Hacia un MWC deslucido: el congreso tecnológico planta cara a la pandemia
La decisión de las compañías americanas y el avance de la vacunación son claves para asegurar la feria de la industria móvil
15 marzo, 2021 00:00Todo en orden. Ese es el mensaje que llega desde las oficinas de la GSMA, la entidad que organiza el Mobile World Congress (MWC) en Barcelona. Pese a las bajas anunciadas durante la última semana --Facebook, Oracle, Nokia, Ericsson y Sony--, la feria tecnológica calienta motores para celebrar su próxima edición entre el 28 de junio y el 1 de julio.
A preguntas de Crónica Global, la organización aclara que no piensan cancelar el congreso aunque se descuelguen más compañías. Ni siquiera se han marcado un mínimo de expositores. "GSMA no trabaja con ese planteamiento. Independientemente de las bajas anunciadas, el evento se mantiene en las fechas y formato ya anunciados", expresa un portavoz.
Salvar el Mobile
De hecho, el pasado lunes se hizo público el detallado plan de seguridad y salud con que la corporación pretende asegurar la celebración del salón. Entre las numerosas medidas se encuentran la obligación de testar a los asistentes cada 72 horas, el estricto control del aforo y flujo de visitantes, la limitación de las interacciones físicas (como en el chequeo de las acreditaciones) y el refuerzo del personal médico.
Propuestas que solo tienen un objetivo: salvar la feria. El avance de la campaña de vacunación es la otra gran baza con la que cuentan los organizadores, pese a que los magros datos de inmunización no son halagüeños. En cualquier caso, la GSMA ha decidido apostar el todo por el todo y plantar cara al Covid-19, aunque sea con una notable caída de la participación --se asume que solo 50.000 personas, aproximadamente la mitad que en ediciones anteriores, acudirán al evento--.
"No será como otros años"
Sin embargo, las perspectivas de algunas empresas tiran esta cifra a la baja. "No será como otros años, solo hace falta ver las reservas hoteleras. El Mobile de este año será más deslucido", apunta una fuente del sector. Las compañías contactadas por este medio se reservan su opinión sobre el desarrollo del MWC. La posición oficial es que no hay posición oficial, sino que se está a la expectativa de cómo evolucionen las próximas semanas.
Desde la GSMA respetan las decisiones tomadas por algunos expositores, e incluso aseguran ser "conscientes" de que no será posible reproducir la magnitud del último congreso. Pero ponen en valor sus esfuerzos y la reconversión del certamen a un formato híbrido: "Hemos desarrollado una plataforma de eventos virtuales líder en la industria que garantizará que todo el mundo pueda disfrutar de la experiencia única del MWC. Las opciones presenciales y virtuales se ofrecen para que todos los amigos del MWC Barcelona puedan asistir y participar de una forma adecuada a sus necesidades".
Vista puesta en EEUU
Algunas voces señalan que las próximas semanas serán claves para garantizar que la feria no se caiga del calendario. La vista está puesta en empresas estadounidenses como Google o Verizon, que en 2019 fueron de las primeras en comunicar su renuncia tras el estallido de la pandemia mundial.
Por otro lado, la reciente celebración del Mobile World Congress en Shangai, --que puso a prueba tanto el modelo mixto como el protocolo sanitario-- ha sido un éxito para la entidad organizadora. Ni un solo positivo en tres días de idas y venidas de 17.000 personas. Un tanto que, en este caso, decanta la balanza a favor del desarrollo del hermano mayor del congreso en la capital catalana.
Inyección de optimismo
Al igual que otras citas tecnológicas como ISE, la reanudación del certamen de la industria móvil se espera como agua de mayo. Sobre todo entre los montadores, cuya actividad ha caído en picado tras el parón ferial del año pasado.
La hipotética suspensión del Mobile agravaría el desánimo que cundió entre las pymes tras el aplazamiento de Alimentaria, uno de los cónclaves más importantes de la Fira de Barcelona que se retrasado hasta abril de 2022 por la delicada coyuntura sanitaria. La voluntad de la GSMA de mantener, al menos por ahora, el encuentro mundial de telefonía, arroja esperanza sobre una economía que necesita un chute de energía.