El hombre que se enfrentará a los fondos en el puerto más 'pijo' del Maresme

Es el hombre que se enfrentará a los grandes grupos y a los fondos de inversión en el puerto más pijo del Maresme. Fran Ripoll, ingeniero, pilota el intento de revalidar la concesión de la marina deportiva de Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona), uno de los municipios más ricos de Cataluña. Media docena de grandes grupos también quieren ese contrato. 

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Lo detallan fuentes del sector, alertando de que Ports de la Generalitat licitará en 2026 la nueva concesión de los 775 amarres. El encargo subirá a cerca de 80 millones de euros, puesto que incluye la gestión y la transformación urbanística de la zona para armar una marina de lujo, como explicó Metrópoli. 

"Mucho interés"

El problema es que los grandes operadores de la náutica premium han puesto el ojo en ese contrato público. En estos momentos lo retiene el Club Náutico El Balís, y la entidad sociodeportiva quiere revalidarlo. 

Pero sufrirá, porque titanes del ocio náutico, algunos participados por el capital riesgo, le quieren quitar la adjudicación. Uno de ellos es Ocibar, de la familia balear Zaforteza, y en el que participa Víctor Urrutia, una de las grandes fortunas vascas --el hombre más rico de Álava, según detalló Crónica Vasca-- y ex número dos de Iberdrola. 

La mallorquina acudirá con la experiencia de operar seis puertos de alto nivel: Marina Botafoc y Marina Santa Eulàlia (Ibiza), Port Tarraco (Tarragona), Marina Port València (Valencia), Marina d'Arechi (Italia) y, sobre todo, el exclusivo Port Adriano, en Mallorca, en el que Ocibar gestiona el amarradero, también la marina seca. 

Victor Urrutia, acciónista de referencia de Ocibar y el hombre más rico de Álava Cedida

"Seremos eficientes"

Preguntados sobre la cuestión, desde Ocibar indican que "no hay nada confirmado". Otras fuentes del sector corroboran que esta firma y otras pugnarán por la concesión. 

¿Cómo la retendrán Ripoll y su equipo? "Con la experiencia de haber gestionado el puerto de manera eficiente durante más de 50 años", explica el presidente. Por el momento, El Balís "solo tiene la información" publicada en el avance del plan director urbanístico (PDUP) por parte de la Generalitat de Cataluña. 

'Dream team': Aran y Andreo

Ese plan director es la única información documental que obra en poder de todos los interesados. Pero desde el sector se recuerda que la nueva concesión de Llavaneres "se publicará este último trimestre del año o el primero de 2026, a todo tardar". 

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Cuando salgan los pliegos, el puerto pijo del Maresme activará su dream team. Desde la industria recuerdan que El Balís "ha fichado a un equipo de lujo para retener una concesión que tiene desde hace medio siglo".

En este elenco se cuenta la abogada Lourdes Aran, también letrada de la Asociación Catalana de Puertos Deportivos (APEC); y, sobre todo, el llamado Messi de las concesiones portuarias: Jesús Andreo, socio Advisory Sector Público de la consultora Russell Bedford y ex jefe de control financiero y de participadas del Puerto de Barcelona.

En paralelo, Llavaneres tambien ha contratado a un equipo de ingeniería ad hoc. 

"La gran batalla"

Con este equipo, lo que a priori será una licitación anodina, para algunos se antoja como el último gran combate del empresariado local contra las gestoras de gran tamaño.

"Se dirime si los puertos de náutica catalana pueden ser operados por clubes náuticos de tamaño medio que representan a la clase acomodada catalana o si esa explotación se cede a grandes compañías con escala internacional", detalla un directivo del sector. 

En ese pulso, el primer grupo presenta "proyectos enraizados" en los municipios a los que da servicio el puertos. Los segundos, fuertes inversiones y reformas que los clubes no pueden igualar. 

Imagen aérea del puerto de Sant Andreu de Llavaneres Cedida

Masnou: el ejemplo

No hay mejor ejemplo de esa pugna que el colosal puerto de El Masnou, también en el Maresme. Como explicó este medio, el ayuntamiento de izquierdas --gobierna ERC con apoyo de PSC y comunes-- pergeñó una prórroga para alargar la concesión al náutico de la localidad playera. 

Ahora, con el fin de esa extensión contractual, se viene otra batalla similar a la del elegante Llavaneres. Pero los de aquí ya se han avanzado. Puerto y náutico locales han lanzado una batería de medidas para poner de relieve el valor que aportan y retener con la concesión de la marina, que es la mayor de Cataluña al norte de Barcelona. Y, de paso, regatear a los grandes operadores. 

Nada epitomiza mejor ese esfuerzo que Masnou Blau, una plataforma que persigue objetivos medioambientales y sociales. Participan el ayuntamiento, náutico, puerto y empresas privadas, y su espiritu es realzar la comunión puerto-ciudad para asegurar la adjudicación kilómetro cero frente a las grandes empresas especializadas.