Una de las antiguas tiendas de Wolala, en la calle Comtal de Barcelona / GOOGLE

Una de las antiguas tiendas de Wolala, en la calle Comtal de Barcelona / GOOGLE

Business

Los Raurich exploran nuevos negocios tras el descalabro de Wolala

El grupo Nova Tramuntana echa el cierre a la cadena de tiendas que competía con Ale-Hop y Flying Tiger y despide a sus 85 trabajadores

7 mayo, 2022 00:00

Nova Tramuntana planea abrir un nuevo negocio tras el colapso de las 36 tiendas de Wolala. El grupo empresarial de los Raurich ha liquidado la mercantil creada en 2013, cuyas deudas se amontonaron durante la pandemia.

Así lo apuntan fuentes sindicales y de la plantilla, que detallan que la compañía presentó un ERE total hace dos meses. En total, 85 trabajadores perdieron sus empleos en los puntos de venta distribuidos por toda España; 32 de ellos, en Cataluña.

Miniso compra dos tiendas

La cadena china de variedades Miniso, rival de las japonesas Muji y Uniqlo, ha comprado dos de los establecimientos de Wolala: el de paseo de Gràcia, en Barcelona, y el de Zaragoza. Todos sus empleados han sido recolocados, pero el resto de la plantilla no ha tenido opción de continuar dentro del grupo, que cuenta con supermercados, perfumerías, tiendas de ropa, restaurantes y un hotel.

Una tienda de la cadena china Miniso / MINISO

Una tienda de la cadena china Miniso / MINISO

Las mismas fuentes señalan que, pese al fracaso de Wolala, la dinastía empresarial de Figueres, cercana al nacionalismo de la patronal Femcat, sigue contando con un gran patrimonio. El dinero no fue un problema en las negociaciones: "Pagaron bien". Más incierto es el futuro de los acreedores, algo que dependerá del concurso al que ha acudido la firma.

Un ERE relámpago

Adrián Alonso, que asesoró en las negociaciones laborales en representación de CCOO, señala que el proceso fue "muy rápido", ya que no se dieron "ni 15 días" de margen para aplicar el ERE total. De hecho, las tiendas de Barcelona cerraron "de golpe", en un plazo de cinco días.

Alonso explica que la empresa "no era viable" por sus pérdidas, que ya empezaron antes del Covid, pero que la pandemia empeoró. Fue entonces cuando se decidió un cambio de estrategia al constatar que, desde 2014, el negocio no había dado rentabilidad, sino que se había vuelto más deficitario a medida que se expandía. En parte, porque la alternativa catalana a Ale-Hop y Flying Tiger se enfrentó a la competencia de "muchas tiendas parecidas".