Un inversor 'reabrirá' la Casa Gralla de 1307
Flamingos Vintage, el grupo de ropa usada 'made in Barcelona', devolverá a la vida lo que queda del antiguo palacio renacentista en la calle Portaferrissa
14 septiembre, 2022 00:00No queda mucho del original, pero el aspecto es igualmente señorial. Un inversor de Barcelona reabrirá la Casa Gralla de la calle Portaferrissa, un antiguo palacete renacentista construido en 1307. Flamingos Vintage, el grupo de ropa usada con 36 tiendas en todo el mundo, devolverá a la vida la propiedad singular, conservando tantos elementos como pueda de un activo que fue de los más celebrados de la Ciudad Condal.
Lo explican fuentes del sector inmobiliario, que recuerdan que Flamingos "ya ha comenzado la reforma de la villa urbana para reabrirla como mercado de creadores". Será, explican fuentes conocedoras, una de sus tiendas insignia, en la que "comercializará productos diferentes a los habituales". ¿Como cuáles? "Trajes de novia de segunda mano, por ejemplo", indican desde el sector del ladrillo.
Un palacete de 1307
Esta nueva apuesta del grupo barcelonés es relevante porque nacerá en el número 25 de la calle Portaferrissa de Ciutat Vella, donde se alzó la casa noble en el año 1307 y donde cobró su aspecto más conocido en el siglo XVI por encargo de la nobleza local. El nuevo punto de venta flagship tratará de recuperar el estilo señorial del edificio, que fue de las primeras mansiones góticas de la capital catalana.
Lo hará con las dificultades que provoca el hecho de que la construcción, que encargó la familia Desplà --señores de Alella-- cuando una de sus herederas, Anna Desplà, contrajo matrimonio con el funcionario real Miquel Joan Gralla, se derribó en 1856. Su lugar lo ocupó la actual Casa Jover, que evoca la casona aristocrática que se levantaba en este punto del casco antiguo de la capital catalana.
Una sede de moda y arte
Preguntado por el proyecto, Flamingos, una firma que fundó el empresario barcelonés Daniel Martínez, ha preferido no contestar. Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona ha indicado que "no constan" proyectos de calado en este punto. Lo cierto es que sí existe uno, han subrayado desde el sector inmobiliario, y es la "recuperación" de los elementos que quedan de la Casa Gralla, que no son muchos, para dar cabida al nuevo mercado de creadores.
La compañía barcelonesa busca que su store sea referencia y por ello ya ha comenzado la captación de diseñadores tanto de ropa como de arte para que expongan en el lugar. Buscan convertirlo en un palacete de moda y arte en pleno corazón comercial de la capital catalana. Conservando, eso sí, la "esencia original" de un elemento del catálogo de "patrimonio" de Barcelona que está protegido.
La sede de Prosegur
Si lo logra, el conglomerado de retail catalán conseguirá poner fin a la maldición que persiguió a este palacete desde que se echó abajo en 1856 para la promoción inmobiliaria. Pese a que sirvió de inspiración para numerosas construcciones historicistas y modernistas de Barcelona, sus elementos protegidos se diseminaron por diversos lugares.
De hecho, una de sus partes más espectaculares, el claustro, acabó en Málaga. Allí lo compró el empresario argentino Herberto Gut, fundador de Prosegur. Este lo trasladó a la sede central de la empresa de seguridad en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona). El encaje de las delgadas columnas góticas en el cuartel general lo firmó el arquitecto Octavio Mestre, autor, entre otros, del nuevo macrocentro comercial de Lleida, como explicó este medio.
De Ciutat Vella a Estados Unidos
Cabe recordar que el proyecto de recuperación de Casa Gralla lo capitanea el grupo Flamingos, una marca que nació en Barcelona en 2007 con un novedoso concepto de ropa de segunda mano que se vende a kilo. La firma ha crecido hasta operar 24 tiendas en España y otras 12 en Estados Unidos. Asimismo, ha abierto una línea de franquicias.
En los últimos años, Flamingos ha afianzado puntos de venta en algunas de las calles prime de la Ciudad Condal, como la propia Portaferrissa, donde aperturó la que hasta ahora era su tienda insignia de la mano de Laborde Marcet 2018, como explicó Metrópoli.