El Govern impone a un activista independentista para pilotar la ampliación de la Fira

El ascenso meteórico de David Poudevida Vives, un activista bregado en el asociacionismo indepe pero con una experiencia de gestión discreta, a la dirección general de Fira 2000 ha abierto una brecha en la empresa pública encargada de pilotar la ambiciosa ampliación de la Fira de Barcelona. Un nombramiento que, para más inri, se ha impuesto por parte de la Generalitat de Cataluña haciendo uso de su mayoría en el consejo de la mercantil --la institución autonómica controla más del 50%--.

El enfado es mayúsculo. El resto de Administraciones representadas en Fira 2000 --los ayuntamientos de Barcelona y de L'Hospitalet, la Diputación de Barcelona y la Cámara de Comercio de Barcelona-- se enteraron de las intenciones del Govern en el transcurso de la reunión celebrada el pasado martes, 14 de febrero, como han relatado fuentes conocedoras del encuentro a Crónica Global. La decisión ya estaba tomada: se quiso asaltar la cúpula de Fira 2000 para imponer a un hombre de confianza de Junqueras saltándose la interlocución con el resto de actores.

Un activista 'indepe'

Según estos interlocutores, el nombre de Poudevida se puso sobre la mesa en la misma sesión, sin haberse enterado previamente de la trayectoria ni credenciales del candidato a gerente, que en su currículum cuenta con poco más que sus responsabilidades durante 14 años como director de comunicación y márketing de Bon Preu, cadena de supermercados escorada a favor del nacionalismo, y sus correrías en varias entidades secesionistas, entre ellas Plataforma per la Llengua. Un portavoz del Departamento de Economía, por contra, ha contradicho esta versión al asegurar que la decisión se tomó después de hablar con el resto de miembros del consejo.

La alcaldesa de L'Hospitalet y presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín, intentó que la moción decayera del orden del día. No lo consiguió. En la votación, la Generalitat se quedó sola para remplazar a Joaquim Ferrer, quien llevaba en el cargo solo desde junio de 2022, de la gerencia de la sociedad. "Es un cambio normal. Se trata de un cargo de confianza y es normal que cuando llega un equipo nuevo haya relevos en estos cargos. No ha habido una prisa excesiva", han añadido desde Economía. Pero la falta de consenso ha lastimado la búsqueda de unidad que ha cundido en Fira 2000 desde su constitución.

Expansión de la Fira

Ello en un momento capital para el recinto ferial de Gran Via, que ya ha iniciado sus obras de ampliación con el objetivo de incrementar su superficie de los 240.000 a los 300.000 metros. Un lavado de cara, presupuestado en 350 millones de euros y que culminará en 2023, que pretende consolidar el espacio de congresos como uno de los más relevantes a escala internacional. En este contexto de expansión, con un importante crédito comprometido por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) de 110 millones de euros, la vía unilateral del Govern ha disparado el malestar interno de la entidad.

Fuentes de la Cámara de Comercio de Barcelona han lamentado expresamente que el nombramiento no se haya realizado con el acuerdo de todos los actores implicados, como sí se hizo con los recientes nombramientos del consejo de administración de Fira de Barcelona. Hay que recordar que estas designaciones, que finalmente se anunciaron a finales de enero con la elección de Laura Carnicero y Anna Navarro, se hicieron de rogar durante casi un año en aras de consensuar una dupla que convenciera a todas las partes.

Laura Carnicero (izquierda) y Anna Navarro (derecha), nuevas consejeras de la Fira de Barcelona / FOTOMONTAJE (CG)

Plataforma per la Llengua

Al ruido interno generado por la llegada del nuevo gerente se suma también el perfil marcadamente politizado de Poudevida. Al margen de su trayectoria profesional, el flamante director general ejerce como vocal de la asociación Plataforma per la Llengua, una de las entidades más beligerantes a favor del monolingüismo catalán en la comunidad. La entidad, generosamente subvencionada por la Generalitat, ha estado en el foco de la polémica por sus campañas de boicot contra comercios y por su espionaje a los escolares en los recreos.

Más allá de ello, Poudevida también estuvo detrás de las entidades fantasma Moviment per Barcelona y Creiem en Catalunya, plataformas de agitación de escaso recorrido que sin embargo han contado con el apoyo entusiasta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y otros integrantes del tejido civil independentista. Actualmente, Poudevida preside la Asociación Catalana de Profesionales (ACP), un grupo de marchamo nacionalista con apenas dos centenares de socios, según se lee en su web.

David Poudevida Vives, miembro de la ejecutiva de Plataforma per la Llengua / WEB

'Exembajador' en Argentina

Hay algo más. Poudevida fue defenestrado de su cargo como delegado del Govern en Argentina, que ocupó entre 2019 y 2022, cuando la exconsejera de Acción Exterior Victòria Alsina remodeló en marzo del año pasado parte de las delegaciones de la Generalitat; también se liquidó a Sergi Marcén, representante en Londres de la institución autonómica. Poudevida había sido nombrado por el republicano Alfred Bosch durante su etapa al frente del departamento.

El movimiento fue interpretado por el entorno de ERC como un intento más por parte de Junts per Catalunya de controlar el sottogoverno autonómico. En cualquier caso, la formación posconvergente filtró a la prensa, como publicó Ara, que los perfiles de ambos pseudoembajadores no se ajustaban "al modelo de profesionalidad y excelencia" que Alsina quería imprimir durante su mandato. Un año más tarde, Poudevida ha hallado acomodo en Fira 2000.