El gran congreso de directivos al que no asistió el protagonista accidental
El XXI encuentro de CEDE se cierra con un debate discreto en todos los pasillos: si Jaume Giró será el próximo vicepresidente de la Generalitat
30 septiembre, 2022 00:00El XXI Congreso de Directivos CEDE tuvo la pompa y circunstancia esperadas. Celebrado en un Bilbao (Barakaldo, de hecho) lluvioso, el presidente de la fundación que reivindica al empresariado del país, Isidro Fainé, recibió al rey, Felipe VI; al gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos; al presidente de CEOE, Antonio Garamendi; y al de la Cámara de Comercio de España, Josep Lluís Bonet, entre otros. Algunas ausencias fueron destacadas. Entre ellas, la del nombre que estuvo en boca de todos.
Jaume Giró había sido un habitual del evento hasta que se produjo el divorcio con su jefe histórico. La ruptura que implicó una reestructuración de la Fundación Bancaria La Caixa (y del grupo industrial en general) y que llevó al ejecutivo a probar suerte primero como empresario de comunicación, después como miembro de la junta del Barça de Joan Laporta --salió de allí al poco tiempo hastiado de las formas del presidente azulgrana-- y finalmente en el Palau de la Generalitat, donde asiste cada martes al Consell Executiu como titular de la Consejería de Economía y Hacienda.
Giró vicepresidente o ruptura del Govern
Su carrera política puede ser meteórica. Lleva un año y medio en el cargo y su nombre está en todas las quinielas como una de las posibles salidas de la crisis de Govern de Cataluña. Si Giró será el próximo vicepresidente de la Generalitat fue el gran debate que se mantuvo en los corrillos y grupos de whatsapp de los asistentes. De forma más o menos cariñosa, según el interlocutor, y con un único reconocimiento unánime: es el mejor situado para conseguirlo si se elude la ruptura del Ejecutivo catalán.
La otra alternativa sobre la mesa es que Giró vivirá otro divorcio, el de JxCat y ERC. Este escenario deja de nuevo a Cataluña en una situación de interinidad y la aboca, o bien a unas nuevas elecciones, o a que Pere Aragonès y los suyos tengan que recabar el apoyo del PSC de Salvador Illa para aprobar los presupuestos y resistir en minoría una parte de la legislatura.
De Bilbao a Pontevedra
Ninguno de los directivos allí presentes se decantaba de forma clara por ninguna de las opciones. Existía avidez para saber qué ronda en la cabeza tanto del president como de los actuales líderes de JxCat --que identifican como el triunvirato Carles Puigdemont, Laura Borràs y Jordi Turull-- y unanimidad en que, al final, quien sale perdiendo es la institución.
“¿Se puede degradar más?”, preguntaba uno de los directivos catalanes que no dudó en plantarse en Bilbao para después subirse en un avión e ir hasta Pontevedra, donde se celebra otra gran reunión empresarial hasta el sábado, el Foro La Toja.
Grandes ausencias
Giró fue el convidado de piedra de todos los corrillos, pero también hubo comentarios sobre los que habían acompañado a Fainé al soplar las 25 velas de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) y los que se habían saltado la llamada del jefe. Los más evidentes fueron el presidente de Naturgy, Francisco Reynés; y el de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri.
Los dos son considerados parte de sus ejecutivos estrella. Mientras el primero se disculpó con los asistentes porque la actualidad del momento le había impedido viajar hasta Bilbao (debatió con Antonio Brufau sobre la crisis energética por videoconferencia); del segundo se emitió un vídeo en el que advirtió de que la subida de tipos no garantiza que la rentabilidad supere al coste de capital.
Simón y Álvarez-Pallete
La intervención más social, y así se le reconocía, corrió a cargo del presidente de Agbar, Àngel Simón, quien advirtió de los riesgos de una “desigualdad estructural” y siguió el final del congreso sentado a la derecha de Fainé, en el patio de butacas.
El discurso del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, también fue aplaudido por ser novedoso en el contexto en el que tuvo lugar --es un buen orador de masas y habló de metaverso, 6G, web 3 y la necesidad de mejorar la capacitación social, temas que tiene bien aprendidos tanto de la operadora como de GSMA--, aunque no se pudo quedar hasta el cierre del congreso por razones de agenda.
Mensaje político de Fainé
Entre los más de 1.000 asistentes, se desplazó a Bilbao la plana mayor del grupo La Caixa y sus satélites. Desde el vicepresidente de la fundación, Juan José López Burniol, a consejeros de menor perfil como Ramón Adell y Joaquim Gay de Montellà.
Si las caras del patio de butacas sirven para medir el estado de salud del grupo catalán, su poder es evidente. Con solo un pero, la presencia política se limitó a representantes de Administraciones locales. Algo buscado en un congreso en el que Fainé se saltó su principio de prudencia habitual y mandó un mensaje en clave política a la Moncloa. El de que en materia fiscal es necesaria una equidad para todo el territorio español que no se limite solo a ciertas autonomías.