Casa Asia, rescatada de urgencia tras un mazazo del Supremo

Lo ha confirmado un portavoz del Ayuntamiento de Barcelona a preguntas de este medio sobre una aportación extraordinaria de la Administración local de 644.424,01 euros a Casa Asia aprobada esta misma semana y difundida en la Gaceta Municipal. Según la fuente oficial, se trata de "la aportación que le toca pagar al Ayuntamiento de Barcelona a raíz de una sentencia firme del Tribunal Supremo que condena a todas las administraciones que forman parte del consorcio". 

Tres millones de deuda a Alting

La misma voz institucional ha precisado que la resolución del alto tribunal ha ordenado a Gobierno, Generalitat de Cataluña, Ayuntamiento de Madrid y Ayuntamiento de Barcelona a "cubrir la deuda que tenía Casa Asia desde el año 2012 con la empresa Alting, propietaria del edificio de oficinas anexo al Palacio Baró de Quadras, sede de la entidad antes de su traslado a Sant Pau". 

Como explicó este medio, Casa Asia y Alting mantenían un pulso sobre 2,79 millones en alquileres impagados del anexo del palacio de la avenida Diagonal barcelonesa. El contencioso acabó en el Tribunal Supremo. La última instancia judicial falló contra la institución en verano de 2021 y obligó a abonar la deuda a la inmobiliaria de la familia Marcos. 

Una deuda por el alquiler desde 2012

La carga de Casa Asia con Alting se remonta a 2012. Aquel año, la institución abandonó el Palau del Baró de Quadras, situado en la avenida Diagonal, tras permanecer menos de 10 años allí: había nacido en 2003 en un acto de alto voltaje diplomático que contó con la presencia del entonces príncipe Felipe VI. Antes del cambio de sede, había tratado de "renegociar a la baja" la elevada renta que le cobraba la inmobiliaria. El casero no transigió y la plataforma Asia-Europa tuvo que marcharse, pues su situación económica era delicada. 

Pero quedó una deuda. De 2,79 millones. Alting acudió a la justicia y la reclamó en los tribunales. Tras un largo periplo por las distintas instancias judiciales, el Supremo falló el pasado año que las pretensiones de la inmobiliaria eran acertadas. Casa Asia tenía que pagar. 

Tesorería en mínimos

El problema es que Casa Asia no podía liquidar esa deuda. Según sus últimas cuentas anuales auditadas, las de 2020 [ver aquí], la plataforma cultural, diplomática y económica arrojó un pequeño excedente de 40.107 euros, una mejora respecto a la pérdida de 1,5 millones anotada el ejercicio anterior, 2019.

No obstante, su situación de caja es muy delicada. Tiene deudas por valor de un millón sobre un patrimonio de dos millones. Depende de las transferencias de las cuatro administraciones, como la realizada ahora para repagar los 2,79 millones adeudados a Alting. De hecho, en los últimos años, la precaria situación financiera ha llevado a recortar más de la mitad de la plantilla de Casa Asia. 

Desahuciada

Esa lamentable situación económica la reflejan mejor que nada sus cambios de domicilio. De 2003 a 2013, la entidad estuvo en el palacete barcelonés. Después, se mudó a un recinto del Hospital de Sant Pau i la Santa Creu. Pero tampoco pudo hacer frente a los pagos de alquiler y acabó desahuciada en 2016. De hecho, la institución generó otra deuda con la Muy Honorable Institución (MIA), rectora de la Fundación de Sant Pau que, tras un litigio, está repagando a plazos. 

En noviembre de 2018, finalmente, la plataforma encontró nuevo cuartel general. Son parte de las dependencias de la sede de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en el distrito 22@ de Barcelona. Casa Asia lleva allí camino de cuatro años. Pero su casa es cedida por el regulador y, por lo tanto, provisional. 

Nueva sede: Palacio de Pedralbes

El pasado año, en motivo del 20 aniversario del ente, el Ayuntamiento de Barcelona anunció que ofrecería una nueva sede estable y permanente para el organismo. Será en dos alas del Palacio Real de Pedralbes, que está cedido a la Administración local. Pero ello fue anunciado en julio, y a enero de 2022 aún no se ha concretado. Casa Asia Barcelona sigue de realquilada en los bajos de la CNMC en la Ciudad Condal. Y ahora, condenada a pagar a su antiguo casero. 

Preguntados por la cuestión, ni Alting ni la entidad han querido valorar el nuevo rescate. Lo factual es que ni el Ministerio de Exteriores (58% del consorcio), ni la Generalitat de Cataluña (26,10%), ni el Ayuntamiento de Barcelona (10,22%) ni el de Madrid (5,68%) han sido capaces de asegurar estabilidad para la institución. De hecho, el gobierno municipal de la Ciudad Condal es el que está echando el resto. Además del rescate aprobado ahora, fue el mismo Ejecutivo local quien negoció con discreción la nueva sede en Pedralbes. Algo que, sin embargo, aún está por concretar.