Al turismo catalán se le resiste la rentabilidad en un verano en el que se factura más
El sector registra buenas cifras de visitantes pero lejos del récord esperado, así como una subida tanto de precios como de costes: así se está viviendo la temporada en Barcelona, Costa Brava, Tarragona y Lleida
22 julio, 2023 23:30Noticias relacionadas
El turismo es uno de los principales motores de la economía catalana y el sector esperaba batir todos los récords este verano tras el parón de la pandemia. Las expectativas no se han cumplido y los empresarios prevén ahora una buena temporada, pero sin llegar a superar años históricos como 2019.
Sin embargo, la facturación sí será excepcionalmente elevada, debido al incremento de tarifas hoteleras y de precios en los negocios que viven del sector. A pesar de ello, la rentabilidad será más reducida, ya que los márgenes han caído al subir de forma más rápida los costes.
Barcelona y Tarragona
La decepción en el sector se ha producido especialmente en destinos de costa, donde se esperaba la llegada récord de visitantes. Los destinos rurales, que suelen atraer un número menor de turistas en estas fechas, se muestran más satisfechos, del mismo modo que los empresarios hoteleros de Barcelona.
En Barcelona, los hoteleros celebran la llegada de un gran número de visitantes extranjeros, entre ellos los anglosajones, que han elevado la ocupación de los establecimientos al 87%, muy en la línea del pasado verano. La situación es mucho mejor que en Tarragona, cuyos destinos del interior han registrado una actividad turística menor a la del año pasado, según fuentes del sector.
Costa Brava
En la costa catalana, el sector se muestra satisfecho con "un buen verano", aunque decepcionado por no haber alcanzado el récord que se preveía. Judit Lloberol, gerente de Costa Brava Centre, asegura que "se está trabajando con un buen ritmo de ocupaciones", aunque para este mes de julio y para el próximo agosto había "unas expectativas más altas de lo que está pasando" tras unos excelentes mayo y junio.
En este sentido, algunos de los hoteles más pequeños han conseguido llenar, aunque la mayoría de alojamientos (hoteles y cámpings) se llenaron al 80% o 85% la primera mitad de julio y la ocupación se ha elevado al 90% o 95% actual.
Menos beneficios
Lloberol indica que "los restaurantes y hoteles han subido mucho los precios y no parece que sea un problema, pero al final a la gente se le acaba el dinero". Aunque "se han repercutido los precios", el hotelero "trabaja con menos margen" porque los costes se han incrementado más que las tarifas.
Lo mismo ocurre en zonas rurales, donde se habla del "problema del incremento de los costes" y de la lentitud de los negocios para repercutirlos en el cliente. En cuanto a la ocupación, "el interior y la costa son diferentes", apunta Juan Antonio Serrano, vicepresidente del patronato de Turismo de Lleida, que explica que se ha vivido "una primavera incluso superior a lo que es habitual" y un verano en el que se están "manteniendo las cifras".
Satisfacción en Lleida
La ocupación en este tipo de destinos es inferior a la de la costa, pero la satisfacción de los empresarios es mayor porque no había tantas expectativas. En julio, Serrano estima que los hoteles de Lleida están registrando una ocupación media de en torno al 65%, del 55% en cámpings, cifra que en agosto se elevará al 80%.
En conclusión, aunque el turismo en Cataluña sigue batiendo récords de facturación, se hace cada vez más necesaria la búsqueda de soluciones para rentabilizarlo en la región y hacerlo más sostenible en el tiempo. La diversificación de la oferta turística y el equilibrio entre oferta y demanda serán claves.