
Tanatorio de Áltima en la Ronda de d'Alt Barcelona
Áltima, un gigante catalán de las pompas fúnebres de 145 millones
El capital está controlado por las familias Ventura, Fenés y Viñas
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Las empresas que se dedican a prestar servicios funerarios gozan de extraordinaria salud y, por regla general, parecen tener por delante una larga vida. El motivo de ello es que disfrutan de una clientela incontable absolutamente cautiva. Es un hecho ineluctable que todos los ciudadanos sin excepción, tarde o temprano, pasarán algún día por los establecimientos de las mentadas entidades para alcanzar el descanso eterno.
Tal circunstancia encierra una secuela, asimismo inexorable, la de que los familiares más directos de los extintos han de apoquinar los costes del sepelio. Cualquiera que haya pasado por ese trance, es sabedor de que las tarifas son cualquier cosa menos una ganga.
Consejo de administración
En Cataluña operan dos compañías principales, a saber, Mémora y Áltima. La primera pertenece a la conspicua aseguradora Occident; la segunda, a tres familias catalanas.
La sede central de Áltima se halla en Sant Boi de Llobregat. Su cúpula directiva está integrada por José María Fenés Vendrell, presidente ejecutivo; Joan Ventura Ustrell y Jorge Viñas Costa, consejeros delegados; vocales, Josep y Nuria Ventura Ustrell, Victoria Fenés Vendrell, Marta Viñas Costa, Ángeles Fenés Rollán y Nuria Ustrell Mestres.
Decesos y dividendos
El perímetro de Grupo Áltima abarca 25 empresas. El negocio evolucionó de forma satisfactoria en 2023. Prestó 16.200 servicios funerarios y realizó 10.200 incineraciones.
Tales actuaciones significaron unos ingresos de 65 millones, con un incremento del 4%.
Los gastos financieros recortaron ligeramente el beneficio neto, que queda en 1,6 millones. De este, 0,9 millones se aplican a dividendo. El año anterior habían sido 3,8 millones.

Captura de la web de Grupo Áltima Barcelona
Tanatorios, crematorios y cementerios
La corporación cubre 360 municipios en Cataluña. Gestiona 44 tanatorios, entre ellos uno muy concurrido en la ronda de Dalt de Barcelona, amén de los sitos en l’Hospitalet de Llobregat, Cornellà de Llobregat, Terrassa y Sant Joan Despí, entre otros muchos.
Además, maneja 14 crematorios de cadáveres. Los más relevantes son los de l’Hospitalet, Viladecans, Sitges y Figueres.
También posee 19 cementerios de gestión integral y 233 de gestión parcial. Su plantilla directa comprende 450 colaboradores.
Construcción y hormigón
La actividad funeraria representa el 80% de los ingresos y los cementerios el 15%. El resto proviene de la construcción especializada y la fabricación de elementos de hormigón para las necrópolis.
También tiene una pequeña presencia internacional, por medio de dos sociedades participadas. Son la francesa Generys, de la que posee el 34%; y la más reciente, la portuguesa GFS, constituida a medias con un socio local.
Bienes
Los activos de grupo Áltima se cifran en 145 millones. La partida más voluminosa es el importe de los inmuebles, es decir, los tanatorios y los cementerios, valorados en libros en 124 millones.
Otro epígrafe nutrido corresponde a la tesorería y fondos líquidos, contabilizados en 13 millones.
Una historia de 338 años
El conglomerado pertenece a tres sagas barcelonesas. Una es Ventura, que se dedica al mismo cometido desde nada menos que 1687. En esa lejana fecha el iniciador de la dinastía de enterradores abrió un local en el municipio de Hospitalet de Llobregat, que a la sazón albergaba poco más de un millar de habitantes.
El segundo socio es el linaje Fenés, presente en el sector desde el siglo XIX. Su ámbito de actividad radicaba en la zona del bajo Llobregat.
Por último es de citar la estirpe Viñas. Es la más reciente de las tres casas de sepultureros, pues entró en el negocio en 1990.
Las tres alcurnias preservaron su propia andadura independiente hasta que en 2002 decidieron fusionar sus respectivos emporios. De esta forma nació Grupo Áltima.