Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, durante la histórica junta que ha aprobado el traslado de la sede social a Países Bajos / EP

Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, durante la histórica junta que ha aprobado el traslado de la sede social a Países Bajos / EP

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Ferrovial teme un castigo de Moncloa a sus ventajas fiscales de mudarse a Amsterdam

Ante el debut en la bolsa neerlandesa de este viernes, la compañía advierte a los inversores de que el traslado de la sede a Países Bajos podría causarle daños reputacionales en España

15 junio, 2023 23:30

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Ferrovial se estrena este viernes como compañía oficialmente domiciliada en Países Bajos y vive su primera sesión como cotizada en la Bolsa de Amsterdam con un aviso a los inversores: las fricciones que ha tenido con el Gobierno español como consecuencia de su sorprendente traslado no han finalizado y podrían derivar en un encarecimiento significativo de los costes relacionados con la decisión.

En tiempo récord, poco más de tres meses después del anuncio, Ferrovial ha formalizado la fusión de su matriz con la filial de activos internacionales, ya domiciliada desde hace años en Amsterdam, con la resultante de Ferrovial International SE, que en breve pasará a ser rebautizada como Ferrovial SE.

Riesgos fiscales

También de forma acelerada se han cumplimentado los trámites para empezar a cotizar en la Bolsa de Amsterdam, como paso previo al gran objetivo de dar el salto a Wall Street, una circunstancia que la compañía no descarta que pueda ser una realidad antes de fin de año.

No obstante, el camino no estará exento de dificultades, como ha admitido el propio grupo de construcción y concesiones en el folleto registrado con fecha de este jueves en Euronext Amsterdam, la plataforma de cotización de la bolsa neerlandesa. Especialmente, en lo que se refiere a la cuestión de la fiscalidad.

Régimen protector

En su día, el Gobierno fue muy crítico con la compañía y sus gestores por la decisión y se apresuró a señalar que analizaría la situación a través de una auditoría fiscal para determinar si se deberían revertir los beneficios derivados de los créditos fiscales de los que en los últimos años había disfrutado la matriz de la compañía.

"Las autoridades fiscales españolas podrían considerar que la fusión queda fuera de la protección del régimen especial de neutralidad fiscal, lo que podría tener un efecto negativo en el negocio del grupo", señala genéricamente en el citado folleto Ferrovial, dentro del capítulo de factores de riesgo.

Más en detalle, la empresa que preside Rafael del Pino, que también es su primer accionista con una participación de algo más del 20%, admite que el traslado de la sede a Países Bajos comporta algunas ventajas fiscales por las diferencias en los regímenes tributarios de ambos países; no obstante, insiste en que este factor no forma parte del conjunto de motivos que ha llevado al consejo a decidir la mudanza de Madrid a Amsterdam.

En concreto, la compañía recoge en el documento que mientras que en España el 5% de los beneficios y ganancias derivadas de los dividendos pasan a formar parte de la base imponible (y, por lo tanto, están gravados con el 25% que marca el Impuesto de Sociedades), en Países Bajos la exención es completa.

Valoración de activos

En este sentido, Ferrovial alerta a los inversores de que si las autoridades fiscales españolas concluyen que evitar esta carga fiscal está detrás de la decisión, podría tomar la decisión de penalizar a la empresa y obligarle a tributar a partir de la valoración que se establezca para los activos traspasados en la fusión.

"En el marco de la auditoría fiscal, las autoridades españolas podrían determinar que la fusión no se ha llevado a cabo por circunstancias de negocio consideras como válidas sino con el principal cometido de obtener una ventaja fiscal", señala Ferrovial, al tiempo que insiste en que tal extremo "ha sido rechazado de forma expresa por la compañía".

Ferrovial avanza con firmeza en bolsa desde que anunció el traslado de la sede a Países Bajos / EP

Ferrovial avanza con firmeza en bolsa desde que anunció el traslado de la sede a Países Bajos / EP

En cualquier caso, aunque el grupo espera que la situación no tenga consecuencias, sí advierte de que una decisión en contra de sus intereses "podría derivar en un significativo coste adicional en el contexto de la fusión", cuya cuantía vendría determinada por la valoración de los activos que realizara en su caso la autoridad competente.

Tras anunciar Ferrovial su decisión, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró en varias ocasiones que el departamento que dirige estudiaría pormenorizadamente la operación para establecer si había lugar a una penalización por el traslado.

Jurisprudencia favorable

El pasado 13 de abril, la junta de accionistas de Ferrovial aprobó, entre otros asuntos, la fusión que daba lugar a la mudanza de sede social. En su discurso, Del Pino aseguró a los socios que la empresa se acogería al régimen especial de protección dado que "La reorganización persigue objetivos económicos válidos; no se hace por motivos fiscales, ya que la operación es neutra para la compañía a estos efectos".

El ejecutivo reforzó incluso su argumento con la existencia de casos anteriores en los que habían prevalecido los intereses de las empresas.

Daño reputacional

"No nos vamos de España; éste siempre ha sido nuestro país y no renunciamos a él", afirmó también en la asamblea. Pese a estas palabras, Ferrovial parece ser consciente de que este nuevo escenario podría penalizarle a la hora de desarrollar su actividad en el mercado español, como hasta ahora.

Así, Ferrovial se refiere al potencial impacto negativo que podría tener "cualquier posible percepción negativa sobre la fusión y el traslado del domicilio social, que podría dañar la posición competitiva del grupo frente a la de otras empresas que no estén afectadas por asuntos reputacionales".