Es la Cataluña de los quirófanos. Los gestores de la sanidad catalana se han lanzado a ampliar bloques quirúrgicos en hospitales a lo largo y ancho de la región por influencia del sistema de pago del CatSalut y de la llegada de fondos europeos, que han obrado de maná para ampliar los centros sanitarios concertados con el sistema público. 

Alertan de ello fuentes del sector, que precisan que "en los dos últimos años están floreciendo las ampliaciones de hospitales que quedan fuera de la red 100% pública del Instituto Catalán de Salud (ICS)". Las mismas fuentes agregan que esta fiebre para ampliar en la sanidad concertada tiene dos motivos. "La llegada de fondos europeos y una perversión del sistema de pago del CatSalut". 

"Se paga por alta"

Las mismas fuentes recuerdan que "el sistema sanitario catalán reposa sobre una red de hospitales mixta. El ICS sólo tiene ocho complejos médicos, por medio centenar la sanidad concertada". Estos últimos "no tienen un presupuesto marcado por las cuentas anuales de la Generalitat de Cataluña, sino que facturan al CatSalut por actividad. Y es aquí cuando se produce un vicio del sistema". 

Proyectos de nuevos quirófanos en hospitales catalanes ajenos al ICS FOTOMONTAJE CG

Esta perversión, aclara un líder sindical de sanidad, es que "las direcciones pasan facturas por cada alta quirúrgica". Ello supone "un incentivo a operar y a facturar". ¿Por qué? "Porque el coste efectivo de una cirugía menor es de unos 600 euros. Y el CatSalut paga 2.500 euros por cada alta", alertan. El margen para las gerencias es pues, elevado. "Es la gallina de los huevos de oro". 

"Las cirugías menores son una bicoca"

Directivos de la sanidad concertada admiten que los hospitales prestadores de servicios a Salud -privados y concertados- "presionan siempre para ganar conciertos de cirugía menor ambulatoria (CMA)". ¿Por qué? "Porque una operación de otorrinolaringología o juanetes les es extremadamente rentable: el coste es ajustado y, por contra, la facturación al sistema público, alta". Son, pues, fuentes de ingresos para las gerencias. 

Ello tiene una perversión. "Los hospitales privados y concertados detestan las cirugías mayores, que requieren ingreso, pues son una fuente de gasto y pérdidas", lamentan las mismas fuentes. Hay otra variable. "Además de facturar al sistema público por intervenciones menores, parte de la red concertada, dependiendo de su figura jurídica, utiliza la infraestructura en ratos libres para hacer operaciones de pacientes que vienen con mutua. Es el caso del Consorcio Hospitalario de Vic. Y supone una inequidad". 

Fondos europeos

Asimismo, entra en concurso otra razón: la financiación europea para que los gerentes de la sanidad catalana inviertan en ladrillo. Dos hospitales que esperaban captar fondos comunitarios para sus ampliaciones son el Consorci Parc Salut Mar de Barcelona, como explicó Crónica Global, o el del Vendrell, por poner dos ejemplos. El segundo no los logró.

Visita de obras al nuevo Hospital del Vendrell, que ganará quirófanos Cedida

 

"Todo ello sin contar que el dinero comunitario para reactivar la economía tras el fase más dura del Covid sirvió también para comprar todo tipo de aparataje hospitalario", indican desde el sector. 

Proyectos por doquier

Sea como fuere, los hospitales catalanes concertados se han lanzado a construir quirófanos en los últimos años. O a construir más salas por medio de ampliaciones. En Tarragona, el Hospital del Vendrell acomete un proyecto que doblará sus quirófanos de tres a seis. El Hospital de Mora d'Ebre está reforzando su área de CMA. En Girona, están ampliando su bloque quirúrgico los hospitales de Blanes -cuatro nuevos quirófanos-, el Instituto de Asistencia Sanitaria (IAS) de la capital comarcal y también doblará teatros el nuevo Hospital de Palamós -a inaugurar antes de 2035-. 

A su vez, en la provincia de Barcelona se está ganando capacidad quirúrgica en el Parc Taulí de Sabadell -seis quirófanos más-, el Hospital de Granollers -14 quirófanos en la segunda fase de ampliación- Sant Camil de Sant Pere de Ribes -dos-, Hospital de Calella -12, el triple que ahora-, Hospital de Mataró -dos más-, y el Hospital de Martorell -uno más-. En Lleida, a su vez, se trabaja en la ampliación del Hospital Vall d'Aran, con dos salas quirúrgicas nuevas, y en el terreno privado acaba de inaugurarse la ampliación del HLA Perpetuo Socorro (Asisa), con cinco salas. Por su parte, en Tarragona, Viamed y Thor Private Equity elevan nuevos hospitales teóricamente privados con 11 y ocho quirófanos, respectivamente. 

"Cataluña tenía déficit"

Directivos del sector concertado tienen una opinión distinta, y alertan de que "Cataluña tenía históricamente un déficit de bloques quirúrgicos". Ello impactaba con las "largas listas de espera sanitarias, que habían llegado a terrenos vergonzosos". Los mismos interlocutores subrayan que "el dinero en la sanidad concertada es escasísimo, por lo que no hay grandes obras faraónicas vacías. Lo que se construye y amplía tiene que tener un 100% de ocupación muy pronto". 

Imagen de sanitarios en un quirófano Cedida

Estas inversiones en infraestructuras, no obstante, entrañan riesgos. "Habrá que adecuar plantillas para dotar a los nuevos quirófanos. Sobre el papel, no habrá problema con enfermeros y enfermeras de quirófano, pero sí con especialistas. ¿Habrá suficientes otorrinos y oftalmólogos, por ejemplo?", se preguntan. Es por ello que piden "planificación" a la Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña para que los nuevos espacios tengan profesionales suficientes. 

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