La gran fiesta del Gremio de Restauración de Barcelona en la que Dolors Feliu (ANC) brindó al lado de la cúpula de Vox

El Gremio de Restauración de Barcelona ha demostrado (una vez más y por si quedaba alguna duda) que es un instrumento de soft power de primer nivel. Pocas asociaciones son capaces de juntar en una misma pista de baile --literal, pues era la de la Sala La Paloma de Barcelona-- a toda una presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Dolors Feliu, brindando casi codo con codo con la cúpula de Vox. Y si me permiten desde el Gremi: sense tirar-se els plats pel cap, sin riña alguna. Esto es diplomacia blanda, poder de convocatoria e influencia. 

La celebración de Santa Eulàlia del Gremi de Restauració, con Barcelona hoy Cedida

Así ha discurrido la fiesta anual de Santa Eulàlia de la asociación --la sexta-- que dirige Roger Pallerols y preside Salva Vendrell. Con abundantísima presencia de la Barcelona que manda, que ha bajado de los puntos de decisión política y empresarial a Ciutat Vella. A la sala de baile de La Paloma, donde el Gremi recibía y ordenaba la entrada y Mercè March, dueña de la centenaria boîte de nuit, hacía de anfitriona. Jamás March había visto a tantos políticos: algunos de los ellos toleraron --cuando no celebraron-- el cierre del local protegido entre 2006 y 2022 por ruidos.  

La ANC se codea con Vox

Dentro de la nave que cincelaron para la posteridad Manuel Mestre y Salvador Alarma estaba todo el mundo. Del gobierno municipal, han acudido a la llamada del Gremi el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni; la segunda teniente de alcalde, Maria Eugènia Gay; el cuarto, Jordi Valls, también responsable del área económica; y la concejal Raquel Gil, de Comercio y Mercados. 

La oposición municipal ha acudido también en bloque, empezando por Jordi Martí, concejal-portavoz de Junts en el ayuntamiento, y continuando por Elisenda Alamany (ERC), Daniel Sirera (PP) o Gonzalo de Oro (Vox), entre otros. 

Casualidad o no, los de De Oro no andaban lejos de la ultramontana Dolors Feliu, presidenta de la ANC, a quien hizo de cicerone Antoni Castellà (Junts), con discretísima acogida para ambos. 

Lola Herrera y Jorge Javier, protagonistas

En parte, porque los protagonistas eran otros. El Gremi y su labor titánica de defensa del buen comer y beber en Barcelona, claro, pero también la premiada: la actriz de teatro y televisión Lola Herrera, que a sus 88 años se ha declarado "medio catalana". O el presentador Jorge Javier Vázquez, quien ha recordado su postadolescencia en Barcelona, donde se cruzó con, precisamente, la vallisoletana. De ello hace 30 años, Herrera interpretaba entonces Cinco horas con Mario --en el Teatro Goya antiguo--, JJ estudiaba en la UB y alternaba en la icónica Sala Metro, hoy convertida en un local de bubble tea. 

La actriz Lola Herrera, en la fiesta del Gremi de Restauració de Barcelona hoy Cedida

A esa Barcelona que ya no existe, precisamente, se ha referido Herrera. Ha repasado a viva voz teatro por teatro --pues actuó en casi todos--, levantando una corriente de aplausos solo superaba por las alertas que ha lanzado contra los que "quieren recortar los derechos conseguidos". Los de las mujeres, ha recalcado ante el atento auditorio. Todo el mundo ha entendido el mensaje. 

Un asunto espinoso

El tempus fugit sobre el que ha disertado la colosal intérprete ha calado en algunos asistentes más que en otros. Uno de los patrocinadores de la fiesta de Santa Eulàlia era Red Fish, el restaurante-balcón que gobierna desde hace décadas Ignacio Furest Salieti en el Puerto Olímpico y que está a meses del desahucio. Furest, que patrocinaba y ponía el cátering, ha recibido el calor del público. 

El Fish podría ser pronto historia, y la sexta Santa Eulàlia ha querido reivindicar su continuidad. 

El balance de Collboni... y Colau

Pero más que pasado y futuro, la gala anual del Gremi de Restauració ha servido para desmenuzar el ahora. Empresarios, políticos, famosos, socialités y periodistas han compartido tentempiés para debatir cómo han discurrido los primeros meses de Jaume Collboni en la alcaldía de Barcelona, o quién puede ser el próximo alcalde de noche de la capital catalana. Ha sido una de las comidillas del après-midi gremial. ¿Balance final del nuevo primer edil --de día--? "Es pronto", pues aún hay carpetas abiertas. Pero el empresariado aprieta. Y hoy estaban todos (o casi). 

El otro protagonista, y sin lugar a dudas, ha sido el repaso copa en mano de la etapa de Ada Colau. La exalcaldesa de Barcelona, presente e impaciente por figurar, ha recibido un dardo de Jorge Javier al recordar éste que "está tranquilo" desde que no gobierna. El ex de Sálvame Deluxe también le ha transmitido cariño, pero el mensaje ya estaba lanzado. Y el auditorio concurría: alivio empresarial. 

Las 'fuerzas vivas'

La velada anual del Gremi --apoyada con la agencia Intermèdia Comunicació-- es, pues, un termómetro, un gran jurado. Se come y se bebe a la Ignacio Peyró, pero se repasan y diseccionan los temas de ciudad. Y lo hacen las voces autorizadas. Han acudido a La Paloma los consellers de Empresa, Roger Torrent, y Territorio, Ester Capella; David Tornos, secretario general de Foment del Treball; el presidente del Icab, Jesús M. Sánchez; el presidente de Barcelona Oberta, Gabriel Jené; el vocal del Gremi d'Hotels de Barcelona y expresidente del organismo y de Turisme, Eduard Torres; el presidente de Amics del Passeig de Gràcia, Lluís Sans; Gloria Cabrera, de la patronal de ocio nocturno Fecalon, David López, presidente de Fecasarm, y Joaquim Boadas, secretario general; el abogado José María Fuster-Fabra; el padre Apeles; los chefs Ada Parellada, Carles Abellán y Carme Ruscalleda -- hoy doblando como Santa Eulàlia--; la escritora Núria Amat, los periodistas Oriol Nolis, Brigitta Lamoure,  Antoni Bassas, Eva Arderius y Albert Ortas --CEO de Intermèdia--; el presidente de la patronal de cruceros Clia, Alfredo Serrano; Alberto Mejías, fundador de la asociación comercial Emblemàtics Barcelona, o Jordi William Carnes, presidente de Leitat, colaborador de Crónica Global y uno de los que --él sí-- luchó por La Paloma.

No se han perdido el día grande del Gremi el expresident Artur Mas y su esposa, Helena Rakosnik; el exconseller Santi Vila; la exportavoz del Govern Meritxell Budó; el alcalde de Castelldefels, Manu Reyes (PP), flanqueado por Alejandro Fernández, presidente del PP catalán; la exdelegada del Gobierno en Cataluña, María de los Llanos de Luna; el presidente parlamentario de Junts, Albert Batet y el portavoz de la fuerza, Josep Rius; la electa en la cámara autonòmica Assumpta Escarp (PSC); los exdiputados Joan Ferran y Josep Maria Sala (PSC); la diputada Jessica González (En Comú Podem); los exconcejales Maite Fandos (CiU), Eva Parera (Valents), Alberto Fernández Díaz (PP), Josep Bou (PP), Montserrat Ballarín (PSC) y Francisco Narváez (PSC), a la sazón vicepresidente del consejo nacional de los socialistas catalanes. O Janet Sanz, ex teniente de alcalde de Urbanismo con Ada Colau. 

Nutridísima presencia, pues, de electos y expolíticos, a los que difícilmente alguien podría reunir en una misma sala, y menos aún en los años del procés. Sólo el Gremi lo hace: es su poder suave.