General Motors acumula una riada de pérdidas en España
El gigante automovilístico General Motors ha invertido este año cerca de 50 millones de euros en la renovación de su planta industrial de Figueruelas (Zaragoza), en la que trabajan 5.600 personas. Los recursos se han destinado sobre todo a acondicionar las instalaciones para el lanzamiento del nuevo Opel Meriva y el Mokka.
La compañía prevé alcanzar este año una producción de 355.000 vehículos, frente a los 320.000 de 2014, lo que implica que todos los días del año sale de las líneas de montaje casi un millar de coches. Nueve de cada diez unidades fabricadas en Figueruelas se destinan a la exportación.
Un déficit desbordante
General Motors contabilizó durante el pasado ejercicio una facturación de 3.798 millones, un 19% por encima de los 3.177 millones del año anterior. Los 39 millones de beneficio declarado en 2013 se transformaron en unas pérdidas de 40 millones en 2014. En 2012, el quebranto había ascendido a nada menos que 896 millones. En los últimos diez años, la compañía sólo ha declarado al fisco resultados positivos en dos ejercicios, con un saldo deficitario conjunto de 1.825 millones de euros.
En el presente año, Competencia ha propinado a 23 concesionarios de Opel, junto con otras marcas, unas multas de 3,2 millones de euros por prácticas constitutivas de cártel. Por el mismo motivo impuso una sanción de 22,8 millones, dentro de una multa total de 171 millones, a diversos fabricantes y distribuidores.