Prénatal, una crisis que ya dura 15 años

La empresa constituyó durante muchos lustros una fuente incesante de beneficios, que luego expatriaba a Italia mediante el pago de dividendos a su accionista, el grupo Artsana, de Grandate.

Desplome de las ventas

Los primeros indicios de que esa plácida existencia tocaba a su fin emergieron a finales de 2002. Fue ese el último ejercicio en el que las ventas crecieron. En el curso del siguiente dio comienzo un declive que todavía hoy no se ha frenado. En estos quince ejercicios de postración, la cifra de negocio se ha derrumbado de 142,7 a 23,5 millones.

La aparición de resultados adversos es algo más reciente. Se remonta a 2007. Ese año, coincidente con los primeros estallidos de la burbuja inmobiliaria, afloran los primeros números rojos. Diez años después, la entidad sigue anclada en ellos. El saldo total acumulado alcanza los 115 millones. La red comercial, que en los buenos tiempos llegó a rebasar los 100 puntos de venta, se limita hoy a 41. La plantilla se compone hoy de 217 personas. La pérdida de puestos de trabajo asciende a 550.

Avisos del auditor

En resumen, los ingresos han menguado un 81%, el entramado comercial se ha recortado un 60% y la plantilla, un 67%. El auditor que revisa las últimas cuentas advierte de que ha celebrado varias reuniones con la dirección de la casa y ésta le asegura que Artsana mantendrá su firme propósito de apoyarla.

De hecho, Artsana he remitido a Prénatal una carta en la que se compromete a prestarle los recursos que sean necesarios para mantenerla a flote. El auditor también destaca que el 73% del activo corresponde a las existencias, compuestas sobre todo prendas textiles y artículos de puericultura.