El precio de la luz ahoga a la eléctrica verde
Som Energia pide 15 millones urgentes a sus socios o tendrá que acudir a los bancos por primera vez en su historia
20 octubre, 2021 00:00La eléctrica verde, en apuros. El auge de los precios de la luz está ahogando a Som Energia, la comercializadora de luz sostenible y recomendada por los secesionistas catalanes para boicotear a las grandes energéticas. La empresa ha pedido 15 millones de euros urgentes a sus socios o tendrá que acudir al sector financiero por primera vez en su historia. El objetivo de la operación es apuntalar la tesorería en un contexto de precios crecientes.
La cooperativa ha enviado la petición de auxilio a sus 75.000 socios esta semana. En el mensaje, Som Energia admite que los precios del mercado eléctrico "nos están tensionando de muchas maneras". Los valores son "imprevisibles" y "jamás vistos", y las actuaciones del Gobierno "no mitigan" el efecto del aumento tarifario "a las comercializadoras". Es por ello que la enseña, con unos 135.000 contratos, necesita una "aportación de capital".
Necesita 15 millones
Una portavoz de la empresa ha explicado a este medio que la tesorería de la compañía "es buena", pero que el entorno adverso ha obligado a pedir ayuda a su "base social". La demanda de apoyo se ha complementado con consultas al Instituto Catalán de Finanzas (ICF) y al sector financiero por si los miles de colaboradores de la comercializadora verde no cubren la ronda de financiación urgente.
"Es la primera vez que lo hacemos, pero es que la situación es inédita. No solemos trabajar con el mercado financiero porque no tenemos ningún tipo de deuda, todo es base societaria. Pero si no llegamos, lo tendremos que hacer", ha aclarado la misma fuente.
Ahogados por los cambios, los precios y el IVA
La eléctrica, una de las que recomienda la Assemblea Nacional Catalana (ANC) para boicotear a los grandes grupos energéticos, sufre por tres motivos. "Porque los cambios legales han provocado que las distribuidoras lleven meses sin facturar correctamente, seis meses en algunos casos", denuncia la voz corporativa. "Los problemas más graves los tienen Unión Fenosa y Endesa Distribución", ha agregado.
"Dos --continúa--, porque la bajada del IVA a los consumidores ha creado un diferencial a las comercializadoras que no producimos, sino que compramos al distribuidor. Y antes de que Hacienda lo devuelva, pasarán unos meses, que son también los de mayor consumo". Hay un tercer motivo. "El mercado eléctrico cobra cada siete días y las distribuidoras a 20 días, pero el cliente nos paga a 25 y 30. Anticipamos energía. Antes era posible, podíamos avanzar 500.000 euros en luz, pero con los precios actuales es imposible, son 5 o 6 millones de euros", detallan desde el grupo.
"Los negocios menos sostenibles sufrirán"
Pese a este contexto, Som Energia subraya que su situación es saneada. "Nuestra tesorería es fuerte. Tenemos una amplia base de socios y el doble de contratos, cerca de 135.000. Llegamos a la crisis de los precios con un balance bueno", remarcan los mismos interlocutores. "No así las comercializadoras que lleguen más débiles a este impasse del mercado. Sufrirán si no tienen base de clientes", ha añadido.
En efecto, las últimas cifras presentadas por esta cooperativa con sede en Girona avalan, por el momento, su versión. La eléctrica soberanista --firmó un manifiesto contra la condena del Tribunal Supremo por el procés-- facturará este año cerca de 78 millones de euros y rebasará la barrera de los 75.000 socios, 2.100 de ellos empresas. En 2020, año de pandemia, entregó el 19% más de energía.
Energía verde
Cabe recordar que Som Energia es una comercializadora de energía verde creada en 2010 en Girona. Quiere emular, entre otras, a la polémica Greenpeace Energy, la filial de venta de electricidad de la oenegé ambientalista homónima. De ser puramente una plataforma de venta, se está verticalizando y ha comenzado también a producir luz por medio de instalaciones fotovoltaicas, hidroeléctricas y de cogeneración.
En paralelo a ello, el grupo ha recibido un espaldarazo en forma de márketing gratuito por parte del independentismo. La ANC la incluyó en su controvertido portal de boicot a empresas no soberanistas, que terminó con un expediente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el aval del Tribunal Constitucional a la investigación del regulador. Con todo, el grupo, que siempre se mantuvo al margen de la iniciativa, sumó contratos de los que se cambiaban de compañía por una simple cuestión ideológica.