El número 44 de la calle Avinyó y el cuadro cubista 'Las señoritas de Avignon' de Picasso

El número 44 de la calle Avinyó y el cuadro cubista 'Las señoritas de Avignon' de Picasso FOTOMONTAJE CG

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El burdel que inspiró a Picasso reabrirá como restaurante en Barcelona

'Xeixa Casa de Menjars', de la mano de la cocinera valenciana Sara Valls, transformará el 44 de la calle Avinyó, que dio lugar al cuadro 'Las señoritas de Avignon' del pintor malagueño

18 agosto, 2023 23:30

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Persiana arriba. El prostíbulo que inspiró al pintor Pablo Picasso en Barcelona reabrirá como restaurante de cocina mediterránea y de proximidad en el casco antiguo de la Ciudad Condal. Tres inversoras privadas, de la mano de la cocinera valenciana Sara Valls, hasta ahora chef ejecutiva de los hoteles de lujo Blanco Hotel y Five Flowers de Formentera, prepara la transformación del número 44 de la calle Avinyó, que dio lugar al célebre cuadro Las señoritas de Avignon del genio malagueño de la pintura.

Han informado de ello fuentes del sector, que han precisado que el proyecto, impulsado por inversoras privadas, está en su "fase final", con la vista puesta a abrir en septiembre. El negocio ocupará unos bajos en la sede histórica de la Fundación Ferrer i Guardia, de apoyo a la juventud y participación ciudadana, aunque es independiente de esta entidad social. 

'Xeixa Casa de Menjars'

La denominación elegida para el local de nuevo cuño es Xeixa Casa de Menjars, un nombre de inspiración balear, pues la palabra xeixa es el trigo de la variedad formenterense para hacer pan. 

Y es que en efecto, las socias al frente del proyecto han confiando en la chef castellonense Sara Valls, que hasta febrero de este año dirigió las propuestas gastronómicas de los hoteles de lujo Blanco Hotel y Five Flowers, ambos en la más pequeña de las islas pitiusas. Valls, formada en la prestigios escuela de hostelería Hoffman, pasó también por Koy Shunka, el mejor restaurante japonés de Barcelona y que atesora una estrella Michelin y un sol Repsol. 

El burdel de Picasso

Esta aportación al tejido comercial de la capital catalana, pues, no solo es valiosa a nivel gastronómico, sino también cultural, pues devolverá la vida a los bajos en los que se encontraba el prostíbulo Ca la Mercè, que operó en el local comercial de la planta noble y, también, en el primer piso, "con un puente trasero sobre la calle Carabassa en el que transitaban clientes y en el que las prostitutas se quedaban a fumar". 

El cuadro 'Las señoritas de Avignon', de Pablo Picasso, en el MoMa de Nueva York

El cuadro 'Las señoritas de Avignon', de Pablo Picasso, en el MoMa de Nueva York Cedida

El restaurante chic con sabor a lugar de lenocinio supondrá la reactivación de un amplio local que antes mantuvo vínculos con algunos puestos del Mercado de La Boquería y también vio pasar a otros empresarios de la zona, sin que se consolidara la apuesta. 

Un 'atelier' de Picasso

Antes, el siglo pasado, el palacete del siglo XVII y vivienda de la familia Villavecchia, que sufrió modificaciones en el siglo XIX, vivió épocas turbulentas. Ca la Mercè fue uno de los burdeles que operaron en la zona de la calle Avinyó en el cambio del siglo pasado. Lo frecuentó Pablo Picasso cuando pasó por Barcelona, y el artista llegó a tener un taller en la finca. 

Finalmente, en 1907, Picasso, ya residente en París, finalizó el cuadro Las señoritas de la calle de Avinyó, una creación rompedora con cinco mujeres que dio inicio al movimiento cubista en la pintura. La obra se inspiraba en las trabajadoras sexuales que ofrecían sus servicios en el número 44 de este callejón barcelonés, como reconoció él mismo en diversos encuentros, uno de ellos con el investigador Josep Palau i Fabre. Actualmente se encuentra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), que lo compró en 1939. 

Una 'carassa' en la parte trasera

De aquel negocio rosa, nada queda, salvo abundante biografía publicada y un elemento arquitectónico en la parte posterior que atestigua que allí se ofrecían servicios sexuales. Es la carassa o rostro de mujer de piedra incrustado en uno de los muros, que marcaba los burdeles para los barceloneses que no sabían leer, que en aquel momento eran numerosos. 

Imagen de una de las 'carasses' de mujer en Barcelona

Imagen de una de las 'carasses' de mujer en Barcelona Cedida

Más de cien años después, todo el conjunto, también el puente posterior, están calificados de Bien Cultural de Interés Local (BCIL). 

"Buena noticia"

A preguntas de este medio, el que fuera fundador de Emblemàtics Barcelona, Alberto Mejías, se ha congratulado por "la recuperación de un espacio histórico" en un tejido comercial de la capital catalana "con demasiadas franquicias y pocos lugares con solera y personalidad. Este lo será". 

El activista procomercios icónicos ha recordado que el antiguo burdel de Picasso "supondrá la reactivación de un local emblemático transformado en negocio de cocina mediterránea de proximidad", en un contexto de desaparición de comercios históricos en la capital catalana.