Francesc Rubiralta, presidente de Celsa, estará al frente de la patronal europea Eurofer / CELSA

Francesc Rubiralta, presidente de Celsa, estará al frente de la patronal europea Eurofer / CELSA

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Rubiralta se aferra a respaldos políticos y laborales para defender su posición en Celsa

La compañía estima que la eventual toma de control por parte de los fondos debe contar con la autorización del Gobierno

5 septiembre, 2023 13:31

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La familia Rubiralta, propietaria del grupo siderúrgico Celsa, se resiste a perder el control de la compañía tras la sentencia del juzgado de lo Mercantil de Barcelona, que da luz verde a la toma de control de la compañía por parte de la mayoría de sus acreedores. Ante la imposibilidad de recurrir el fallo, la compañía tratará de buscar una salida en favor de la continuidad en el apoyo de diferentes grupos de interés, entre los que se encuentran los trabajadores, las Administraciones Públicas y los proveedores

En esa línea, el Gobierno central tendría un papel determinante, bajo el punto de vista de Celsa. En un comunicado emitido este martes, la empresa menciona que el Ejecutivo debería dar el visto bueno a un eventual cambio de control en la propiedad, dado que la masa de acreedores está compuesta por entidades extranjeras que, en aplicación de la sentencia, se harían con la mayoría del capital de una "empresa estratégica española".

Autorización expresa

“Este hecho, de acuerdo con la ley 19/2003 del 4 de julio sobre el régimen jurídico de movimientos de capitales y de las transacciones económicas con el exterior requiere de una autorización expresa del Gobierno de España”, señala la nota oficial. 

La sentencia del juzgado de lo Mercantil número 2 de Barcelona, firmada por su titular, Álvaro Lobato, avala el plan de reestructuración de Celsa presentado hace casi un año, apenas unas horas después de la entrada en vigor de la actual Ley Concursal, que introduce como uno de los elementos novedosos esta figura. 

Continuidad asegurada

Dicho plan contempla la capitalización de la deuda por parte de los acreedores para asegurar la viabilidad de Celsa, maniobra reforzada por la sentencia, que considera probado que la situación actual del grupo es de insolvencia.

Un extremo que Celsa ha negado de forma reiterada, incluida su intervención en la vista oral. Además, la compañía asegura contar con el apoyo de los mencionados grupos de interés, que "a lo largo de este proceso se han manifestado a favor de la continuidad del proyecto y por ello Celsa tiene asegurada su continuidad".