Álvaro Gandarias y Claudia Creuheras, el día de su boda, y una imagen del Resort La Costa / CG

Álvaro Gandarias y Claudia Creuheras, el día de su boda, y una imagen del Resort La Costa / CG

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El imperio turístico que se esconde tras ‘El novio de la muerte’

La boda de Claudia Creuheras y Álvaro Gandarias ha saltado a la fama por el himno oficioso de la Legión cantado a pleno pulmón en el Empordà: aquí es donde se hizo la fiesta

17 julio, 2019 00:00

Fue la semana pasada. Un discreto pero elegantísimo enlace reunió a lo más granado de la burguesía catalana y nacional en el Baix Empordà, uno de los feudos del independentismo catalán (en Torroella de Montgrí, capital comarcal, donde el secesionismo logró el 69% de votos en las elecciones europeas del 26 de mayo, frente al 49% en el resto de Cataluña). Las nupcias unieron en sagrado matrimonio a Claudia Creuheras (25), primeriza de José Creuheras --presidente de Grupo Planeta--, con Álvaro Gandarias, directivo de Investindustrial, en la iglesia de Sant Genís, y pasaron relativamente desapercibidos pese a la presencia de vips como Florentino Pérez, Carmen Posadas, Josep Sánchez Llibre, Boris Izaguirre, el matrimonio Tous, Estopa, Susana Griso o Julia Otero, entre otras celebrities. Trascendieron fotos con cuentagotas, aunque un vídeo tomó las redes y causó un pequeño terremoto: el de los novios cantando el cuplé El novio de la muerte, himno no oficial de la Legión, a espaldas del resto de invitados.

El simpático momento echó al traste la voluntad de discreción de Creuheras y Gandarias y azuzó un agrio debate en las redes sociales. El independentismo, cómo no, saltó al cuello de novio y novia y sus familiares. Tuiteros más moderados recordaron que en los convites de bodas los recién casados y sus acompañantes se lanzan a todo tipo de juergas que no deberían ser juzgadas sin su debido contexto. El rifirrafe político tapó uno de los aspectos clave de la boda. ¿Dónde ocurrieron los hechos? ¿Qué DJ es el héroe o culpable de haber hecho pasar un buen rato a la pareja y sus acompañantes, según unos, o de haber perpetrado un aquelarre, según el secesionismo? La respuesta se encuentra en Les Teules o Mas Gelabert, un local de eventos y restaurante de banquetes de primerísimo nivel operado por una de las familias de más alto abolengo del Empordà.

Celebración de una boda en el Resort La Costa / CG

Celebración de una boda en el Resort La Costa / CG

La dinastía Parera

Un nombre se refugia detrás de la coqueta masía Gelabert: los Parera. Esta familia puede trazar su origen en los indianos, los catalanes que se asentaron en Cuba para desarrollar allí sus intereses cuando la isla caribeña era una colonia española. Algunos de ellos amasaron auténticas fortunas antes de volver. Es el caso de Pere Coll Rigau. Este empresario oriundo de Torroella de Montgrí --municipio donde se dieron el sí, quiero Creuheras y Gandarias-- murió en la emigración en 1918, no sin antes haber ganado una pequeña fortuna con la producción y venta de cerillas. Coll bisabuelo había comprado los terrenos de Mas Gelabert en 1894 para iniciar el cultivo de arroz. Más de un siglo después su bisnieto, Baltasar Parera, es presidente del consejo de administración de Balade SA, la sociedad que explota la masía como elegante venue de eventos y en la que se pegaron un fiestón castrense los invitados de la boda de El novio de la muerte.

Vista de las piscinas del Resort La Costa, propiedad de los Parera / CG

Vista de las piscinas del Resort La Costa, propiedad de los Parera / CG

Los Parera tienen algo más que unos simples terrenos en los que celebrar guateques. El patriarca del clan operó una firma de agricultura Arrocera de Pals SL --ya liquidada-- y capitanea una empresa de apartamentos turísticos (Arenales de Mar SA) desde Sant Cugat del Vallès. Figura al frente del holding familiar, Picuit SL, constituida en Madrid en 1990 con un capital social de 500.000 euros y la inmobiliaria Serres de Pals SL, que, pese a su nombre, tiene el domicilio social en la avenida Diagonal de Barcelona. El directivo es también el piloto de Golf de Pals SA, la sociedad que está detrás del campo de golf de la localidad costera y que ingresó 1,7 millones en 2017. Ganó cerca de 240.000 euros. Es propietario del cámping Playa Brava y los apartamentos Golf Pals. Para redondear el conglomerado familiar, los Parera controlan también el Resort La Costa, un hotel de cuatro estrellas en la Costa Brava.  Sus hijos son los organizadores del White Summer, el festival de verano de la gente bien catalana que se celebra entre Pals, Sotogrande y el outlet de La Roca Village.

El presidente catalán prófugo, Carles Puigdemont, con Adelina Sanglas (d), matriarca de los Parera / EFE

El presidente catalán prófugo, Carles Puigdemont, con Adelina Sanglas (d), matriarca de los Parera / EFE

Solo Balade SL, la mercantil del espacio donde se cantó El Novio de la muerte, movió ocho millones de euros en 2017, último ejercicio disponible. Ganó 1,5 millones antes de impuestos para los Parera. Éstos, no obstante, tienen más intereses. Se consideran los introductores del arroz en Pals, sí, pero también del golf. Curiosamente y para desazón de los independentistas, el expresidente catalán prófugo, Carles Puigdemont, acudió a agasajar al matrimonio Baltasar Parera-Adelina Sanglas --matriarca-- en 2016, en ocasión del cincuenta aniversario de la instalación deportiva. No fue la única vez que los Baltasar, dueños de la finca donde se jaleó a Creuheras y Gandarias, se rodearon de gente chic. El pater familias es miembro del patronato del Parque Natural del Cap de Creus y creó la Fundación Privada Begur-Cuba, que une a los antiguos indianos catalanes con la isla caribeña, donde la revolución comunista de 1959 les arrebató tierras en La Habana. ¿Las recuperará la estirpe catalana? "La restitución es harto difícil. En estos momentos no se puede ni pedir", admitió Baltasar en 2007 en El Punt Avui.

Una imagen del festival White Summer, creado por los Baltasar / CG

Una imagen del festival White Summer, creado por los Baltasar / CG

"Más hoteles como el de los Baltasar"

Preguntados por esta cuestión, la familia catalana que dirige el imperio turístico donde se cantó El novio de la muerte la semana pasada no ha querido aportar su versión. Sí lo han hecho empresarios hoteleros de la zona, que han recordado que Les Teules-Mas Gelabert, donde Creuheras y Gandarias cantaron el himno legionario a pleno pulmón tras colocarse las alianzas matrimoniales, para su gozo, o para desespero de otros, los independentistas, "no es especial". Uno de ellos ha recordado que "ha asistido a incontables bodas y banquetes en la zona en distintas masías de la Costa Brava y no ha repetido ninguna vez". Bajo su punto de vista, la operativa turística de los Parera "es importante, pero no relevante", habida cuenta del "monocultivo que tiene el alquiler vacacional en la zona de la Costa Brava centro", donde contrajeron matrimonio la pareja. "De Tossa de Mar (Girona) hacia arriba apenas hay hoteles", ha recordado. ¿Por qué eligieron las familias Creuheras-Gandarias esta ubicación? "Por conocimiento personal. O por el hecho de tener una villa cerca. No es un lugar que despunte".
 

Les Teules-Mas Gelabert, donde Claudia Creuheras y Álvaro Gandarias cantaron 'El novio de la muerte' / CG

Les Teules-Mas Gelabert, donde Claudia Creuheras y Álvaro Gandarias cantaron 'El novio de la muerte' / CG

De hecho, Les Teules-Mas Gelabert "no genera producto turístico de calidad", al contrario que los hoteles de lujo. "Un alojamiento cuidado produce oferta en sí mismo. Un turista de nivel puede optar por veranear en la Costa Brava si en una localidad concreta hay un hotel de lujo que le gusta. Pero en ese terreno la balanza se decanta a favor de Cerdeña o Grecia, por ejemplo", ha remachado. Es en este terreno, el del turismo premium, donde los Parera se mueven. Y, a tenor de su cartera de activos, no les va nada mal.