Empresas con alma: la figura imprescindible del fundador
La fórmula de éxito viene dada en la mayoría de los casos por el empuje del emprendedor que ha puesto en marcha el proyecto
7 septiembre, 2023 08:28Noticias relacionadas
El éxito de cualquier empresa radica, en gran medida, en la figura de su fundador, esa persona que tuvo una idea, emprendió un negocio y lo desarrolló a base de mucho esfuerzo. Para muchos expertos, este tipo de perfil es el que le da alma a una compañía, quien imprime su sello particular a la forma de hacer las cosas, y cuyos valores deben perdurar en el tiempo para que la empresa en cuestión se mantenga fiel a sus principios.
Tan trascendental es esa figura que, en ciertas ocasiones, las organizaciones viven momentos de tensión cuando aquel que generó la idea decide hacerse a un lado y dejar a otros que lleven las riendas. Actualmente, se dan diferentes casuísticas: desde compañías que dan entrada mayoritaria al capital riesgo –fondos que imponen las directrices de la gestión y, ocasionalmente, el equipo directivo–, hasta otras organizaciones que han dejado en manos de sus descendientes su legado. En algunos casos, el fundador todavía sigue al frente.
Legado familiar
En España hay distintos y numerosos ejemplos de compañías cuyo recorrido en el tiempo viene dado de padres a hijos, empresas que han logrado sobrevivir al tan temido relevo generacional.
Grupo Pascual es un buen ejemplo, una empresa familiar, que se ha sustentado con el apoyo de Pilar Gómez-Cuétara -mujer del fundador, Tomás Pascual, quien convirtió una fábrica de leche en quiebra en el grupo lácteo que es actualmente- y que hoy continúan sus hijos, Tomás (actual presidente) Pilar, Sonia y Borja Pascual Gómez-Cuétara, a los que el empresario ha transmitido sus propios valores. Para llevar a cabo ese delicado relevo generacional, el fundador constituyó un Consejo de Familia con el objetivo de lograr que la filosofía que había guiado a la compañía desde el inicio no se difuminara con el cambio de manos.
Mayoría accionarial
Pero no es la única, ni mucho menos. Mercadona fue una idea original de Francisco Roig y Trinidad Alfonso, padres de Juan Roig, quienes fundaron en 1977 el Grupo Cárnicas Roig, germen de lo que hoy es Mercadona. La famosa cadena de supermercados es un buen ejemplo de cómo la segunda generación puede impulsar un negocio exponencialmente.
Y es que Mercadona es, a día de hoy, una de las empresas más reconocidas de nuestro país y caso de éxito absoluto, de capital familiar y cuyos accionistas mayoritarios son Juan Roig y Hortensia Herrero, con el 80% del accionariado. A punto está de coger el tercer relevo generacional la hija menor del matrimonio, Juana Roig.
Preparación
Evidentemente, no podríamos dejar de mencionar a la multinacional textil Inditex, quien ya dirige, y con mucho éxito, la heredera de Amancio Ortega, Marta Ortega, formada durante años para tomar las riendas del holding textil. Una decisión que, pese a haber sido fuertemente cuestionada en un principio, ha resultado ser, a la vista de los primeros resultados presentados, más que acertada.
Dulcesol también se encuentra entre estas compañías que siguen en manos de la familia del fundador. Una compañía con 70 años de historia, propiedad de Rafael Juan, cuyo negocio lanzaron sus padres Antonio Juan y Victoria Fernández y que ahora, bajo el nombre de Vicky Foods, consigue facturar más de 300 millones de euros al año.
Fundador al frente
Cada vez es más reducida la figura del fundador que continúa al frente del negocio, bien porque aquellos empresarios que emprenden un negocio que adquiere relevancia deciden venderla a una empresa de capital riesgo (aquí las tecnológicas se llevan la palma), bien porque, finalmente, esa idea que parecía tan buena al principio acaba por desaparecer. En cualquier caso, aunque escasos, ‘haberlos haylos’.
Gabriel Escarrer Juliá es el fundador de Meliá Hotels International, una de las compañías hoteleras más grandes del mundo y que, hasta hace solo unas semanas, seguía al frente de su compañía tras 70 años en el puesto. Gabriel deja su cargo en manos de su hijo. Gabriel padre tenía 21 años cuando fundó en 1956 lo que hoy es el grupo Meliá Hotels International, adquiriendo y dirigiendo un hotel de 60 habitaciones en la isla de Mallorca, donde nació, y donde aún mantiene su sede.
Restalia, la apuesta de un joven empresario
Restalia es también una de esas rara avis cuyo fundador, el sevillano José María Fernández Capitán, continúa al frente. A diferencia de Meliá, José María es todavía un hombre joven que, a sus 54 años, continúa como presidente de la mayor multinacional española de restauración organizada: Restalia. Suyas son enseñas tan reconocidas como 100 Montaditos y su ya más que famosa Euromanía; la mayor cadena española de hamburguesas The Good Buger, y la mítica Sureña con sus inolvidables cubos de cervezas, entre otras.
De lo que no cabe duda es que cuando los fundadores de Pascual, Mercadona, Dulcesol, Meliá o Restalia decidieron emprender su negocio sabían de sus riesgos, pero también de las ventajas y beneficios que les traerían en el futuro estas apuestas tan diversas, que hoy en día son ejemplos a seguir y que han sabido llevar la Marca España a lo más alto y más allá de nuestras fronteras. Modelos altamente rentables con un enfoque innovador donde el cliente es el protagonista y que sirven a nuevos emprendedores como inspiración y ejemplo sobre cómo hacerse un hueco en el mercado y como la innovación constante es clave en el proceso de añadir valor a una marca.
Marcas con personalidad propia
En un entorno empresarial cada vez más competitivo, el desarrollo de una personalidad de marca distintiva es esencial para destacar y conectar con los clientes. Esta personalidad no solo es moldeada por los valores y la visión de la empresa, sino que también puede estar fuertemente influenciada por la figura de sus fundadores, ya que su visión, valores y acciones pueden moldear y fortalecer la personalidad de la marca, influyendo significativamente en su éxito.
Una personalidad de marca auténtica y coherente puede generar una conexión emocional duradera y fomentar la confianza de los clientes, lo que se traduce en un mayor éxito comercial.
Estabilidad
El papel del fundador es, por tanto, clave en el éxito y estabilidad de un negocio.También lo es el de las segundas y terceras generaciones que, cada vez se preparan más intensamente y guiados por sus progenitores para no solo continuar su legado, sino ser capaces de mejorarlo y amplificarlo, muchas veces vía internacionalización o diversificación de negocio.
El hecho de estar al frente de un negocio propio puede parecer sencillo, pero las historias de éxito en este sentido son, la mayoría de las veces, historias de superación y sacrificio en las que la empresa forma parte de la vida familiar, y viceversa.