Pelotazo en ciernes junto al Camp Nou: Up&Down y DiR disparan su precio

Lo explican fuentes del sector, que apuntan a que los propietarios del terreno, un grupo de familias inversoras de Barcelona, buscan dueño para la pastilla de cerca de 10.000 metros cuadrados junto al estadio azulgrana. Llevan tiempo haciéndolo, pero la operación no cuaja, y menos ahora, porque el despegue de la noche catalana tras la fase más dura del coronavirus, que es un mero recuerdo, ha disparado el precio de venta. 

Up&Down quiere tres veces más

Los dueños de la cotizada parcela, que queda a escasos metros del coliseo blaugrana y junto al Real Club de Polo, pedían 20 millones por toda la pieza, que incluye la discoteca Downtown, de más de 4.000 metros cuadrados, y DiR Campus, que ocupa otros 4.700 metros cuadrados. 

"Se lleva tiempo buscando interesados, pero el contexto ha complicado la operación", explica uno de los propietarios desde el anonimato. Ello es así porque el club de ocio nocturno trató de hallar comprador durante la fase más dura de la pandemia, pero no lo logró. En aquel momento, se ofrecía a los inversores por 1,5 millones de euros. Pero era un momento límite por las restricciones a tomar copas y bailar. Con el regreso de los clientes a las pistas, el precio es otro. "La discoteca cuesta ahora seis millones. Y eso solo el traspaso", alertan. 

No hay producto

El parón de la operación entre el Camp Nou y el Polo es indiciaria de lo que esta ocurriendo con algunas licencias determinadas en la Ciudad Condal. Son las relativas a los sectores en los que se acumula más gasto, que se ha incrementado tras dejar atrás la fase más virulenta del virus. "Quiero comprar una discoteca en la capital catalana y no la encuentro. Nadie traspasa porque la demanda ha superado a la oferta", se queja un inversor. 

Ello es así desde que las facturaciones se han recuperado. El sector atraviesa una alegría inesperada, con cajas que superan incluso a las de 2019, antes del virus. En los casos en los que se abre reserva previa, éstas se agotan. 

Como los hoteles o los restaurantes

Esa tendencia se repite con otros sectores que sufren carestía de licencias, como los hoteles o los restaurantes. Como explicó este medio, algunos arrendatarios están tirando de músculo financiero para quedarse con las mejores ubicaciones, como Las Ramblas. 

Tanto en el ocio nocturno como en la restauración lo que primaba era la existencia de permiso municipal, a ello se le ha unido el rally de la demanda, ya que las peticiones de locales llueven sobre los intermediarios pese al efecto que está teniendo la la inflación desbocada sobre el bolsillo del consumidor. "Han vuelto las discotecas. Pese a la inflación, los precios y las redes sociales. Han vuelto", indican desde las patronales del sector. El efecto botellón, pues, fue temporal y circunscrito a las restricciones a las aperturas. 

Un plan especial

En cualquier caso y como pidieron las patronales en el primer debate preelectoral en la capital catalana el 7 de marzo, los operadores reclaman un plan especial para poder abrir negocios de este tipo para que coexistan con el descanso vecinal. 

Asimismo, desde la industria se recuerda que se han perdido tantos locales en Barcelona por la implantación de diversos planes de uso en los distritos que la capacidad del sector "es de apenas 50.000 personas" para toda la urbe, una cantidad que la noche ve a todas luces "insuficiente".