El empleo masivo de los ciclos combinados de gas condenan a una luz cara durante todo 2022 / EP

El empleo masivo de los ciclos combinados de gas condenan a una luz cara durante todo 2022 / EP

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El gas ya es la primera fuente de generación eléctrica y amenaza más el recibo

Los ciclos combinados superan a la eólica y la nuclear en el mix de generación y su empleo masivo minimiza los efectos del tope de precios debido a las compensaciones a las centrales

6 septiembre, 2022 00:00

El gas natural se ha convertido en la fuente más empleada para generar electricidad en España, un hecho insólito en los últimos años y que complica el escenario energético con vistas a los próximos meses, tanto desde el punto de vista de los planes de ahorro como del coste del recibo para los consumidores. 

Apenas iniciado el mes de septiembre, los ciclos combinados, centrales que emplean gas natural como combustible para la producción de electricidad, son los que más aportan al mix en lo que va de año, con un 22,5%, un punto por encima de las plantas eólicas y 1,2 puntos más que las nucleares.

Más que en todo 2021

El tradicional liderazgo de estas dos últimas tecnologías se ha venido abajo debido al empleo masivo de las centrales de gas que, a estas alturas de 2022, cuando aun restan casi cuatro meses completos para finalizar el año, ya han generado un 8,5% más de electricidad que la que produjeron en todo el ejercicio anterior.

En 2021, las plantas de gas aportaron un 15,2% al mix eléctrico, muy lejos del 24% de la energía eólica y del 21,9% de la nuclear, e incluso acechado por la hidráulica, con un 12%.

Tensión en el mercado 

El escenario ha cambiado de forma radical, precisamente en uno de los momentos críticos del panorama energético europeo, con el suministro desde Rusia interrumpido desde hace unos días por presuntas disfunciones en el gaseoducto Nord Stream, lo que ha terminado por disparar unos precios ya muy tensionados desde que comenzó la guerra en Ucrania, hace casi seis meses y medio.

No obstante, las cifras de los últimos doce meses, que incluyen casi medio año sin el influjo del conflicto bélico apuntan a un incremento del empleo de las plantas de ciclo combinado de un 80%; y además, su peso en el mix en este periodo está a punto de superar al de la energía eólica (22,3% de la generación con gas frente al 22,7% de la producción con aerogeneradores).

 

El año en curso no está siendo el más propicio para la producción a través de las energías renovables debido a la escasez de lluvia y viento, mientras que la implantación de la energía solar, aunque creciente, no es aun suficiente para tomar el testigo de las anteriores. 

El empleo masivo de los ciclos combinados para garantizar el suministro tendrá repercusiones negativas en el coste del recibo pese a la implantación del tope a los precios del gas para la generación eléctrica que los gobiernos de España y Portugal acordaron en el seno de la Unión Europea

Más gas, más compensación

Desde el pasado mes de junio, los precios en el mercado mayorista ibérico son notablemente inferiores a los del resto de países del entorno, con una dependencia notable además del gas proveniente de Rusia. Algo que se explica por el límite de 40 euros por MW/h aplicado en España y Portugal gracias a la llamada “excepción ibérica”. 

Sin embargo, ese tope en el mercado mayorista no se traslada tal cual a la factura, dado que el sistema aprobado por la Comisión Europea para establecer este límite incluye una compensación a las centrales de ciclo combinado que elevan de forma significativa el predio del kilowatio que, finalmente, sirve de referente para el recibo de los consumieres adscritos al mercado regulado

Efecto en la factura

Esta compensación está en función del empleo de las plantas de gas, de modo que el imparable incremento de su peso en el mix amenaza con reducir notablemente los efectos de la excepción ibérica en la factura eléctrica

La prueba es la fuerte subida de los precios de la electricidad que se ha registrado en el mes de agosto, que cerró como el más caro de la historia, con una media de 308 euros por megawatio/hora (MW/h).

Torres de electricidad, a través de las cuales llega el fluido eléctrico. Luz / CG

Torres de electricidad, a través de las cuales llega el fluido eléctrico. Luz / CG

Contención

Durante este mes, el peso de las centrales de gas en el mix eléctrico ha rozado el 32%, frente al 21,4% de la nuclear y al poco más del 16% de la eólica. 

Gracias al top establecido con la excepción ibérica, los precios se han contenido respecto a los registrados en países como Francia y Alemania, en los que se ha llegado a alcanzar la cota de 1.000 euros por MW/h durante alguna jornada. No obstante, el cada vez más frecuente e intenso recurso a los ciclos combinados ha vuelto a disparar todos los récords en lo que a la factura se refiere.

Reformas

Este límite al precio del gas es una de las alternativas que maneja la Comisión Europea para su aplicación en el conjunto de la Unión, algo de lo que los ministros del ramo debatirán en la cumbre urgente convocada por la presidencia de turno checa para el próximo viernes. 

La presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, anunció la pasada semana una reforma más en profundidad del sistema energético para evitar la situación de dependencia de proveedores de materias primas como Rusia que padece en la actualidad el Viejo Continente. La apuesta por las energías renovables no ha llegado a tiempo para afrontar un escenario tan complicado como el actual.