La marca Barcelona tendrá perfil propio en Fitur tras la mala experiencia con la Generalitat

La Diputación de Barcelona se ha propuesto evitar pasar por la mala experiencia vivida en la anterior edición de la Feria Internacional de Turismo (Fitur), la feria del turismo por excelencia que se celebra anualmente en Madrid. En aquella ocasión, la marca Barcelona quedó diluida y así se lo hizo saber la presidenta de la diputación, Nuria Marín, al consejero de Empresa del Govern catalán, Roger Torrent.

Mientras la Generalitat ponía el acento en internacionalizar Cataluña como destino turístico de otros países, la marca provincial quedaba relegada a un segundo plano, obviando que la cita, celebrada en la capital, era el lugar idóneo para captar visitantes del conjunto de España. Asimismo, el estand catalán dejó mucho que desear, en comparación con el despliegue realizado por otras autonomías, como por ejemplo Andalucía. Dicho de otra manera, la presencia de Cataluña en Fitur no estuvo a la altura de lo previsto.

La alcaldesa de L'Hospitalet y presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín, en una imagen de archivo / EUROPA PRESS

Marín expuso entonces su malestar a Torrent ante la resistencia del Govern a que la marca Barcelona destacara. Pero los responsables de la organización supramunicipal se han conjurado este año para que esto no vuelva a ocurrir y que determinados complejos identitarios no torpedeen el potencial que tiene la provincia barcelonesa. La Diputación compartirá espacio con el Gobierno catalán, pero con un formato diferenciado.

Tres marcas turísticas

En este sentido, de la mano del Consorcio Turismo de Barcelona, el objetivo es impulsar en Fitur tres marcas turísticas: Costa Barcelona, Paisajes de Barcelona y Pirineos Barcelona, según un modelo de turismo sostenible y responsable, en un territorio que reúne 12 comarcas y 311 pueblos, en una superficie de 8.000 kilómetros cuadrados y donde viven 5,5 millones de personas y hay 12 parques y espacios naturales, así como 100 kilómetros de costa.

Entre las iniciativas que ha preparado la diputación destaca una colaboración con Renfe para habilitar trenes turísticos que ofrezcan itinerarios especializados en la provincia de Barcelona dedicados al enoturismo, la gastronomía, el modernismo, el termalismo y la cultura marinera. La experiencia pretende implantar en Barcelona un modelo de éxito que opera en Galicia y Aragón.

Asimismo, y aprovechando que la Vuelta Ciclista a España pasará por la provincia de Barcelona, se quiere potenciar la red de carriles bici existentes en zonas próximas a los ríos que atraviesan esta parte de la geografía catalana. El territorio barcelonés tiene más de 10.000 kilómetros de carriles ciclotransitables en su territorio. Un ejemplo es el proyecto Vies Blaves, que sumará 300 kilómetros más a la red y que, gracias a la financiación de los fondos Next Generation, ya ha podido impulsar la primera fase de las rutas ciclotransitables en el cauce del río Anoia.

Pont de Vilomara, protagonista

Especialmente novedoso, por su escaso conocimiento, es el proyecto para recuperar el patrimonio de Piedra Seca --construcciones sin argamasa-- para el uso turístico en las tinas de los Flequers del Pont de Vilomara i Rocafort, después del incendio registrado el pasado verano que afectó a 1.700 hectáreas y que estropeó especialmente los valles del Flequer y del Farell. El objetivo de la Diputación para este año es crear rutas que muestren distintos tipos de construcciones de piedra seca y elaborar material pedagógico que también se pueda trabajar en las escuelas.

La nueva edición de la Feria internacional de Turismo tendrá lugar del 18 al 23 de enero de 2023 en el recinto ferial IFEMA Madrid y por primera vez sin restricciones sanitarias desde la pandemia. La apuesta por la especialización, con diferentes secciones monográficas que tienen por objeto crear nuevas redes turísticas a través de las oportunidades que abren los avances tecnológicos, la digitalización y la sostenibilidad. El año pasado, el Grand Tour de Catalunya fue uno de los protagonistas del estand catalán, de 700 metros cuadrados.