Restaurante Cuina de Mar 1918, propiedad de la familia Albà (Vilanova i la Geltrú)

Restaurante Cuina de Mar 1918, propiedad de la familia Albà (Vilanova i la Geltrú)

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El sueño hostelero del bufón Toni Albà zozobra bajo el peso de las pérdidas

Su restaurante en la costa barcelonesa 1918 Cuina de Mar contabiliza fondos propios negativos desde hace seis años

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El mesón 1918 Cuina de Mar, de Vilanova i la Geltrú, propiedad del controvertido cómico Toni Albà y su hermana Núria, sigue sin levantar cabeza. En 2024 volvió a cerrar con pérdidas, cifradas en 16.500 euros. Se trata del tercer ejercicio seguido con tinta roja en los resultados.

Si se echa la vista atrás, desde que los hermanos Albà tomaron el mando de la histórica casa de comidas vilanovina hace nueve años, solo obtuvieron beneficios en dos y fueron muy menguados.

Agujero

El saldo acumulado en dicho período arroja un déficit de 237.000 euros. De ellos, 231.000 todavía se arrastran en el balance, pendientes de compensar con las ganancias futuras que puedan obtener.

El binomio Albà ha inyectado en los dos últimos años 56.000 euros para cubrir las necesidades más apremiantes, pero ya se han agotado. La tesorería es negativa en 32.000 euros.

Los recursos propios (capital más reservas) de Cuina de Mar registran un boquete de 112.000 euros y desde hace seis años muestran signo negativo.

Recapitalización

Estas adversidades implican que los Albà habrán de realizar más aportaciones de su bolsillo, para restablecer el equilibrio patrimonial y evitar la disolución.

En el pasivo de Cuina de Mar figuran deudas bancarias a largo plazo por importe de 63.000 euros, contraídas con Caixabank y Banco Sabadell. Asimismo, tenía pendientes de pago 156.000 euros a corto plazo, que figuran en los estados contables en el epígrafe “otras deudas”.

Ventas declinantes

El local, sito en el privilegiado paseo marítimo de Vilanova i la Geltrú, no consigue entrar en números negros ni a tiros. Tampoco logra incrementar sus ingresos. Se redujeron el año pasado hasta los 464.000 euros, que quedan por debajo de las cifras de 2017.

La plantilla fija se compone de seis empleados. Los administradores solidarios son Toni y Núria.

Elevado riesgo de impagos

La empresa Axesor, que evalúa la solvencia de las sociedades de España, otorga al establecimiento una calificación lamentable, de 2 sobre 10. Cita como debilidades los quebrantos habidos, los fondos propios negativos, el elevado pasivo exigible, el empeoramiento de la cobertura de intereses, el escaso volumen de efectivo e inversiones corrientes, y su pertinaz incapacidad para generar recursos con la actividad ordinaria.

Ante semejantes factores adversos, Axesor asevera que existe un serio riesgo de interrupción de los pagos o cese de la actividad. Y concluye que es aconsejable abstenerse de realizar operaciones con Cuina de Mar.

Fonda histórica

Este es el sucesor del afamado restaurante Peixerot, fundado en 1918, que durante décadas conquistó paladares con los sabores del mar.

A raíz de la crisis iniciada en 2008, entró en un decaimiento prolongado y desembocó en concurso de acreedores cinco años después.

Relevo

Logró la aprobación del convenio. Por desgracia, fue incapaz de cumplirlo, y en 2015 el juzgado decretó la quiebra de la sociedad.

Toni y Núria Albà tomaron el relevo. Pretendían recuperar el legendario templo de la gastronomía marinera que fue el Peixerot. Los penosos resultados cosechados hasta ahora muestran que, de momento, no están consiguiendo sus propósitos.