El Gobierno catalán ya tiene sobre la mesa la petición de desempolvar el proyecto de conectar las redes regionales de agua para garantizar el servicio en toda Cataluña ante episodios de sequía como el actual. O, lo que es lo mismo, apostar por el minitrasvase del Ebro, una iniciativa que se debate de forma cíclica desde los gobiernos de Jordi Pujol y que la Generalitat siempre ha rechazado por las tensiones territoriales que genera.
En esta ocasión, son los colegios profesionales de Ingenieros de Caminos, Ingenieros Agrónomos, Ingenieros Industriales y Economistas de Cataluña, agrupados en el Observatorio Intercolegial del Agua, los que han arropado la propuesta. Lo hacen en un manifiesto que se ha presentado en el marco de una jornada en la que se ha reclamado una red hídrica “interconectada y resiliente” para todo el territorio.
Superar frenos históricos ante el cambio climático
El argumento que se ha defendido desde diferentes vertientes por parte de los ponentes es que se debe pasar página a frenos históricos. Entre ellos, el miedo de los distintos gobiernos catalanes a que el sur de Cataluña les dé la espalda, especialmente en las urnas, por llevar agua del Ebro a la zona de Barcelona. Más, en un contexto de cambio climático y sequías recurrentes como el actual.
El manifiesto que se ha presentado defiende que el Consorci d’Aigües de Tarragona, que gestiona el Ebro, debería enlazarse con los gestores de la región central catalana. Los promotores de esta propuesta destacan que los recursos de las cuencas internas son insuficientes para garantizar el suministro en la región de Barcelona, donde se concentra el grueso de la población del país.
Definir el modelo de gobernanza del agua
Señalan que el contexto actual, con restricciones severas a las puertas del invierno, son la muestra más clara de esta situación. Y alertan de que no será puntual. Cataluña sufrirá sequías cíclicas en el futuro y apuntan que pueden ser incluso más severas.
Por ello apuestan por “forjar acuerdos” que entren de lleno en las complejidades que los han frenado hasta la fecha. Los cuatro colegios profesionales consideran indispensable que se busque un “modelo de gobernanza adecuado para garantizar el acceso justo y equitativo del agua” para todos los catalanes.
ATL también podría aportar al Ebro
También remarcan que el minitrasvase sólo se debe contemplar como una solución ante “casos excepcionales de sequía” y recuerdan que sirve para llevar agua en el sentido contrario.
Es decir, desde la red Ter-Llobregat, gestionada por ATL (la nueva ATLL), hacia Tarragona si no se pudiera usar el agua del Ebro. No tanto por una cuestión de caudal, ya que se trata de uno de los ríos más importantes de España, sino por episodios de contaminación, de obras u otras emergencias que limiten el uso, tal y como ha manifestado el responsable de presentar las líneas generales de trabajo del llamado Grup de Mallat de Xarxes i Interconnexions, Albert Vilalta, ingeniero del Colegio de Caminos, Canales y Puertos.
Mitigar parte del déficit hídrico de Barcelona
Según su análisis, el Ebro podría aportar unos 50 hm3 a la región de Barcelona. Se trata de una cantidad significativa que no mitiga la totalidad del déficit hídrico de la región, que se estima en 200 hm3.
Con todo, se trataría de la opción más eficaz para “ganar tiempo a la espera de que se dispongan de las dos nuevas desalinizadoras” que deben entrar en funcionamiento entre 2027 y 2028, ha añadido el ingeniero. Estas plantas u otras alternativas que aporten recursos más allá del ciclo natural del agua.
18 meses para el ‘ministrasvase’
Y es que construir la infraestructura del minitrasvase implicaría unos trabajos de 18 meses. El agua del Ebro podría llegar a la red Ter-Llobregat en 2025. La Generalitat también debería aprovechar esta ventana de tiempo para completar los trámites burocráticos que implica la iniciativa.
No son menores, ya que incluso se debe modificar la ley estatal de 1981 que delimitaba las zonas geográficas que se benefician de agua del Ebro para incluir a Barcelona.
Más desalinización y regeneración
Por otro lado, el Observatorio Intercolegial del Agua insiste en que Cataluña debe avanzar sin demora en disponer de más agua desalinizada y debe apostar en firme por la regeneración. Además, exigen a las Administraciones Públicas que mejoren la eficacia de la gestión de los recursos para reducir pérdidas, especialmente en los usos agrícolas.
Los cuatro colegios profesionales adelantan que fiscalizarán de cerca las actuaciones extraordinarias que el presidente Pere Aragonès ha anunciado que activará para revertir la sequía actual. Su objetivo es garantizar que Cataluña se dota de la red hídrica necesaria para hacer frente a un futuro con menos agua, pero con más población a la que se debe garantizar el servicio.
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