la mercantil a través de la que el exconsejero delegado de Planeta, José Lara García, y sus hermanos ostentan su participación en el grupo de comunicación. Esta firma dejó en algo más de medio millón de euros el saldo acreedor con su participada en diciembre de 2022. La cantidad se articula a través de cuatro préstamos como parte de la habitual operativa que se da entre sociedades vinculadas.
Dividendo y reservas
En concreto, Sobol repartió entre sus socios (los componentes del núcleo familiar, incluida Consuelo García, madre de José y viuda del expresidente de Planeta José Manuel Lara Bosch) un dividendo de 5,765 millones de euros. Hubo de recurrir a reservas de libre disposición, toda vez que los resultados del ejercicio arrojaron un beneficio de 1,496 millones.
Del citado dividendo, un total de 3,266 millones fue destinado a cancelar la deuda con partes vinculadas, que se corresponde con el citado saldo acreedor con Planeta. Según figura en el registro de cuentas anuales de la sociedad, el resto del dividendo es pagadero en efectivo a los socios de la instrumental.
Preparar el terreno para la venta
De esta forma, los Lara García dejaron prácticamente saldadas sus cuentas con Planeta como paso previo a iniciar la venta de su participación. Comunicaron al resto de los accionistas del grupo la operación a inicios de la presente semana, un cambio destacado en el accionariado del imperio fundado a finales de los años 40 por José Manuel Lara Hernández.
"Este tipo de movimientos no se producen de la noche a la mañana, llevan su proceso y su maduración y, en la mayoría de los casos, implican preparar previamente el terreno para facilitar su ejecución", apunta una fuente del mercado.
Operación complicada
No obstante, la venta, encargada al banco de inversión Morgan Stanley, no será sencilla. Ni por el volumen de la operación ni por las características de la participación.
De entrada, se trata de un porcentaje minoritario, un tercio de las acciones, y que estará en desventaja frente al que suman los otros dos socios. Se trata de los núcleos familiares herederos del fundador que permanecen vivos y que ya han mostrado una total vocación de permanencia en el capital y compromiso con la compañía.
Influencia limitada
Es decir, el o los futuros nuevos socios de Planeta contarán con una cuota de mando e influencia en la toma de decisiones notablemente limitada. Este extremo ha formado parte del conjunto de factores que han llevado a los Lara García a salir de Planeta, especialmente a raíz de la destitución de José Lara como consejero delegado, por desavenencias con el resto de la dirección.
Desde el punto de vista financiero, la compañía editora tampoco resulta el modelo más atractivo para un inversor de este perfil. La mayor parte de sus resultados los reinvierte en su actividad para seguir creciendo y apenas reparte un dividendo simbólico entre sus accionistas.
Sin ir más lejos, la propia Sobol 1998 percibió algo más de 1,2 millones de euros por este concepto en 2022, cuando aún ostentaba el 25,8% del capital. Dado que Planeta no cotiza en bolsa, tampoco tiene la presión del mercado para ofrecer una retribución los suficientemente atractiva para atraer inversores.
Además, la participación que ponen a la venta los Lara García contaría con una valoración próxima a los 900 millones de euros, resultado de emplear un multiplicador de aproximadamente ocho veces el resultado operativo (Ebitda) de Planeta, una ratio que el mercado considera más o menos razonable.
Jugosas plusvalías contables
Si se tiene en cuenta que la valoración en libros de la participación en manos de Sobol roza los 62 millones de euros, la operación reportaría plusvalías contables en el entorno de los 800 millones de euros.
Esta valoración se corresponde con el 25,8% que los Lara García tenían a finales de 2022. Este porcentaje ascendió al actual 33% a mediados del presente ejercicio. Fue entonces cuando falleció María Isabel Lara, hija del fundador de Planeta, que contaba con un 24% del grupo sin descendencia. Su participación se dividió entre todos los herederos. Es decir, sus sobrinos.
El 66% restante de Planeta está en manos de los Lara Hoces, los herederos de Fernando Lara, fallecido a mediados de los 90 en un accidente de tráfico; y de Inés Lara Bosch, la única hija directa del fundador que permanece viva.