Los fondos echan a los mallorquines de Marina Vela Barcelona

Nicolás Mayol, propietario de Auxiliar Ibérica y presidente de Marina Vela / Cedida

Han informado de ello fuentes del sector, que han recordado que el vehículo inversor, que entró en Marina Vela en febrero con el 70%, avanzó La Vanguardia, "trató de convencer a los mallorquines de que ayudaran a pagar la deuda y, al no lograrlo, suspendió de cargos a todo el equipo". A renglón seguido, el vehículo capitalizó la deuda con la ayuda de Cuatrecasas, informó el despacho en mayo. 

Los mallorquines, fuera

El movimiento que no trascendió, y que se explica por los anteriores, es que Marina Vela ha prescindido de los mallorquines, que pilotaron la apertura del equipamiento en 2018. Nicolás Mayol y su equipo tutelaron la puesta en marcha del puerto deportivo más nuevo de Barcelona, pero su gestión arrojó serias dudas --cuando no una rebelión-- desde el inicio. 

Los negocios de la dársena de yates, en teoría enfocada a los barcos de recreo de más nivel, se quejaron de la "escasa" promoción que se hacía de la instalación; de las "obras inacabadas" --faltan el paseo marítimo y el restaurante situado en su extremo-- y de las "pocas facilidades" para sortear el bajón de negocio que provocó la fase dura de la pandemia. La adjudicataria lo negó todo. 

Entra Incus

Pero había un subyacente: la gestión económica. Port Med Barcelona SA, mercantil de la Marina Vela, contrajo una deuda de 40 millones de euros con apenas unos pocos años de explotación. Se partió el consejo de administración, y finalmente se pactó la entrada de Incus Capital para reestructurar la explotación. 

El vehículo inversor representaba a otros que tenían las obligaciones del puerto deportivo. Fue incapaz de lograr una entente con Mayol y su equipo y, finalmente, les suspendieron de los cargos. Los echaron de su gestión barcelonesa, pese a que este medio avanzó que pasaría y uno de los abogados de la junta anterior lo negó. 

Compromiso de acabarlo

Ahora, con la senda desbrozada, los fondos de inversión se han comprometido a terminar una marina que está inacabada desde que se inauguró en 2018. Terminarán el paseo marítimo y el espectacular restaurante que lo coronará en su extremo, y lo harán antes de la Copa del América de Vela de Barcelona, que se celebrará en 2024. 

Por el contrario, "no sacarán de la gestión" --como sí han hecho en el puerto-- a los baleares del Barcelona Nautic Center, donde Mayol y su equipo siguen de socios. 

Precedentes de Ibiza y Formentera

Sea como fuere, la expulsión de los baleares de Marina Vela, ya consignada por el Registro Mercantil, llega después de otras dos polémicas de las empresas de Mayol en Ibiza y Formentera. En la mayor de las Pitiusas, el rey del cemento vio como la Autoridad Portuaria de Baleares no le renovaba la concesión tras choques con amarristas y comerciantes. 

En el puerto de La Savina de Formentera, el grupo de Mayol, Formentera Mar, ganó la concesión en 2013, pero las Administraciones se la quitaron en 2018 en franca pugna judicial.