Las constructoras promueven edificios de lujo en el Saint-Denis de Barcelona

Estos cuatro polos protagonizan en estos momentos los procesos más intensos de transformación urbanística de la ciudad. Pero son los barrios marítimos de Badalona, Sant Adrià de Besòs y el norte del término municipal barcelonés los que plantean mayores oportunidades para construir viviendas de lujo.

La calle más cara de BCN

La nueva fachada marítima del Barcelonès Nord tuvo su primera piedra en el Diagonal Mar. Desde su construcción, el paseo de García Faria, donde se ubican los apartamentos más exclusivos en primera línea, ha desbancado al paseo de Gràcia, la tradicional Milla de Oro de la Ciudad Condal, como la calle más cara de Cataluña.

El paseo de García Fària de Diagonal Mar, la calle más cara de Barcelona / GOOGLE

El interés que levantó la zona extendió esta transformación urbana hacia el norte, con la construcción de más bloques residenciales de lujo en las partes más cercanas a la costa del barrio barcelonés del Besòs y el Maresme, el Fòrum, La Mina, La Catalana, el resto del litoral de Sant Adrià de Besòs y Badalona hasta el puerto de la cuarta ciudad de Cataluña.

Reforma pendiente en Badalona

"Es el crecimiento natural de la fachada marítima", subraya Josep Maria Cases, director de la promotora Culmia en Cataluña. "Es una región en la que tenemos muy buena acogida en el mercado", señala el ejecutivo inmobiliario.

La compañía tiene 220 viviendas pendientes de licencia en Badalona, 129 con licencia para desarrollar frente al mar --junto a las Tres Chimeneas-- y 49 acabadas frente a la ampliación del puerto de la ciudad. Cases destaca el "proyecto ambicioso" para reformar las inmediaciones de las vías de tren y hacer crecer la lámina de agua. Una iniciativa truncada por la crisis, pero que "se ha reactivado" con el impulso inmobiliario de la zona.

Los hoteles Princess, Hilton y AC detrás del escenario del Primavera Sound en el Fòrum de Barcelona / EFE

La continuación de BCN'92

Xavier Vilajoana, presidente de los promotores catalanes (APCE), indica que "Badalona y la costa norte de Barcelona se están desarrollando", al igual que El Prat y la primera corona metropolitana. "Tiene sentido: la transformación de la Barcelona preolímpica la abrió al mar, ahora es un poco lo mismo", afirma. El representante de los constructores cree que esta transformación será positiva no solo para la primera línea de mar, sino también para todos los municipios metropolitanos cercanos.

"La pandemia ha generado un cambio de gustos en los clientes, la gente está dispuesta a perder un metro cuadrado interior por uno en terraza", destaca Vilajoana. También a ganar más amplitud a cambio de alejarse del centro para "respirar". Eso sí, el empresario inmobiliario reclama "una inversión importante" para mejorar la infraestructura de transportes de la periferia, ya que "la distancia respecto al centro de Barcelona se debe medir en tiempo, no en kilómetros".

Gentrificación turística

Otra incógnita es cómo evolucionará este eje marítimo en cuanto a destino turístico. Más allá de los apartamentos vacacionales, Diagonal Mar cuenta con varios hoteles de cuatro estrellas y hay más en desarrollo en el Fòrum, además de la reciente apertura de Badalona.

Imagen de una de las zonas de terraza del nuevo Hotel Marina Badalona / CG

"A nivel turístico, habrá apartamentos de lujo y episodios de borrachera puntuales", señala Pablo Díaz, profesor de Economía especializado en turismo, en referencia al visitante extranjero atraído a conciertos y festivales como el Primavera Sound. Sin embargo, pone atención en los "procesos de gentrificación" que se están dando en la zona.

Un ecosistema internacional

Díaz considera que "está habiendo una transformación hacia un turismo más caro" y una revalorización de los inmuebles "por la adecuación del territorio, la inversión en las playas, los parques...". Por ello, intuye que este encarecimiento "se trasladará a los precios de los apartamentos turísticos" en un momento de debate sobre la necesidad de adoptar un modelo turístico menos masificado y de más gasto en la ciudad.

Sea como fuere, este epicentro de desarrollo turístico e inmobiliario ha concentrado hasta ahora el interés del inversor particular ruso y chino, entre otros perfiles cada vez más diversos. En este proceso se ha configurado un ecosistema de inversores, residentes y propietarios de segundas residencias con un nivel adquisitivo y de internacionalización considerable que, con el tiempo, se ha hecho fuerte y ha creado una mayor demanda que, a su vez, ha acabado impulsando la construcción de nuevas promociones con vistas al mar.