El BCE alerta de la dificultad en fiscalizar si el impuesto a la banca lo pagará el cliente
El emisor advierte de que el contexto de inflación y subida de tipos de interés complicarán una labor para la que tampoco hay una metodología definida
8 noviembre, 2022 00:00El nuevo impuesto a las entidades financieras que comenzará a aplicar el Gobierno español a partir del próximo año continúa generando polémica, especialmente tras el dictamen emitido por el Banco Central Europeo (BCE) sobre la medida. Al margen de las críticas sobre los efectos que pudiera tener en el mercado de crédito, el organismo emisor arroja dudas sobre la posibilidad de detectar si la banca traslada a sus clientes el coste extra a cuenta de la nueva figura tributaria.
Uno de los puntos más controvertidos de la ley que el Ejecutivo tramita para dar carta de naturaleza al impuesto es el veto a los bancos a la hora de repercutir el impuesto en el precio de sus productos financieros. La prohibición se refuerza con potenciales castigos en el caso de un incumplimiento que alcanzan el 150% de la cantidad a liquidar.
Contexto complicado
Sin embargo, el dictamen del BCE arroja serias dudas de que exista la posibilidad de determinar si las entidades afectadas por el impuesto están llevando a cabo tal práctica, dado el complejo contexto económico en el que va a entrar en vigor la nueva normativa.
“Habida cuenta de todas las circunstancias diferentes que pueden provocar un incremento de los precios en el contexto actual de subidas de los tipos de interés, inflación o deterioro de las primas de riesgo, parece difícil diferenciar si el gravamen temporal se trasladaría de forma efectiva a los clientes o no”, apunta el regulador del eurosistema en la parte final de su dictamen, de carácter no vinculante.
En principio, será la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) la encargada de velar por que se cumpla el precepto normativo y detectar si los bancos tratan de repercutir el impuesto a sus clientes.
Este punto también despierta dudas en el BCE, que igualmente apunta en el documento que aún no se conocen los mecanismos que empleará el regulador español “para garantizar el cumplimiento de este requisito”.
Colaboración del Banco de España
Según los detalles que han trascendido sobre la ley que regulará el impuesto, el Banco de España colaborará con la CNMC a la hora de realizar esta labor de verificación, algo que también aparece señalado en el documento del BCE como una incógnita.
“No está clara cuál será la función de colaboración del Banco de España para garantizar el cumplimiento por parte de las entidades de crédito del requisito establecido en la proposición de ley de no trasladar el importe del gravamen temporal a sus clientes. Sobre este punto, el BCE subraya al concluir el dictamen que esta cuestión podría aclararse más.
Factores volátiles
Así, el emisor pone por escrito algo que ya habían apuntado los bancos poco después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, adelantara en sede parlamentaria que el Ejecutivo aplicaría un nuevo gravamen al sector financiero al considerar que las repetidas e intensas subidas de los tipos de interés en la zona euro están generando beneficios extraordinarios en las cuentas de las entidades.
Aunque por entonces apenas se conocían detalles sobre cómo sería el tributo, algunos ejecutivos del sector advirtieron sobre la complejidad del sistema de fijación de precios en el ámbito financiero por la cantidad de variables que había que tener en cuenta y el hecho de que la mayoría de ellas están registrando un comportamiento notablemente volátil en el actual contexto macroeconómico.
En su día, cuando se dio a conocer la medida, los dirigentes ya advirtieron de que la prohibición de repercutir el impuesto en el precio de los productos suponía una anomalía que incluso haría que las entidades se desviaran de las directrices marcadas precisamente por el BCE.
“Todos los elementos que influyen en el sistema de fijación de precios financieros se están moviendo mucho y se prevé que así sigan durante un tiempo”, señaló a finales de julio el consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez.
Las guías del emisor
El ejecutivo también apuntó que las guías del regulador bancario de la zona euro marcaban la necesidad de repercutir las alteraciones de los costes relacionadas con la fiscalidad en el precio.
Junto a los tipos de interés, otra de las variables que se muestra más volátil en los últimos meses es la prima de riesgo, otro de los elementos apuntados en el dictamen. “En el fondo, se entiende como uno de los elementos del coste del crédito y, por lo tanto, su comportamiento también influye en la formación de precios”, explicó también el consejero delegado de Santander.
Sin cambios
En este sentido, el BCE recuerda en el dictamen que la repercusión en los precios de los aumentos de costes derivados de aspectos como los gastos financieros, las coberturas de riesgo y el ajuste de los márgenes comerciales es legítima.
Tras recibir el dictamen el Gobierno señaló que lo estudiaría con detenimiento aunque hizo hincapié en su carácter no vinculante e insistió en que su estrategia fiscal con los sectores financiero y energético seguirá adelante sin cambios.