Arabia Saudí alerta a Moncloa al considerar Telefónica una "aliada" para ir "a por todo"
STC saca pecho en los mercados al publicar sus resultados hasta septiembre, que incluyen un récord histórico de ingresos de 13.790 millones de euros y beneficios por encima de los 2.700 millones
30 octubre, 2023 23:30Noticias relacionadas
El aterrizaje de la compañía pública saudí STC en el capital de Telefónica genera cada vez más inquietud en el seno del Gobierno en funciones, ante la falta de noticias y comunicaciones por parte de la empresa de Oriente Medio, que ya actuó por sorpresa con el anuncio de la inversión.
A todo esto se unen los mensajes triunfalistas de la teleco saudí, que no sólo da por hecha la operación (pese a que es necesario, precisamente, el plácet de Moncloa), sino que desliza siempre que puede la idea de que la inversión en Telefónica es algo más que una operación financiera.
Resultados y mensaje triunfalista
Una de estas llamadas al mercado se produjo este lunes, cuando Saudi Telecom publicó sus resultados de los nueve primeros meses del año. Las cuentas incluyen una cifra récord de ingresos hasta septiembre, con un total de 13.790 millones de euros al cambio, y un beneficio neto de algo más de 2.700 millones de euros, similar al obtenido en el mismo periodo por Repsol, lo que da una idea de la dimensión de los negocios de la compañía.
Junto a las cuentas, la compañía controlada al 65% por el fondo soberano saudí PIF incluyó un comentario sobre la adquisición del 9,9% de Telefónica, anunciada a comienzos de septiembre, en el que asegura que la maniobra refuerza la "cooperación con la compañía para beneficiarse de todas las oportunidades disponibles en el futuro".
¿Intervención del Estado?
No es una señal que indique precisamente la llegada de un socio que llegue con la intención de "cortar el cupón", como se describe gráficamente aquellas inversiones de carácter financiero.
Antes al contrario, es un síntoma más que incrementa las alertas en el Gobierno sobre el futuro de una compañía altamente estratégica, implicada en numerosas áreas clave para el Estado. En este contexto se sitúa la información publicada este lunes en El Confidencial, que hablaba sobre la opción que estudiaba el Gobierno para que la SEPI tomara una participación en la operadora que preside José María Álvarez-Pallete, con el fin de reforzar y garantizar la "españolidad" de la compañía ante el agresivo aterrizaje de STC como primer socio.
La respuesta del Ejecutivo en funciones no ha tardado en llegar, en boca de la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, aunque se limitó a ratificar el carácter estratégico de la compañía para el Estado, sin querer entrar a comentar una eventual entrada de la SEPI.
"No vamos a comentar cada una de las informaciones que se publican sobre estas operaciones por la prudencia que exige esa relevancia estratégica de la misma", señaló Rodríguez en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros.
Núcleo español estable
En el mercado ha causado cierta sorpresa la información sobre una posible entrada del Estado en el capital de Telefónica, toda vez que la compañía cuenta desde hace tiempo con socios españoles, que además se corresponden con entidades de gran tamaño como BBVA, Caixabank y Criteria Caixa, y que han demostrado su vocación de estabilidad y permanencia en la compañía.
La suma de sus respectivas participaciones supera con cierta holgura la que alcanzaría STC en el caso de obtener las pertinentes autorizaciones del Consejo de Ministros.
Precisamente, ése es el otro factor que, en un determinado escenario, podría actuar como dique de contención para el inversor saudí.
Dado que Telefónica es una destacada contratista del Estado en materia de Defensa, la ‘teleco’ de Oriente Medio precisa de la autorización gubernamental para superar el 5%. De hecho, ese es el porcentaje que, por ahora, STC mantiene a través de instrumentos derivados, en lugar de mediante acciones físicas, a la espera de obtener esa luz verde.
Presencia indirecta
De esta forma, en el mercado consideran que el argumento de preservar la españolidad de una empresa estratégica como Telefónica ante la llegada del inversor saudí sería una excusa un tanto forzada del Gobierno para justificar una inversión que daría pie a intervenir en la compañía.
"Incluso podría decirse que el Estado ya está presente en Telefónica de forma indirecta, ya que Caixabank es socio estable de la compañía y el FROB es el segundo accionista de la entidad financiera", señalan desde un banco de inversión internacional.
Rebote efímero
La inquietud del Ejecutivo aumenta por momentos ante la falta de comunicación por parte de STC, que no moverá ficha hasta que no se conforme el Ejecutivo tras el proceso de investidura que debería producirse en las próximas fechas.
La posible inversión pública en el capital de Telefónica dio ciertas alas a su cotización, que llegó a registrar subidas en torno al 2,5% a lo largo de la jornada aunque finalmente se diluyeron en buena parte, hasta el punto de que cerró con alzas del 1,15%.