Tobías Martínez, consejero delegado de Cellnex, durante la presentación de resultados de la compañía / CELLNEX

Tobías Martínez, consejero delegado de Cellnex, durante la presentación de resultados de la compañía / CELLNEX

Business

Tobías Martínez ya anunció “el principio del fin del modelo” de Cellnex en 2021

El relevo del primer ejecutivo de la compañía anunciado esta semana ha sido un proceso a fuego lento relacionado con la evolución del negocio de las infraestructuras de telecomunicaciones

14 enero, 2023 00:00

La primera reunión del consejo de administración de Cellnex de 2023 llegó con bombazo: el anuncio de que su consejero delegado, Tobías Martínez, dejará el cargo a mediados del ejercicio. Aunque, en realidad, ha sido una transición cocinada a fuego lento y, de alguna forma, “anunciada” por el primer ejecutivo de la empresa ya en 2021, cuando aún no había completado su espectacular etapa de crecimiento. 

A las puertas de su cuarta y última ampliación de capital para financiar este proceso, Martínez señaló en una comparecencia ante la prensa, aún telemática por los efectos de la pandemia, que la operación de compra de activos de CK Hutchison en Europa, acordada apenas unos meses antes, marcaría un punto de inflexión en la estrategia de Cellnex y también en su negocio. 

El siguiente paso

El ejecutivo llegó a pronosticar entonces que “estamos llegando al principio del fin” del modelo que Cellnex había desarrollado hasta entonces y que comparó con uno similar al inmobiliario. A partir de entonces, cuando la cartera de la compañía iba a engordar hasta superar los 125.000 emplazamientos según se fueran cerrando las operaciones del acuerdo con Hutchison en los diferentes países, Cellnex necesitaba pensar en algo más que ser un mero propietario de antenas para su alquiler a las operadoras. 

“Ya podemos decir que el negocio de Cellnex se enfoca más hacia una gestión de servicios; ahora hay que responsabilizarse de los servicios de la redes. Desde ya, el verdadero valor va a estar ahí y no sólo en una mera monetización pasiva de las infraestructuras”, aseguró aquel día Martínez. 

Desafíos pendientes

“No podemos limitarnos a ser una ‘TowerCo’, como al principio”, remató. Era el ‘principio del fin’ pero el ‘fin del fin’ aún estaba lejos. Quedaban muchos trimestres por delante para hacer frente a desafíos que también marcarían el futuro de Cellnex y de los que Tobías Martínez era el principal responsable. 

Entre ellos, culminar una ampliación de capital de 7.000 millones de euros que, si ya de por sí es complicada, lo es mucho más cuando en apenas 18 meses la compañía había ejecutado otras tres con las que había obtenido de sus propios accionistas y de otros inversores cualificados cerca de 8.000 millones adicionales.

Las torres de DT

Y también restaba la tarea de culminar la operación de Hutchison, algo que no fue posible hasta bien entrado el último trimestre de 2022, es decir, dos años después de haberla acordado. Los principales escollos se dieron en Francia y, sobre todo, en Reino Unido, mercados en los que Cellnex ya contaba con una importante posición, de ahí que se topara con restricciones por parte de las autoridades locales de Competencia

Por medio hubo algunas oportunidades para que la compañía engordara aún más su cartera, con la que acapara actualmente en torno a un 25% del parque de antenas de toda Europa. La más destacada fue la que puso en el mercado Deutsche Telekom que, en línea con lo que hicieron Telefónica y Vodafone con sus emplazamientos, decidió deshacerse de estos activos. 

Imagen de una sede de Cellnex / DAVID CAMPOS - Archivo

Imagen de una sede de Cellnex / DAVID CAMPOS - Archivo

Pero Cellnex no se hizo con las antenas de Telefónica ni tampoco logró poner su bandera en Alemania. No dejó de ser una constatación de que Cellnex comenzaba a dar por cerrada una etapa y no consideraba oportuno hacer los esfuerzos económicos que había llevado a cabo hasta el momento cuando su modelo tendría que virar necesariamente hacia el siguiente capítulo.

Al respecto de la posibilidad de hacerse con las torres de DT, el consejero delegado de Cellnex aseguró que “Nos puede entusiasmar la idea de estar en Alemania pero quizá sea una operación que le encaja más a otros competidores; eso no quiere decir que no queramos hacer la adquisición pero han de confluir muchos factores para que finalmente se den transacciones de este tipo”.

Una nueva página

Por entonces, Martínez matizó que no sólo era una cuestión de precio, aunque no era un elemento menor; pero sí tenía una relación más estrecha con el tipo de acuerdos al que llegar posteriormente con los clientes, a esa gestión de servicios y desarrollo de las redes a los que más de un año antes se había referido el ejecutivo. 

Con la culminación definitiva de la operación de Hutchison y el cierre de las transacciones, Cellnex inició lo que el propio Martínez denominó como “una nueva página del libro”, una etapa centrada en mantener la estabilidad financiera para sostener una calificación crediticia dentro del grado de inversión y en digerir todas las operaciones de crecimiento para poner en valor el proceso. 

Más allá de planes y contratos

Aquel ‘principio del fin’ ya está mucho más cerca de llegar al ‘fin del fin’. Cellnex se encuentra aun en el ecuador del plan estratégico a cinco años que, por el momento, está cumpliendo de forma puntual.

En este contexto y una vez culminada la obra de hacer de Cellnex un referente mundial del sector, a Tobías Martínez se le planteaba el desafío de esa nueva página del libro que iba mucho más allá de ese plan y, desde luego, de su contrato, que vencía a finales de 2024.