El giro de Iberdrola hacia los negocios regulados, especialmente las redes de transporte y distribución de electricidad, ha vuelto a reflejarse en el detalle de su cuenta de resultados, con más un 50% de la inversión destinado a este segmento. Un factor que se acentúa particularmente en España, donde el desarrollo de proyectos renovables comienza a mostrar síntomas de agotamiento y es precisamente ese escenario el que abre el riesgo de que el peso del mercado nacional en la compañía siga hacia abajo. 

En la actualidad, el Gobierno debate con el sector las condiciones para impulsar una nueva fase del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec). Uno de los elementos que más fricciones están ocasionando es el límite a las inversiones en infraestructuras de transporte y distribución, que el Ejecutivo se resiste a modificar. 

Las redes son un elemento esencial en el proceso de transición energética, descarbonización de la economía y lucha contra el cambio climático. Sin embargo, por ahora los principales actores del sector no han encontrado respuesta positiva en Moncloa a la hora de abordar la modificación de esta limitación, anclada en una cifra equivalente al 0,7% del producto interior bruto (PIB) de cada año.

En estas, Iberdrola, la mayor compañía eléctrica de la zona euro, acaba de presentar unos resultados semestrales que incluyen un récord inversor en este periodo, cerca de 5.300 millones de euros.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, en una visita a un parque eólico / IBERDROLA

De esta cifra, el 51% ha sido destinado a redes, con un especial incremento, superior al 23%, en las de transporte de electricidad. No se trata de un repentino cambio de estrategia. El plan 2024-26 en el que actualmente está inmersa la empresa que preside Ignacio Galán ya prevé este movimiento, que responde a las necesidades del desarrollo de los activos renovables y a la aparición de nuevas oportunidades de negocio, como los centros de datos, que requieren de un fuerte respaldo energético para su funcionamiento.

"No es una realidad nueva. Iberdrola lleva tiempo trabajando en este escenario", explicó Galán a los analistas en la conferencia de resultados, en la que, además, adelantó que Iberdrola creará una filial destinada en exclusiva a la gestión de este tipo de negocio.

Debate en curso

La estrategia de la compañía pasa por aprovechar su relación con clientes como Google o Meta, de las que es proveedor de energía en algunas de sus instalaciones, para extender su alianza a la nueva realidad que se abre paso y que precisará de particularidades, entre las que se encuentra el negocio de redes.

Galán admite que el tope inversor en España está en la actualidad en pleno debate y espera una resolución satisfactoria. De no darse, España sufriría un nuevo revés inversor de la compañía, que ahondaría en la pérdida de peso del mercado de origen en la cartera de Iberdrola.

Desplazada ya a un segundo plano, en favor de mercados como EEUU y Reino Unido, que han acaparado el 56% de las inversiones de la compañía entre enero y junio, las redes constituyen el vector apropiado para que España vuelva a recuperar protagonismo en el plan de Iberdrola, que contempla inversiones por valor de 41.000 millones hasta 2026. 

Elementos como la falta de seguridad jurídica y la elevada carga fiscal ya han hecho que la empresa priorice otros mercados a la hora de localizar sus inversiones. En su apuesta actual por las redes, el mantenimiento del límite inversor sería un golpe muy duro para el mercado nacional como destino inversor de Iberdrola.

Parque eólico de Iberdrola / EP

Y aún más en un geografía donde el desarrollo de los activos renovables de la empresa empieza a encontrar un límite natural, especialmente porque la apuesta de Iberdrola por tecnologías que requieren de un considerable esfuerzo, como la eólica marina, se localiza en otros mercados, como Alemania y Francia, además de los citados EEUU y Reino Unido.

Precisamente en referencia a este mercado, Galán desveló recientes reuniones con el nuevo Gobierno laborista resultante de las últimas elecciones, en las que el Ejecutivo ha valorado el papel de Scottish Power, filial británica de Iberdrola, como referente de la energía renovable por la que quiere apostar. 

En este sentido, Galán recordó que National Grid, la empresa pública que gestiona la red de electricidad en Reino Unido, calcula que necesitará triplicar la inversión en redes para dar respuesta al desarrollo de las tecnologías de bajas emisiones.

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