El dilatado proceso de adquisición y posterior absorción de Banco Sabadell por parte de BBVA está siendo acompañado por una tendida pero constante convergencia entre la evolución del precio de las acciones de ambas entidades en bolsa y la contraprestación incluida en la OPA hostil que el banco con sede en Bilbao lanzó el pasado mayo. Cuando aún queda un buen número de etapas por quemar, los accionistas opados encuentran en la actualidad una diferencia de poco más de un 2% entre lo que BBVA les ofrece por sus títulos y lo que obtendrían en metálico si procedieran a venderlos directamente en el mercado.

Un escenario que no siempre ha sido así, toda vez que al inicio del nuevo intento de BBVA por apoderarse de su competidor, esta diferencia se iba por encima del 8%, incluso después de la reacción bursátil a las primeras noticias sobre una de las mayores operaciones bancarias de Europa en los últimos años y la primera de carácter hostil en el sector en España en cuatro décadas. 

Las primeras referencias sobre la propuesta de fusión, inicialmente amistosa, de BBVA tuvieron como efecto lógico una notable subida de las acciones de Banco Sabadell, que le hizo aproximarse a la contraprestación incluida en la oferta, pero manteniendo una prudente distancia

La prima del 30% sobre el último cierre del Sabadell previo a conocerse la oferta, a través de una información publicada por la cadena británica Sky News, quedó reducida a un entorno de entre el 7% y el 8% en el que se mantuvo durante algún tiempo.

Descensos en las pantallas de la bolsa / EP

No obstante, tras el rechazo del consejo de Banco Sabadell, la respuesta del BBVA en forma de OPA hostil y el inicio de este proceso, la diferencia se ha ido estrechando de forma paulatina, hasta incluso reducirse por debajo del 2% durante las últimas sesiones. 

Al cierre de la jornada de este martes, la contraprestación incluida en la OPA aún se sitúa por encima de la cotización de Banco Sabadell, aunque con un margen de apenas el 2,5%, que los expertos auguran que proseguirá estrechándose en las próximas semanas, conforme se cumplan los sucesivos hitos marcados en la operación.

Autorizaciones 

Precisamente, este martes se conocía el último de ellos, con la aprobación por parte de los reguladores financieros británicos de la toma de control indirecto de TSB, filial del Sabadell en el Reino Unido, que sería efectiva en el caso de que finalmente BBVA logre su objetivo y pueda integrar a su competidor.

Cabe recordar que, en este caso, el valor de la contraprestación y su comparativa con la cotización en el mercado de la compañía opada depende también de la trayectoria del oferente, toda vez que no se trata de un pago en metálico sino de un canje de acciones, fijado en una ecuación de 4,83 títulos de Banco Sabadell por cada uno de nueva emisión de BBVA, que procederán de la ampliación de capital aprobada en junta extraordinaria a comienzos del pasado mes de julio. 

Desde que se anunció la primera propuesta, que contemplaba idéntica condición de pago, BBVA ha caído cerca de un 15% en bolsa, que en términos de capitalización bursátil ha supuesto un descenso en torno a 9.400 millones de euros. 

Mientras, el Sabadell ha acumulado avances del 5,5% hasta este martes. La combinación de ambas trayectorias deja bajo mínimos la diferencia entre la oferta del BBVA y lo que cualquier accionista de la entidad que preside Josep Oliu puede obtener en el mercado al vender su participación.

Entrada a la sede de la CNMV en Madrid / EP

 

Y todo esto a la espera de próximos acontecimientos, entre los que figuran otros trámites regulatorios como la aprobación del Banco Central Europeo (BCE) y el visto bueno al folleto de la OPA por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Pero, sobre todo, el mercado aguarda los próximos resultados de ambos bancos, especialmente los del Sabadell, que habrán de confirmar la tendencia alcista de los últimos trimestres y que, incluso, podrían llevar al consejo de administración a revisar de nuevo al alza la cifra de exceso de capital que prevé repartir entre los accionistas en los dos próximos años. 

Exceso de capital

Al rechazar la propuesta amistosa de fusión, horas antes del primer anuncio de la OPA hostil, Banco Sabadell emitió un comunicado en el que justificaba la decisión de su órgano de gobierno por entender que la oferta minusvaloraba la entidad. Para sostener este argumento, facilitó al mercado la previsión de generar un exceso de capital de 2.400 millones de euros en los dos próximos años.

Tras dar a conocer las cuentas del primer semestre de 2024, que superaron las previsiones y marcaron récords históricos, el Sabadell elevó esta estimación para situarla en 2.900 millones.

Reunion cercle d'Economia Intervencion del Ministro de Economia Carlos Cuerpo Simón Sánchez

Así las cosas, el mercado no descarta que la prima termine por esfumarse por completo antes incluso de que llegara el momento para los socios de Banco Sabadell de decidir si aceptar o no la oferta de BBVA. 

Una hipotética circunstancia que obligaría al oferente a mover ficha para incrementar las posibilidades de éxito de la OPA y pasar así a la fase más complicada, la de la fusión, en la que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y, a buen seguro, el Gobierno serán los encargados de marcar el futuro de la operación. Al menos por ahora, el Ejecutivo mantiene la postura en contra que ha manifestado desde el principio.

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