José Caireta, el hombre fuerte de Squircle Capital, junto a uno de sus intereses: el Puerto / CG

José Caireta, el hombre fuerte de Squircle Capital, junto a uno de sus intereses: el Puerto / CG

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Este es José Caireta, el hombre fuerte de los rusos en el Puerto de Barcelona

El fundador de Squircle Capital y socio de Vaguit Alekpérov, expresidente de la petrolera, toma la mayoría del astillero MB92 tras controlar Marina Port Vell

19 diciembre, 2022 00:00

Es José Caireta Riera, el nuevo dueño del Puerto de Barcelona tras hacerse con la mayoría de una de las concesiones más boyantes de la dársena hace escasos días: el astillero Marina Barcelona 92 (MB92). El financiero catalán y consejero delegado del gestor de inversiones Squircle Capital se encontraba detrás del puerto deportivo de Marina Port Vell, y ahora es plenipotenciario en la colosal instalación de mantenimiento y refit donde se reparan megayates. Llegó a ambos negocios representando a varios inversores, incluyendo a Vaguit Alekpérov, el expresidente de la petrolera Lukoil sancionado por la invasión ilegal de Ucrania. 

El discreto Caireta --raramente habla con la prensa-- es el nuevo hombre fuerte de un Puerto autónomo que ha pasado de la égida de Damià Calvet y Junts a la de Lluís Salvadó, su nuevo presidente, y ERC. Caireta es el hombre a seguir es en virtud de las posiciones que ha tomado Squircle en la instalación. Esta firma de inversión se hizo con la gestión de la Marina Port Vell, primero, y compró Marina Barcelona 92, después. Hace unos días subió al 93% del accionariado del astillero para grandes esloras. Aunque fuentes corporativas de la primera concesionaria niegan "relación societaria" con la segunda, el dueño es el mismo: Caireta. El directivo firma hasta las cuentas de MB92 en el Registro Mercantil, como ha podido comprobar este medio. De hecho, en publicaciones especializadas se cita la "propiedad conjunta" de Port Vell y MB92 y se citan las "sinergias" entre la marina y el astillero. 

Dinero turco, ruso y catarí

Lo que no se cita es que el financiero catalán es, o fue, el socio en el Puerto de algunos oligarcas que medraron con el régimen del presidente ruso, Vladimir Putin. Caireta es, o fue, el hombre de los rusos y de Alekpérov tanto en el amarradero premium como en la vecina instalación de refitSquircle Capital compró Marina Port Vell en 2015, avanzó Expansión, y después se hizo con la mayoría (77,5%) de Marina Barcelona 92 en 2019. Hace escasos días llegó al 93% tomando un 15% adicional. En ambos casos compró los activos a la turca Dogus Group y contó con la colaboración de QInvest Portföy, brazo inversor de QInvest, un grupo catarí vinculado al Banco Islámico del emirato. 

El 'My Solaris', de Abramovich, en el Puerto de Barcelona / LUIS MIGUEL AÑÓN (CG)

El 'My Solaris', de Abramovich, en el Puerto de Barcelona / LUIS MIGUEL AÑÓN (CG)

En puridad, MB92, es una ciudad de mantenimiento de yates de gran eslora, de más de 60 metros. A la misma llegó Caireta de la mano de un grupo de inversores rusos que lideraba Alekperov cuando aún estaba en Lukoil. El magnate sancionado por la guerra ilegal en Ucrania dimitió de la energética en abril para evitar exponerla al castigo económico. El oligarca también figuraba como accionista en Marina Port Vell, pero se retiró junto con otros inversores por discrepancias sobre la gestión, indican fuentes conocedoras. En estos momentos, el capital ruso contaría solo con participación en MB92, pero no en el Port Vell, insisten las mismas voces. Squircle no aclara si los rusos aún están. 

Usmánov ordenaba y mandaba

Pero los rusos, a los que trajo Caireta, sí estuvieron en el Puerto de Barcelona. Y mandaron muchoComo relató este medio, el pool de inversores de Europa del Este contaba con Alekpérov, pero también con Alisher Usmánov, el máximo accionista del conglomerado minero Metalloinvest. Usmánov, también sancionado por Ucraniaordenaba y mandaba en Marina Port Vell: compró un amarre de 180 metros de eslora para su yate Dilbar e hizo elevar una verja para protegerlo de los curiosos. Desde el sector recuerdan que su influencia llegaba a la gerencia . 

"A todo puerto deportivo le interesaba tener el amarre del Dilbar por reputación internacional", insisten desde el sector. Quizá por ello, se permitieron cosas sorprendentes como el hecho de que el hermano del gerente del Puerto hiciera de chófer para Usmánov, o que directivos rusos mantuvieran un piso de acompañantes en pleno barrio de la Barceloneta, ante el estupor de los vecinos. Los desmanes en Marina Port Vell tuvieron lugar en la época del alcalde Xavier Trias (CiU). Su mano derecha, el poderoso Antoni Vives, supervisó la operación. Tras ello, la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC) investigó la operación de venta, pero archivó las pesquisas con un reproche: detectó indicios de blanqueo de capitales que no pudo demostrar

Sanciones

Años después, en pleno 2022, acotar qué participación rusa hay en el Puerto de Barcelona es importante por cuanto Reino Unido, la Unión Europea y el Tesoro de Estados Unidos han dictado sanciones contra grandes empresarios de este país por la agresión de su gobierno y ejército a Ucrania. Estados e instituciones comunitarias han actuado contra empresas e ciudadanos del gigante euroasiático por quebrar una vez más la soberanía ucraniana. 

Vagit Alekpérov, ex consejero delegado de Lukoil / CG

Vagit Alekpérov, ex consejero delegado de Lukoil / CG

Vagit Alekpérov, socio --o exsocio-- de Caireta, el nuevo rey del Puerto, es una de las personas castigadas por la Unión Europea por su cercanía con el régimen del presidente ruso, Vladimir Putin, sancta sanctorum de la invasión. El expresidente de Lukoil entró en la lista de oligarcas castigados, por bien que el conglomerado energético, líder en producción de petróleo en Rusia, se posicionó contra la agresión al país vecino. Ante la pérdida de algunos proyectos en Occidente, Alekpérov dimitió de Lukoil en abril. 

Caireta, Países Bajos y Luxemburgo

La presencia del oligarca puede afectar a MB92, pero no tanto a Marina Port Vell. Allí el hombre fuerte es Caireta. Controla el atracadero con una matriz que se encuentra en Países Bajos. La cabecera de Port Vell es Salamanca Fourteen BV, una sociedad sin empleados domiciiada en Rotterdam. Este medio ha preguntado si la domiciliación en el país centroeuropeo perseguía una optimización fiscal, algo a lo que Marina Port Vell no ha contestado. 

Sea como fuere, las sociedades allende las fronteras no son extrañas para Caireta. Este directivo, que en el pasado dirigió el vehículo inversor Reig Capital de María Reig, accionista mayoritaria del banco andorrano Crèdit Andorrà, es exrepresentante de Francesc Macià 10 SL, la promotora de los pisos de lujo que otean a la plaza Francesc Macià, el epicentro de la upper diagonal, la zona elegante de Barcelona. La sociedad, a su vez, estaba participada por Clementine Properties BV (50%) y Number 10 Property Investment SA (50%). La primera está radicada en Países Bajos y la segunda, en Luxemburgo. 

Como explicó este medio, Squircle construyó los superpisos de lujo, pero se acabó desvinculando de los mismos. 

El Gran Ducado: sede y préstamos

La querencia de Caireta por el Gran Ducado de Luxemburgo es tal que allí está domiciliada la matriz de Squircle Capital, Squircle Capital Partners SARL. Algo que confirma la prensa especializada cuando sostiene que el vehículo inversor catalán tiene su cuartel general en el estado centroeuropeo. Una plaza a la que el EU Tax Observatory (EUTO) de la Paris School of Economics califica de paraíso fiscal, aunque la Unión Europea no lo hace oficialmente en su lista de jurisdicciones no colaborativas

La promoción de pisos de lujo de Francesc Macià 10 en Barcelona / CG

La promoción de pisos de lujo de Francesc Macià 10 en Barcelona / CG

Etiquetas aparte, desde Luxemburgo logró Squircle Capital una hipoteca para su edificio de viviendas en Francesc Macià en Barcelona. Se la dio la sociedad Voro Investment SARL por un monto total de 40 millones, según ha podido saber este medio. 

Socio de Miura y empresas propias

Caireta tiene otros apoyos. Según la información recabada por este medio, es socio de Luis Seguí Casas, fundador y consejero delegado de la firma de inversión catalana Miura Partners, así como de Juan Leach, cofundador del vehículo. Los tres, que en el pasado cofundaron Miura, comparten consejo, sea de forma presencial o mediante sociedades interpuestas, en Kensington Inversiones y Karabu Firm, dos mercantiles orientadas a la tenencia de acciones y con sede en Barcelona. 

Por contra, no cuenta José Caireta con socios en sus empresas propias. El directivo y hombre fuerte de los rusos en el Puerto de Barcelona es socio y administrador de Chandricu Inversions, cabecera de Chandricu Lloguers y Chandricu SL. Son tres sociedades vincuadas al ejecutivo, todas con más de un millón de capital social y domiciliadas en Girona. 

Santa Coloma de Farners, Milán, Londres

En efecto, el imperio del hombre fuerte tras de los oligarcas rusos en el Puerto de Barcelona reposa en secano. Concretamente, en el número 8A de la calle Calau de Santa Coloma de Farners (Girona), según consta en el Registro Mercantil. Fuentes vecinales consultadas por este medio han confirmado que el empresario está empadronado en un palacete de esta localidad. Allí nacieron sus padres y también su hermana. 

El magnate ruso Alisher Usmánov y Marina Port Vell en Barcelona, donde tenía un amarre / CG

El magnate ruso Alisher Usmánov y Marina Port Vell en Barcelona, donde tenía un amarre / CG

Del municipio gerundense, Caireta escaló en su carrera profesional. Estudió en la MIT Sloan School of Management de Estados Unidos, de donde es miembro de la junta directiva desde 2015. Pasó por la Société Foncière Lyonnaise, la mayor sociedad de inversión inmobiliaria de Francia y por el banco estadounidense JP Morgan, antes de recalar en Reig Capital de Andorra y en la propia Miura. En 2011 fundó Squircle Capital, la sociedad que ahora atesora los dos activos en los que reposan los intereses de empresarios rusos en Barcelona. 

En la diana

La trayectoria de José Caireta sería una más del sector inversor español salvo por un extremo: dos de las concesionarias que controla se hallan en la diana por la guerra de Ucrania. Marina Port Vell y Marina Barcelona 92, que controla Squircle Capital, han quedado al albur de las sanciones internacionales por la agresión al estado esteeuropeo.

En el primer caso, la Autoridad Portuaria de Barcelona propuso para sanción el amarre del magnate Alisher Usmanov, como explicó este medio. No consta que se hayan tomado medidas, y el amarre sigue comercializándose. Cuesta unos 20 millones de euros, explican desde el sector náutico. Su inquilino, el yate Dilbar, ya no está allí porque Alemania lo incautó por la guerra. Alemania hizo lo que pide el Gobierno ucraniano. También lo exige su cónsul en Barcelona: inmovilizar bienes rusos en toda Europa y subastarlos para pagar la reconstrucción del país agredido. 

MB92, abrigada

Por ahora, MB92 se ha salvado del castigo internacional. No obstante, yates de empresarios sancionados sí están o han estado en este macrotaller de reparación y refit de buques de placer. El Valerie, de Sergey Chemezov, consejero delegado de Rostec, sigue allí. El My Solaris, de Roman Abramovich, sancionado por Reino Unido, partió subrepticiamente en primavera tras reposar en el complejo de mantenimiento barcelonés durante semanas.

También zarpó del Puerto autónomo el Aurora, de Sergey Molchanov, fundador y accionista mayoritario de LRS Group. Tanto Marina Port Vell como MB92 insisten que colaborarán con las administraciones actuantes si éstas obran contra algún cliente suyo, algo que, por ahora, dicen que no ha ocurrido.