Las cámaras de Olympus rompen una racha negativa y crecen por primera vez en siete años
Las afamadas cámaras japonesas Olympus celebran el año próximo las bodas de oro de su establecimiento en España. La efeméride se produce justo cuando acaba de romper una racha negativa que se arrastraba desde 2009, periodo coincidente con un generalizado marasmo del consumo. En dicha etapa, las ventas llegaron a caer a la mitad.
Por fin, en 2015 se paró en seco el declive y comenzó la recuperación. La cifra de negocio subió un 11,5% y llegó a los 94,3 millones de euros, de los que el 86% correspondió a la venta de cámaras y el resto, al servicio técnico.
Pese a la notable recuperación, la firma aún habrá de crecer durante bastante tiempo para alcanzar los 165 millones de facturación que consiguió en el ejercicio de 2008, el de mayores ingresos en sus casi cincuenta años de presencia en el mercado español. Con todo, es de subrayar que aunque las ventas se batieron en retirada, la firma siempre logró resultados positivos. Los del último año subieron de 3,4 a 3,7 millones.
No sólo cámaras
Olympus es conocida en el mercado sobre todo por sus avanzadas cámaras fotográficas. Pero su actividad es más amplia. También comercializa en el mercado peninsular sistemas de grabación de audio para profesionales, prismáticos, microscopios y tecnología y maquinaria de usos médicos. La plantilla de la compañía creció el año pasado de 200 a 240 personas.
La filial ibérica del grupo nipón tiene la sede central en l’Hospitalet de Llobregat. Está presidida desde el año pasado por Frank Drewalowski, tras el cese de José Ignacio Abiá Buenache. De consejero delegado ejerce Miguel Ángel García Requena.