Berkeley en el municipio salmantino de Retortillo / BERKELEY

Berkeley en el municipio salmantino de Retortillo / BERKELEY

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Berkeley reactiva sus proyectos de minería en España

La minera australiana intenta resucitar su explotación de uranio en Salamanca como sustituto a Rusia y buscará litio y tierras raras en territorio español

29 abril, 2022 13:08

La minera australiana Berkeley vuelve a tener planes para España. Tras el fiasco de la mina fantasma de uranio de Salamanca, la compañía ha lanzado un programa de exploración de litio y otros materiales utilizados para componentes tecnológicos como las baterías.

La guerra de Putin ha dado alas a la mina de Retortillo, a la que el Gobierno denegó la autorización para una planta de concentrado de uranio. La energía nuclear vuelve a estar en el foco como posible sustituto a la energía rusa, lo que podría resucitar el proyecto.

Resurgimiento de la nuclear

Más allá de la revalorización del uranio, que ha más que doblado la cotización en bolsa tanto de Berkeley como de su filial española, la invasión de Ucrania ha agravado la escasez de determinados metales y minerales. En este contexto, la multinacional minera buscará litio, cobalto, estaño, tungsteno y tierras raras en España.

En un informe trimestral, publicado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la firma señala que más allá del análisis de la dotación de minerales y metales en la provincia de Salamanca y en otras regiones de España para identificar otras oportunidades, sigue defendiendo su posición contraria del Ministerio para la Transición Ecológica a la planta salmantina de Retortillo. Asimismo, recuerda que después del primer trimestre del año anunció un acuerdo para cerrar el litigio que mantenía con la Autoridad Inversora de Omán (OIA) en los tribunales australianos, a cuenta de los 65 millones de dólares australianos (43 millones de euros) que el fondo soberano le inyectó para financiar la mina de Salamanca.

En manos del PP

El acuerdo con Omán incluía la venta a un precio fijo de 35 céntimos de dólar australiano (23 céntimos de euro) de los 186 millones de acciones que la minera emitió para cubrir la deuda que le reclamaba el fondo soberano, a Argonaut Securities, consorcio integrado por distintos fondos de inversión y grandes inversores. Con ello, se han suspendido las acciones legales abiertas en el Tribunal Supremo de Australia Occidental. Asimismo, Berkeley Minera repasa en su informe las perspectivas de la energía nuclear y del mercado de uranio, que dice que se han fortalecido en el primer trimestre de 2022.

Indica que la respuesta a la invasión rusa de Ucrania y la preocupación por las prohibiciones de importación del petróleo y el gas ruso se están expandiendo al uranio. También recuerda que los precios de la electricidad en España han aumentado más de diez veces en comparación con hace un año, con incrementos de precios similares en Europa, lo que dice que está causando "disturbios sociales y económicos masivos". Berkeley también deposita sus esperanzas en el futuro de la energía nuclear en España en el PP, que recuerda que es el principal partido de la oposición en el país. Según la compañía, este partido ha esbozado sus propuestas económicas para hacer frente a la crisis de aumento de precios y de poder adquisitivo de las familias.

¿Nucleares o Putin?

Berkeley asegura que las actuaciones incluyen la "resurrección" de la energía nuclear en España y extender la vida útil de los reactores, en línea con lo que están haciendo esos países europeos. En este sentido, la compañía explica que el PP cree que la tecnología nuclear debe jugar un papel clave en la transición ecológica como apoyo a las energías renovables.

Asimismo, señala que su objetivo es que los reactores puedan operar hasta 60 años (20 años más que en la actualidad), bajo la supervisión y aprobación del Consejo de Seguridad Nuclear. Según Berkeley, sin la nuclear habría un mayor consumo de gas y una mayor dependencia de países como Rusia. En este sentido, señala que las instalaciones de fabricación de combustible y energía nuclear existentes en España importan aproximadamente el 39% del uranio requerido desde Rusia, según datos correspondientes a 2020.