Los fondos de Naturgy recuperan ya el 70% de los 7.600 millones que invirtieron
La revalorización de los títulos derivada de la batalla por el control de la compañía hace que GIP y Rioja sumen más de 5.300 millones sólo con los dividendos y las plusvalías latentes
23 diciembre, 2021 00:00Naturgy ahonda en sus máximos históricos de capitalización bursátil, ya por encima de 26.500 millones de euros, en medio de la batalla por ganar posiciones en su estructura accionarial, desatada con motivo de la opa parcial de IFM. Un escenario en el que los principales beneficiados son los fondos GIP y Rioja, sujetos pasivos en esta historia pero a los que el recorrido alcista del valor lleva a recuperar cerca de las tres cuartas partes de la voluminosa inversión que hicieron en su día para entrar en la energética.
En concreto, ambos fondos sacan un rendimiento del 70% a la operación de compra de sendos paquetes del 20% del capital pero, además, únicamente teniendo en cuenta tanto las plusvalías latentes que acumulan como los ingresos por dividendos que han sumado desde que se convirtieron en accionistas de Naturgy.
Distinto momento, mismo precio
Se da la circunstancia de que aunque aterrizaron en la energética en momentos diferentes, tanto GIP como Rioja (vehículo participado al 75% por CVC y al 25% por Corporación Financiera Alba, la sociedad de cartera controlada por la familia March) pagaron el mismo precio por sus participaciones: 19 euros por acción, lo que supone un volumen de unos 3.800 millones de euros en cada caso.
A precios actuales de mercado, la suma de ambos paquetes de acciones está valorada en cerca de 10.970 millones, lo que arroja unas plusvalías latentes conjuntas de 3.370 millones. En el caso de GIP, tal botín se ha gestado a lo largo de algo más de cinco años, ya que su entrada se produjo tras el verano de 2016, cuando adquirió sendas participaciones del 10% a Criteria y Repsol.
Generosos dividendos
En cambio, Rioja ha necesitado apenas tres años y medio, dado que se convirtió en socio de Naturgy en la primavera de 2018, con la compra del 20% que le restaba por liquidar a Repsol, que de esta forma salió definitivamente del capital.
A esta cantidad hay que sumarle los jugosos dividendos que se han apuntado los fondos en este periodo, especialmente gracias al plan estratégico 2018-2022, actualmente renovado por el que aprobó el consejo de administración a finales del pasado mes de julio, algo más prudente con la remuneración al accionista. Sin embargo, esa primera hoja de ruta incluía pagos a los accionistas con un pay-out medio superior al 100%.
Plusvalías latentes
Una generosa política que ha permitido a GIP y Rioja hacer caja con cerca de 2.000 millones de euros sólo por este concepto. En este caso, el reparto es algo desigual, dado que GIP ya había percibido algunos dividendos antes de la llegada de Rioja, por lo que suma algo más de 1.100 millones.
De modo que las plusvalías latentes y los dividendos obtenidos en este tiempo por GIP y Rioja totalizan cerca de 5.350 millones de euros, un 70% de lo invertido por ambos.
Un 45% desde enero
Un panorama algo diferente al que se dibujaba hace justamente un año. De hecho, la cotización de Naturgy cerró 2020 ligeramente por debajo de aquellos 19 euros por acción que pagaron en su día los fondos por sus participaciones. Es decir, ni rastro de los 3.370 millones de plusvalías latentes.
Desde entonces, Naturgy acumula una revalorización próxima al 45%, como consecuencia de la opa parcial del fondo IFM, anunciada en las primeras semanas del año y formalizada a comienzos de febrero para iniciar un largo trámite que culminó a mediados de octubre con la liquidación de la oferta, que incluía un precio de 23 euros por título (ajustada después a 22,07 por el abono de dos dividendos a lo largo del proceso).
Resultado corto
Un precio que ha quedado ya muy atrás, prácticamente olvidado. En los dos meses y medio transcurridos desde el fin del periodo de aceptación de la opa hasta ahora, Naturgy ha logrado subidas del 26%, que contrastan drásticamente con los descensos del 5,6% que ha experimentado el Ibex 35 en este mismo periodo.
La clave se encuentra en el resultado de la oferta, que permitió a la entidad australiana hacerse con el 10,83% del capital, muy lejos de su objetivo mínimo del 17%, al que tuvo que renunciar en el último momento, y más aun del 22,7% al que se dirigía la opa.
Al margen de la batalla
Dado que la aspiración de IFM es obtener representación en el consejo e influir en la gestión, se ha lanzado a comprar acciones en el mercado a partir de entonces para alcanzar el hito que no pudo lograr en la operación, lo que ha tenido el correspondiente efecto alcista para la acción de Naturgy.
A la contra ha actuado Criteria, primer accionista de la energética, pero con el mismo efecto para la cotización, ya que también ha elevado su participación para obstaculizar el objetivo de IFM y, en último término, optar a un incremento de su representación en el consejo.
Sin hacer ruido, sin mover ficha, GIP y Rioja han permanecido al margen de la batalla, sin querer poner en peligro el cuantioso botín que están obteniendo. Y que todo apunta a que no quedará en este punto.