Imagen de archivo de Wayne Griffiths, CEO de Seat

Imagen de archivo de Wayne Griffiths, CEO de Seat Europa Press

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Griffiths (Seat) lanza un mensaje de alerta sobre el futuro de la industria del automóvil

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El CEO de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, ha lanzado, a través de las redes sociales, un mensaje de alerta sobre “los riesgos” de la industria del automóvil. Las palabras del ejecutivo llegan unas horas más tarde que la firma de Martorell haya explicado cómo, entre enero y septiembre de este año, ha registrado un descenso del 17,2% de los beneficios hasta los 415 millones de euros.

Griffiths ha achacado los resultados a la "baja demanda" del coche eléctrico y a la falta de compromiso que ve en los representantes políticos españoles, mientras que, a su juicio, la industria sí que está haciendo los deberes. No obstante, Seat "prevé un crecimiento continuado" de sus marcas hasta finales de 2024 y en 2025. 

Los cierres de Volkswagen en Alemania

En clave de grupo, recientemente, Volkswagen ha dado a conocer su intención de cerrar tres plantas en Alemania. El consejero delegado de Volkswagen, Thomas Schäfer, defiende que los costes en las fábricas se han vuelto particularmente altos.

"No podemos continuar como antes", ha sostenido Schäfer. En este sentido, el ejecutivo afirma que “no somos lo suficientemente productivos en nuestras plantas alemanas y nuestros costes de fábrica son actualmente entre un 25% y un 50% más altos de lo que habíamos planeado”.

El impacto de los aranceles en Martorell

Volviendo a Cataluña, Wayne Griffiths ha alertado que la imposición de aranceles a sus vehículos y, en concreto, la carga impuesta al Cupra Tavascan, "podría poner en peligro la capacidad de Seat de cumplir los objetivos europeos de reducción de Co2, teniendo que hacer frente a multas inasumibles". El directivo ha augurado que "supondría la necesidad" de reducir una cuarta parte de la producción prevista de vehículos de combustión en la planta de Martorell.

En relación con el papel de la clase política, Griffiths ha reprochado a las administraciones la "falta" de acceso a energías renovables y de precio competitivo, así como de incentivos fiscales y de políticas de concienciación a los consumidores sobre la electrificación. "Nos jugamos el 10% del PIB de nuestro país y más de dos millones de puestos de trabajo. Necesitamos soluciones ya", ha zanjado Griffiths.