El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, en el centro de la imagen, en una ceremonia de apertura de sesión en la Bolsa de Nueva York / EP

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, en el centro de la imagen, en una ceremonia de apertura de sesión en la Bolsa de Nueva York / EP

Business

Los extraños movimientos que sacuden el capital de Telefónica

Mientras algunos accionistas y altos directivos de la operadora tratan de animar la baja cotización, otro como Blackrock abre posiciones en corto

11 diciembre, 2021 00:00

Telefónica mantiene despistados y perplejos a los analistas, los accionistas e inclusos sus propios directivos con el comportamiento que muestra en bolsa. El otrora faro del Ibex 35 no termina de recoger en el precio de sus acciones factores tan positivos como haber reducido la deuda a mínimos de los últimos 15 años, haber superado con nota la crisis del Covid-19 en cuanto a sus resultados y culminado con éxito la fusión en Reino Unido, la mayor operación de su historia.

En las últimas semanas, coincidiendo con el anuncio de la opa del fondo KKR sobre Telecom Italia, se han registrado una serie de movimientos entre accionistas y altos directivos que han terminado por incrementar los rumores en torno al futuro de la compañía.

Criteria y Blackrock

Por una parte, Criteria Caixa ha retomado la compras de acciones de la operadora, con adquisiciones de pequeños paquetes que, en conjunto, apenas suman un par de millones de títulos. El consejero delegado, Ángel Vilá, y uno de sus vicepresidentes, Javier Echenique, también han contribuido a tratar de estimular la cotización al hacerse con sendos lotes de 50.000 acciones.

Sede de Criteria en Barcelona / EFE

Sede de Criteria en Barcelona / EFE

No han sido operaciones que hayan servido de catalizadores bursátiles para la compañía que preside José María Álvarez-Pallete a la que, sin embargo, sí parece haber afectado más el hecho de que un accionista de referencia como Blackrock, una de las mayores gestoras de fondos de inversión del mundo, haya abierto en los úlitmos días posiciones cortas sobre el valor. Es decir, haya apostado a la baja por Telefónica, con un movimiento puramente especulativo sobre un 0,7% del capital. Este porcentaje es muy superior al que representan las acciones compradas por Criteria y los directivos.

Un 50% menos en tres años

Lo cierto es que a cierre de la sesión del viernes, en la que Telefónica logró alzas del 0,7%, su capitalización bursátil se sitúa por debajo de los 21.000 millones de euros. Se trata de una cifra prácticamente irrisoria si se compara con los máximos que llegó a alcanzar en su día, por encima de los 100.000 millones, pero que incluso palidecen ante los más de 42.000 millones en los que era valorada no hace tanto tiempo, a finales de 2017. En los últimos tres años, la teleco se ha dejado por el camino la mitad de su capitalización.

Esta es una posición de debilidad en la que muchos agentes del mercado han reparado cuando al transcender la información sobre la maniobra de KKR para hacerse con Telecom Italia. En aquel momento, Telefónica fue la empresa del sector que reaccionó de forma más enérgica, con avances del 6% en una sola jornada.

Fin del dinero barato

No en vano, se trata, precisamente junto a la empresa transalpina, de la compañía del sector más castigada por los inversores y, por lo tanto, más expuesta al apetito desmedido de los fondos de capital riesgo, dispuestos a pescar en río revuelto. Todo ello, en un escenario de exceso de liquidez y de dinero históricamente barato que parece no tener fin.

Pero sí lo tiene. Y, además, quizá esté más cerca de lo que parece. “Este es uno de los factores que más nervios está generando en el mercado; la época de tipos en mínimos y del dinero barato toca a su fin y hay oportunidades que no van a volverse a repetir, quién sabe si en toda la vida”, apuntan desde un banco de negocios internacional que opera en España.

Cascada de operaciones

La abrupta recuperación económica registrada tras lo peor de la crisis ha provocado un escenario de elevada inflación que hará mover ficha a los principales bancos centrales antes de lo previsto. No hace mucho tiempo, las curvas apuntaban incluso a comienzos de la próxima década como fecha prevista para el fin de los tipos de interés negativos. En la actualidad, algunas estimaciones sitúan ese momento a mediados de la presente década, no más allá de 2025.

La torre de Telefónica en el Fòrum de Barcelona / EP

La torre de Telefónica en el Fòrum de Barcelona / EP

“Y podría ser incluso antes. Los que quieran hacer operaciones en condiciones inmejorables no tienen mucho tiempo para perder”, insiste la fuente. En este contexto, en España se han registrado operaciones como la opa parcial de IFM sobre Naturgy; la ampliación de capital de 7.000 millones de euros de Cellnex Telecom, una de las más voluminosas de toda Europa; y opas por la totalidad como los casos de la lanzada por MásMóvil (que, a su vez, fue adquirida por tres fondos, entre ellos el propio KKR) sobre Euskaltel, la de EQT sobre la compañía de renovables Solarpack, y la de Otis Worldwide Corporation por su filial española, Zardoya Otis.

El escudo antiopas de Moncloa

Para aquéllos que pudieran esperar un movimiento sobre Telefónica, supuso un jarro de agua fría el hecho de que el Gobierno prolongase durante un año más el llamado escudo antiopas, el mecanismo que le permite tener la última palabra sobre toda oferta que supere el 10% del capital de una empresa que opere en un sector estratégico. La decisión también llegó en el contexto de la oferta de KKR por Telecom Italia, compañía que también fue pública en su día y en la que, incluso hoy, el Estado transalpino mantiene una participación minoritaria.

El propio presidente de Telefónica se mostró contrariado en la última junta de accionistas de la compañía con el precio de la acción y manifestó, casi más como un deseo que como un convencimiento firme, que el mercado terminaría por reconocer aspectos como el recorte de deuda y la operación de 6.000 millones de euros en Reino Unido.

El factor Latinoamérica

Algunos analistas consideran que el valor sigue penalizado por su excesiva exposición a Latinoamérica, que la empresa trata de reducir a marchas forzadas aunque lo está haciendo por activos, ante la imposibilidad de realizar una operación de gran volumen por la insuficiente respuesta de potenciales inversores.

En este contexto, otro de los socios de referencia, y además histórico, como Caixabank manifestó recientemente, por boca de su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, que su posición como accionista no corre peligro. La reciente venta por parte de la entidad financiera de una de sus participaciones, la del austriaco Erste Bank, también despertó inquietudes en el seno de Telefónica. Una prueba más del clima que le rodea en estos meses.