Kelme ha superado el concurso de acreedores, pero los gestores de la histórica marca deportiva española no consiguen poner el punto y final definitivo a una quiebra que se remonta a 2008 y que fue reconocida en los tribunales en 2021. Riva y García, el grupo financiero liderado por Borja García-Nieto, asumió las riendas de New Millenium Sports hace 15 años. Esta sociedad se quedó con una marca deportiva que en los años ochenta y noventa lo fue todo en España.
Impulsó un equipo ciclista en el que rodaron Fernando Escartín o Roberto Heras, entre otros, vistió al Real Madrid de Raúl, Laudrup o Zamorano y fue el proveedor oficial del equipo español en las Olimpiadas de Barcelona de 1992. Pero el estallido de la operación Puerto en 2006, la gran trama de dopaje en el ciclismo profesional en nuestro país, una serie de inversiones fallidas (principalmente inmobiliarias) y de decisiones estratégicas erróneas de los fundadores del grupo (rebajar costes de producción con factorías en Europa del este), propició que los fundadores, los hermanos Quiles, dejaran a Kelme en manos de un grupo de inversores que confiaron en García-Nieto.
De forma previa, la Generalitat valenciana de Francisco Camps había rescatado en varias ocasiones a la compañía nacida en Elche. La empresa se quedó sin oxígeno definitivo al tener que pagar por orden judicial 39 millones de euros a Banco Sabadell y Bankia, herederos de CAM y Bancaja, por la compra de unos terrenos en Alicante cuyo valor real apenas alcanzaba el millón.
Acuerdo con la china Jinjiang Yuanxiang
Riva y García se centró en un primer momento en salir a flote y, por ello, puso a Carlos García Cobaleda al frente de Kelme, donde sigue casi 15 años después. Su gran éxito fue firmar en 2014 un acuerdo de distribución con el fabricante chino Jinjiang Yuanxiang Garments Weaving Co para que se encargara de la venta de la marca en el gigante asiático. Ya era el proveedor de firmas como Fila o Umbro en ese país y asumió tanto la producción como la distribución y los derechos del negocio en China.
Cuatro años después, Jinjiang Yuanxiang se hizo con el 80% de la filial que gestionaba tanto los derechos como los patrocinios en todo el mundo --Kelme Sport Productions-- para convertirse en el accionista de referencia en 2019 al capitalizar la deuda que tenía contraída con la sociedad española.
Kelme supera el concurso con una quita del 70%
Superar el concurso de acreedores, que se ha gestionado en el juzgado de lo Mercantil 3 de Alicante, no ha sido sencillo. El edicto en que se ratificaba el convenio se publicó a principios de junio, después de una reforma de la ley concursal y de que el 75% de los que tenían facturas pendientes de cobro de la marca valenciana estuvieran de acuerdo con el pacto presentado por el despacho Galsan Consultores, el administrador concursal.
Para evitar la liquidación, incluso la Agencia Tributaria se ha sumado a un plan que implica una quita del 70% de un pasivo que, al final, se había quedado en unos 15 millones, según fuentes cercanas a la compañía. Era mayor cuando acudieron a los juzgados, pero la capitalización de los créditos, principalmente, allanó el camino para que los acreedores dieran el visto bueno a un plan que asegura la viabilidad del grupo.
Colocación rápida del paquete minoritario que encalla
Tras estabilizar Kelme a principios de año, cuando ya se había formalizado la propuesta para recuperar la solvencia, Riva y García acudió al mercado para colocar los títulos que aún gestiona en la marca. Los mismos interlocutores señalan que la presencia del gigante asiático y el negocio que tiene en ese país son la principal baza de los minoritarios para colocar el activo. Incluso habrían iniciado conversaciones con algunos grupos con interés al respecto, pero lo que se planteaba como una operación muy rápida apoyada en la notoriedad y resultados crecientes de la compañía ha encallado.
Otros interlocutores próximos a la firma de inversión señalan que se sigue buscando un futuro propietario para Kelme y muestran su confianza en que la operación saldrá adelante. Aunque llegue más en el medio que en el corto plazo.
Golpe a la credibilidad de García-Nieto
Otra derivada de esta colocación son las consecuencias que ha tenido para la cara más visible de Riva y Garcia, Borja García-Nieto. En ciertos círculos de Barcelona se empieza a unir su nombre con operaciones fallidas, ya que se recuerda que los tempos de Kelme han coincidido con otro tropiezo en un negocio que impulsa a título individual, la gestión de la cadena privada 8TV.
Los más próximos a García-Nieto aseguran que, aunque ha estado al caso de todo lo ocurrido en el grupo de comunicación, el grueso de la gestión ha recaído en manos de un empresario con el que lleva asociado años, Nicola Pedrazzoli. Asimismo, reconocen los problemas que tiene el conglomerado que quería hacerse un hueco en los medios de comunicación privados catalanes para superar el preconcurso de acreedores declarado en junio. Manifiestan que el también expresidente del Círculo Ecuestre sí que se habría involucrado más en el negocio para intentar encauzar la situación financiera.
De los tres socios que se unieron al empresario italiano para promover la cadena privada, el propietario de Riva y García es el único que se mantiene en el capital de Emissions Digitals de Catalunya.