El empresariado catalán rechaza que Banco Sabadell sea absorbido por parte de BBVA. Foment del Treball ve con escepticismo una oferta que se detalló al mercado este miércoles, una jornada sin cotizaciones por el festivo del 1 de mayo, y que desde la patronal se tilda, directamente, de OPA sin rentabilidad para los accionistas.
La gran organización empresarial catalana señala que empresas y autónomos perderían con la desaparición de uno de los bancos más eficientes de todo el país. Destacan que la cartera de productos y servicios del Sabadell es de las más ventajosas para los privados.
El recorrido del Sabadell
Foment lamenta, asimismo, que la integración del banco presidido por Josep Oliu en el BBVA conllevaría perder mercado y situaría a España en una situación menos competitiva. Y todo ello, para acabar con una entidad que ha dejado atrás sus momentos más convulsos y está en un momento dulce.
El empresariado catalán aplaude la estrategia emprendida por la nueva dirección del Sabadell, el equipo al que dio forma César González-Bueno desde que se convirtió en consejero delegado de la entidad en diciembre de 2020. Manifiestan que su trabajo aún tiene recorrido y que se ganará tanto en eficiencia y competitividad como en rentabilidad en el parqué. Sólo en los últimos seis meses, los títulos del banco fundado en Cataluña se han revalorizado casi el 50%.
El BBVA recibe un rechazo hasta en el Ibex
El posicionamiento público del empresariado catalán en contra de esta absorción complica las cosas para el BBVA. Se trata del segundo intento del equipo presidido por Carlos Torres de crecer de forma inorgánica con la integración del Sabadell, pero, en esta ocasión, la estrategia emprendida se ha castigado hasta en el Ibex. La cotización de la entidad cayó el 6,65% la misma jornada en la que se anunció, mientras que el Sabadell cerraba la sesión con un repunte del 3,37%.
A Torres se le ha puesto muy cuesta arriba la operación. El rechazo del empresariado catalán se le suma el poco entusiasmo recibido por parte del Sabadell, una tibiez que se ha reflejado en sus accionistas.
Cabe recordar que en esta ocasión ha llegado al consejo de administración presidido por Oliu una propuesta firme, concreta y detallada con los términos de la absorción que ha sido remitida a la vez a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Es la gran diferencia respecto a la fusión intentada a finales de 2020, cuando las dos cúpulas directivas abordaron a la vez la definición de los términos de una operación que acabó en fracaso en poco más de 10 días.
Tres años después, el nuevo intento de un Carlos Torres presionado por sus inversores para hacerse con el Sabadell emprende el mismo camino. El de ser una operación que acaba en un cajón.
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