El presidente del Ctesc, Toni Mora, durante la presentación del estudio socioeconómico y laboral de Cataluña tras el primer año de Covid / CTESC

El presidente del Ctesc, Toni Mora, durante la presentación del estudio socioeconómico y laboral de Cataluña tras el primer año de Covid / CTESC

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La pobreza y la desigualdad crecen por el Covid-19 en Cataluña, según un estudio

El Ctesc prevé un incremento del 6% del PIB en el territorio con la reanudación de la actividad económica

1 julio, 2021 12:01

El Consejo de Trabajo, Económico y Social de Cataluña (Ctesc) ha presentado su memoria socioeconómica y laboral de la comunidad en la que se observa que la mayoría de indicadores han sufrido una fuerte envestida por la pandemia. De hecho, según el estudio, el Covid-19 ha ampliado la pobreza y la desigualdad de los catalanes, el impacto ha sido todavía mayor en las franjas que antes de la llegada del virus ya tenían una renta más baja.

Toni Mora, presidente de Ctesc, ha explicado que las medidas de protección social del Gobierno y el Govern “no están alcanzando sus objetivos de garantizar una vida digna a las personas en situación de pobreza” ni la reducción de la pobreza severa. De hecho, los hogares sin ingresos han aumentado un 14,4% respecto a 2019, hasta los 9.900 en Cataluña, y las residencias con todas las personas activas en paro ha crecido un 16,9%, hasta los 146.400.

Recuperación del PIB

A la frágil situación socioeconómica que desvela el informe del Ctesc, se le debe sumar el hecho que el 31% de los niños y adolescentes de Cataluña viven por debajo del límite del riesgo de pobreza, cuando la media de la Unión Europea es del 18,5%. No obstante, la recuperación económica tras el Covid es la gran esperanza para poder aumentar unas prestaciones en un momento en el que la precariedad y la desigualdad están al alza en la comunidad.

El producto interior bruto (PIB) de Cataluña cayó un 11,5% en 2020 por la crisis del Covid, y desencadenó una parálisis que afectó directamente a las empresas y las familias del territorio. Pero este año, tras las campañas de vacunación y la flexibilización de algunas restricciones gubernamentales, el Ctesc estima un incremento del 6% en el PIB, lo que sería el inicio de la reanudación y recuperación económica.

Ingreso mínimo vital

El estudio destaca el despliegue reglamentario de la ley de la renta garantizada de ciudadanía, el pasado año, dado que “desarrolla y concreta algunos aspectos de la ley necesarios, como las medidas de compatibilidad de la prestación con el trabajo a tiempo completo esporádico y con ayudas sociales de primera necesidad”. No obstante, el Ctesc ha recordado que esta renta no está consiguiendo todo su objetivo” y aún hay “barreras de acceso” y problemas de cobertura “frente a situaciones de privación material severa”.

Respecto al ingreso mínimo vital, aunque la valoración es positiva, la memoria socioeconómica y laboral del Ctesc considera que es “lento” y “genera un nivel elevado de denegaciones de la prestación”. En Cataluña se han reconocido 11.244 prestaciones de este tipo de ayuda hasta diciembre de 2020, lo que representa que se han aprobado el 9,5% de las solicitudes presentadas. Mora ha insistido en “agilizar, simplificar y desburocratizar” el procedimiento, mejorar el ámbito de prestación y su cuantía y facilitar la compatibilidad entre el ingreso mínimo vital y la renta garantizada.