Los movimientos de los últimos días en torno a Telefónica, con la confirmación de que el Estado se convertirá en su primer accionista y las negociaciones en torno al ERE anunciado hace semanas, no han sentado bien a la cotización de la compañía. La respuesta eufórica a la futura compra del 10% por parte de la SEPI se prolongó apenas durante media sesión y este jueves la operadora ha vuelto a ser el valor más castigado del Ibex 35, en el que ha retrocedido hasta el puesto 13 en términos de capitalización bursátil.
De esta forma, los inversores parecen haber hecho caso omiso al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que en una entrevista concedida a RAC-1 ha defendido la operación por su sentido estratégico y ha señalado que los mercados "la tienen que entender porque es buena".
Vuelta atrás
Una apreciación que, al menos por ahora, no es compartida por los inversores, que han dado la espalda a Telefónica hasta tal punto que ha vuelto a cotizar en el entorno de 3,65 euros por título, el punto en el que se encontraba la primera vez que la SEPI admitió de forma oficial que evaluaba una entrada en el capital de la compañía.
A cierre de este jueves, el precio de los títulos de Telefónica se encuentran un 3,5% por debajo de los que marcaba el valor a comienzos de septiembre, cuando Saudi Telecom comunicó su irrupción en el capital de la empresa y su intención de llegar al 9,9%.
Alza del 10% desperdiciada
Fue esa entrada por sorpresa de un inversor tan peculiar la que espoleó realmente la cotización de la compañía, que fue capaz de experimentar avances del 10,5% en los siguientes días, de forma sostenida y sin movimientos bruscos, para alcanzar un máximo de los últimos 12 meses de 4,14 euros por acción.
Desde entonces, los retrocesos han sido la tónica habitual de la operadora, a la que tampoco ha favorecido el contexto de las negociaciones con los sindicatos a cuenta del ERE, cuyas condiciones está terminando de acordar en las últimas horas con los representantes de los trabajadores.
A la cola del Ibex
Antes del cierre de la sesión del jueves, la compañía ha trasladado su propuesta definitiva, que además ha considerado como un principio de acuerdo, que incluye reducir un tercio el número de afectados por el ajuste y mejorar las condiciones económicas para los que dejen la empresa.
La noticia no ha sido bien recibida por los inversores, aunque el valor ya arrastraba pérdidas desde primera hora de la sesión, eso sí, leves. Sin embargo, cuando se ha cerrado la contratación, Telefónica ha sido el peor valor del Ibex, con un descenso del 1,5% mientras que el selectivo ha finalizado con un tono prácticamente plano.
De resultas, la operadora ha descendido un puesto más en el indicador, en lo referido a la capitalización, hasta el número 13; entre los valores miembros del selectivo que superan la barrera de los 10.000 millones de euros tan sólo supera a ACS y a Repsol.
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